Beber y enviar mensajes de texto es un problema. Pero beber y marcar es la receta para una verdadera catástrofe (al menos en la mente de quien lo hace).
Es curioso que rara vez nos sintamos tentados a hacer ciertas cosas cuando estamos sobrios, pero cuando el alcohol hace su efecto, nos encontramos haciendo cosas que antes ni imaginábamos.
Y después de haberlo hecho, sientes que lo único que puedes hacer es recordar el vergonzoso suceso y rezar a Dios para que no te hayan tomado en serio. Juras que no volverás a emborracharte y que te desharás del móvil para siempre.
Pero todos sabemos que son mentiras y que la probabilidad de que vuelvas a cometer el mismo error es bastante alta. Pero incluso si vuelve a ocurrir, hay algunas cosas que pueden ayudarte a sobrellevar este acto de vergüenza fortuita.
1. Recordar el acto vergonzoso
Lo primero que tienes que hacer es intentar recordar cada una de las palabras que dijiste por teléfono anoche. Sé que todo estará borroso en tu cabeza pero esfuérzate por pensar en cada detalle que ocurrió anoche y eso te ayudará a recordar también tu llamada.
Para afrontar el problema, primero tienes que entender la situación y luego afrontarla. Y tienes que entender que no es el fin del mundo lo que les hayas dicho, y no debes castigarte por ello.
2. Hacer una evaluación
Una vez que hayas recordado el acto "pecaminoso", es hora de hacer una evaluación. Presta atención al contexto de tus palabras y a si les has ofendido de un modo u otro.
Si te das cuenta de que lo que has hecho no es tan malo después de todo, no tienes de qué preocuparte. Olvídalo y sigue con tu vida como si no hubiera pasado nada.
3. Envíales un mensaje de texto
Si no estás seguro de si has hecho algo mal o no, siempre puedes enviarles un mensaje de texto para comprobarlo. Pregúntale algo que no tenga nada que ver con tu llamada y espera a que te responda.
Si no te contestan inmediatamente, no te asustes, porque eso no significa necesariamente que estén enfadados. Quizá estén ocupados con otra cosa en ese momento. Sé paciente y juega con inteligencia.
4. Considerar la posibilidad de disculparse si es necesario
Si te devuelven el mensaje o te das cuenta por ti mismo de que la cagaste anoche, considera la posibilidad de disculparte. Puedes volver a llamarles (pero asegúrate de estar sobrio esta vez) y explicarles simplemente que no querías decirles las cosas que les dijiste.
Estoy seguro de que aceptarán encantados las disculpas y comprenderán la situación. Al fin y al cabo, seguro que han hecho lo mismo cuando estaban borrachos y no tienen motivos para culparte.
5. Déjalo en el pasado
Después de haberles pedido disculpas, deja este asunto en el pasado. Aunque no te hayas disculpado, no hay necesidad de darle vueltas a la misma situación una y otra vez porque no saldrá nada bueno de ello.
Saber que las cosas pasan y que es totalmente normal cometer errores de vez en cuando y eso no te hace pecador. Eres un ser humano como los demás y se te permite fracasar y levantarte, fracasar de nuevo y así sucesivamente. Puedes aprender de tus errores.
6. Pide ayuda a tus amigos
Si tienes miedo de repetir lo mismo cuando te emborraches en el futuro, pide a tus amigos que te vigilen cuando estés bebiendo y divirtiéndote con ellos.
También puedes pedirles que te quiten el teléfono durante unas horas para estar 100% seguro de que no caerás en la tentación de marcar ese número de la mala suerte.
7. Libera tu mente
Además, asegúrate de que tu mente está libre de cualquier culpa o emociones reprimidas y que nada te molesta porque cuando bebemos, hacemos las cosas que nos da miedo hacer cuando estamos sobrios.
Si tienes algún problema con alguien o contigo mismo, asegúrate de afrontarlo cuando estés sobrio para que no reaparezca cada vez que te emborraches.
8. Bloquéalos y borra su número de tu teléfono
Si todo lo demás falla, plantéate bloquearlos en las redes sociales y borrar su número de teléfono. Ya sabes lo que dicen, fuera de la vista, fuera de la mente.
Una vez que los hayas borrado o bloqueado, sigue insistiendo en no desbloquearlos porque así nunca te librarás de la maldición llamada "Bebe y marca".