Todas tus esperanzas y sueños estaban ligados a esa persona, y perderla es como perderlo todo. Es como el fin de la vida tal y como la conoces.
Perder al amor de tu vida es algo para lo que no puedes prepararte. Es una de las peores cosas que te pueden pasar. Es como si te arrebataran parte de tu corazón y nunca lo recuperaras.
Es increíblemente duro. El dolor puede ser abrumador e insoportable. Pero un desamor es una lección en sí misma, una lección que no queremos aprender, pero sobre la que no podemos opinar.
Como ves, las relaciones están hechas para dos, y en cuanto una de las partes se aleja, no te queda más remedio que aprender de tu dolor.
Cuando ocurre por primera vez, te dices a ti mismo que estás bien, pero en realidad no lo estás.
Tu reacción inicial es ser fuerte. Perder al amor de tu vida no es algo de lo que puedas recuperarte de la noche a la mañana.
Incluso las personas más fuertes se aplastan cuando les arrancan el corazón del pecho. Nadie puede sobrevivir a eso de pie.
Siente lo que sientes. Admite que no estás bien y que te va a llevar mucho tiempo poder decir honestamente que te has recuperado.
Deja que duela. Se supone que tiene que doler. Se supone que debes llorar y lamentar tu pérdida. Hará que el proceso de curación sea un poco más fácil.
La curación es un proceso que no puede precipitarse
Sentirás todo el espectro de emociones que irán desde la ira, la tristeza, la desesperación, el miedo por el futuro hasta el adormecimiento total.
También tendrás días buenos en los que te sientas positivo y fuerte. Esos son los días que te recargarán y te darán el empujón que necesitas para seguir adelante.
No esperes que la curación se produzca en pocos días o meses. A veces lleva mucho tiempo, y todos somos diferentes a la hora de lidiar con nuestro dolor, especialmente si fueron el amor duro (este es uno de los tres amores en la vida).
Los echarás de menos durante mucho tiempo, y eso es algo que no puedes evitar
Fueron una gran parte de tu vida, y te los van a recordar constantemente. Las lágrimas vendrán solas cada vez que veas algo que te haga pensar en ellos, y tus pensamientos serán tu peor enemigo.
Aunque la relación estuviera destinada a terminar y no fueras del todo feliz en ella, tu mente se limitará a reproducir todos esos momentos felices que tú y tu ex vivisteis juntos, e ignorará todos los feos.
No veas esto como una señal de que debes hacer lo imposible por volver con él. Recuérdate a ti mismo que no debes perseguir a nadie que te dejé solo y eligió no formar parte de tu vida.
Merece la pena luchar por el amor, pero nunca mendigarlo, y esa es una gran diferencia.
Las redes sociales son tu enemigo
Vas a revisar las cuentas de redes sociales de tu ex. Investigarás cada pequeña pista con el fin de encontrar algún cierre o la verdadera razón por la que esta persona te dejó.
Pero al final, te darás cuenta de que de esta manera te hacen más daño. Nunca obtendrás las respuestas que quieres si no fueron lo suficientemente decentes como para decirte en persona de qué se trata.
Tu corazón no estará tranquilo si sigues viendo sus caras felices o incluso fotos con alguien que podrían haber más que amistad con.
Intenta resistir las ganas de saber cómo está tu ex. No entres en sus redes sociales. No preguntes por él a amigos comunes. Sólo conseguirás sentirte peor y más herida.
Dejarás de soñar despierta con que volvéis a estar juntos
Es natural que tengas estos deseos al principio. Sentirás nostalgia de esa persona y de todos esos momentos increíbles que compartisteis juntos.
Pero con el paso del tiempo, te darás cuenta de que tu ex está en el pasado por una razón. Te darás cuenta de que te mereces algo mejor y de que, aunque te importaban mucho, sólo fueron un gran capítulo de tu vida. La historia no acaba así.
Tú eliges tu vida; no te conformas con ella
No podemos influir en el comportamiento de los demás. No podemos evitar que nos ocurran cosas malas, pero podemos elegir la forma de afrontarlas.
Podemos pasarnos días en la cama y mucho tiempo llorando por el rumbo equivocado que ha tomado nuestra vida o podemos levantarnos y tomar nuestras propias decisiones.
Podemos levantarnos cada día con la mentalidad de que al final todo saldrá bien. Podemos luchar contra nuestro dolor y hacer cosas que cambien nuestro enfoque de nuestro quebranto a fortalecernos a nosotros mismos. Si lo haces, pronto descubrirás que es el camino hacia la felicidad.
Aprendes que tienes suficiente fuerza para empezar una nueva vida sin ellos
Después de cierto tiempo en el que tu amor perdido era todo en lo que podías pensar, te darás cuenta de que debes seguir adelante a pesar del dolor. Te darás cuenta de que tú también importas.
Querrás cambiar tu vida. Tu esencia será y deberá ser siempre la misma. Querrás dar la bienvenida a la novedad en tu vida. No necesitas constantes recordatorios de lo que tuviste y perdiste.
Por eso puedes empezar con cosas sencillas, como cambiar de peinado o de forma de vestir, ir al gimnasio y encontrar la forma de sudar el dolor, etc.
Pero también querrás cambiar tu vida a lo grande. Perseguirás algo que te apasione. Pondrás a prueba tus límites y saldrás de tu zona de confort.
Conocerás a gente nueva y tendrás una nueva perspectiva de la vida. Saldrás de este dolor con la victoria personal de ser la mejor versión de ti mismo.
Perder al amor de tu vida no significa que hayas perdido la oportunidad del amor verdadero
No hay duda de que el amor que sentiste era de verdad, y tal vez pensaste que esa persona era el amor de tu vida cuando en realidad, sólo era tu mayor amor hasta el momento.
Volverás a amar. Aunque suene imposible en las fases iniciales de tu desamor, es cierto. El que es el verdadero amor de tu vida estará ahí para quedarse para siempre.
Por eso la expresión que utilizamos es "persona para siempre": el amor con ella nunca se acaba.