Cuando amas, siempre te aseguras de dedicarte por completo a la persona amada y nunca la engañarías ni harías nada que la entristeciera.
Pero hay un problema que sigue apareciendo cada vez que te encuentras en una relación.
Mantienes desamor sin saber por qué ni cómo.
Rebobinas cada una de tus palabras o acciones para entender por qué este fenómeno se repite una y otra vez, pero no encuentras ninguna razón válida para ello.
Y como resultado, te cansas tanto que juras que te quedarás soltero para siempre.
Si te preguntas por qué sigue ocurriendo esto, la única razón verdadera es que probablemente estás dando demasiado de ti en cada relación que entablas, lo que hace que te pierdas a ti mismo y te desenamores pronto.
Cuando das demasiado sin recibir lo mismo, pierdes el sentido de ti mismo y ya no eres la misma persona.
Al desvivirte por satisfacer las expectativas y los deseos de los demás, te estás destruyendo a ti mismo y a tu oportunidad de ser feliz, y por eso te desenamoras cada vez que esto ocurre.
Si sospecha que éste puede ser su caso, entonces debería plantearse las siguientes 8 preguntas para comprender el núcleo de este problema.
1. ¿Te encuentras a menudo en relaciones en las que tus necesidades no son correspondidas?
La reciprocidad es lo más importante y crucial a la hora de establecer una relación sana y, si tu relación carece de ella, pronto te verás desenamorado.
Por mucho que des, nunca podrás salvar tu relación porque las cosas no funcionan así.
Reciprocidad significa dar y recibir desinteresadamente y no sólo recibir.
Si sigues encontrándote en relaciones en las que siempre eres el que da más y el que recibe menos, la razón podría ser que has perdido tu sentido de la autoestima porque tus parejas anteriores te han hecho sentir que no eres suficientemente bueno y que nunca lo serás, hagas lo que hagas.
2. ¿Siempre estás atrayendo fóbicos al compromiso?
Si atraes constantemente a los que tienen fobia al compromiso, debe de haber una razón válida para ello.
Lo más probable es que sigas enamorándote de ellos porque inconscientemente quieres persuadirles para que se comprometan contigo, lo que de nuevo tiene su origen en tus experiencias pasadas.
Verás, cuando no recibes la misma cantidad de amor que das a los demás, inconscientemente empiezas a pensar que deberías dar aún más sólo para experimentar amor verdadero.
Y los fóbicos al compromiso son los mejores candidatos para ello.
3. ¿Tienes grandes expectativas puestas en tu nueva pareja?
A veces te sigues desenamorando sólo por tus grandes expectativas antes de entrar en una relación.
Cuando conoces a alguien nuevo, ¿siempre tienes esa imagen en la cabeza de cómo deberían ser las cosas cuando estéis juntos y qué se supone que debe hacer o dejar de hacer tu futura pareja?
Si la respuesta es afirmativa, probablemente lo hagas porque tienes miedo de que las cosas vayan en la dirección equivocada y quieres que todo sea perfecto (lo cual es totalmente comprensible).
Pero al hacerlo también estás creando la posibilidad de posibles decepciones futuras, lo que provocará que te desenamores.
4. ¿Siempre te esfuerzas por cambiar a tu pareja?
Aunque es completamente normal que no te gusten todas y cada una de las cosas o defectos de tu nueva pareja, no es normal que siempre te empeñes en cambiarlos drásticamente.
La razón por la que esto ocurre también puede estar relacionada con tus experiencias pasadas, en las que no te trataron bien y con cuidado, y ahora intentas evitar volver a vivir lo mismo.
Lamentablemente, nunca consigues cambiarlos y poco a poco te vas desenamorando.
5. ¿Siempre tienes esa tendencia a salvar a tu pareja de sí misma aunque sepas que su toxicidad te costará mucho?
¿Se preocupa a menudo más por ellos que por usted mismo?
¿Comprometes tu propia felicidad por la de ellos?
Si la respuesta es afirmativa, significa que constantemente tienes esa tendencia a salvarlos, aun sabiendo que su toxicidad acabará por destruirte.
Pero el verdadero amor no consiste en salvarse el uno al otro. Se trata de estar dispuesto a corresponder y luchar con fuerza mutua por lo que se tiene.
6. ¿Eres siempre el único que se sacrifica y se esfuerza por salvar la relación?
Puede que sigas desenamorándote porque no puedes evitar hacer enormes esfuerzos por salvar tu relación.
Sigues poniendo excusas a tu pareja por no querer hacer lo mismo porque tú siempre haces las cosas por tu cuenta.
No hay que esperar a que las cosas empiecen a funcionar por arte de magia, y esto suele costar muy caro.
7. ¿Sigues enamorándote de quienes te hacen bailar a su son?
Enamorarse de quienes te hacen bailar a su son está profundamente arraigado en el deseo de apaciguar.
Te sientes bien mientras das y te olvidas de tu propia felicidad.
Olvidas que el amor debe ser recíproco y no se trata de apaciguar a alguien.
Y cuando te das cuenta de que todo este tiempo has estado dando ciegamente y apenas recibiendo nada a cambio, te desenamoras al instante.
8. ¿Sientes que te pierdes mientras intentas satisfacer todas sus necesidades?
Cuando llevas algún tiempo en una relación, a menudo empiezas a sentir que ya no sabes quién eres.
Sientes que ya no estás en contacto con tu verdadero yo y tus propios deseos.
Y todo esto ocurre porque intentas desinteresadamente satisfacer todas las necesidades de tu pareja sin esperar que ella haga lo mismo.
Te desenamoras porque tienes miedo de enamorarse en cierto modo.
Siempre das el cien por cien de ti mismo para que las cosas funcionen y, en el proceso, pierdes el sentido de quién eres.