No es cierto que química sexual es lo más importante en una relación. Es importante al principio porque es algo que os acerca el uno al otro, pero más adelante, muchas otras cosas más importantes se vuelven más importantes.
Además, después de un tiempo de relación, no puedes mantener tus deseos sexuales porque no tienes tiempo suficiente y empiezas a ignorarlos.
Como ya he dicho, la carga sexual no es lo más importante en vuestra relación, pero no debéis descartarla si no va como queréis.
No sudes por ello, porque es completamente normal. Tu pareja y tú tenéis responsabilidades nuevas y diferentes, así que vuestra vida sexual puede volverse un poco aburrida.
Pero no te preocupes, porque las relaciones no se basan sólo en el sexo, pero si vuestras libidos coinciden, entonces tenéis una combinación ganadora.
Saben exactamente lo que quieres
Es como si te leyeran la mente. Te pica algo y saben dónde rascarte.
Cuando estás cargado sexualmente, necesitas estar satisfecho y si su pareja le satisfaceentonces has cerrado un círculo perfecto.
Los dos estáis perfectamente sincronizados y sabéis exactamente lo que quiere el otro.
En la cama, nadie puede con vosotros y vuestra relación sexual está en pleno apogeo, lo que ayudará a que el resto de vuestra relación siga por el buen camino.
Los dos se comunican sin palabras
Cuando os miráis, no necesitáis palabras para comunicaros. Lo hacéis en la vida real y en el dormitorio.
El lenguaje sucio surge de forma natural y se sabe exactamente lo que quiere el otro.
Es como si tuvierais poderes telequinéticos para leeros la mente. Y cuando os juntáis, saltan chispas por todas partes porque la carga sexual está por las nubes.
El sexo no es egoísta
Por supuesto, todo el mundo quiere sentir placer durante el sexo. Todos estamos en esto por lo mismo y normalmente la gente puede dejarse llevar un poco y volverse egoísta.
Sexo se convierte en todo sobre ellos y nada sobre la otra persona.
En una relación con carga sexual, no se trata de una persona, sino del resultado final. Tu pareja y tú trabajaréis mutuamente en beneficio de los dos.
Y el resultado será alucinante. No hay egoísmo en absoluto.
Os miráis fijamente
Pueden hacerlo durante horas y nunca sentirse incómodos. Podéis miraros a los ojos y permanecer así porque hay una fuerza mayor que os atrae el uno al otro, una química inexplicable que simplemente está ahí.
No es forzado porque no puedes actuar esas cosas.
Confiáis los unos en los otros
Para empezar, hay que tener química. Tiene que haber algo que te atraiga del hombre que te gusta y que haga lo mismo por él. Lo siguiente es la confianza.
La confianza es la base firme sobre la que seguir construyendo la relación. Además, la confianza hace que la química sea aún más ardiente y salvaje.
Cuando tu pareja confía en ti, significa que te respeta. Y al respetarte, respeta tu cuerpo. Conoce cada centímetro de él y sabe exactamente cómo hacerte feliz y satisfacerte.
No se cansan de ti
Nunca se aburren de tus caricias. Aunque no estéis en una situación sexual, si le tocas o chocas suavemente con él, se excitará porque tu tacto, el roce de tu cuerpo en el suyo lo vuelve loco.
Enciende todas las alarmas en su interior al instante. Es química, no puedes apagarla.
Quieres probar cosas nuevas
Puede que haya cosas que siempre hayas querido probar pero nunca te hayas atrevido. Puede que te diera vergüenza o que fueras demasiado tímido.
Temías que tu pareja pudiera juzgarte por algún motivo.
Con él, no tienes que preocuparte por eso. Estás tan relajada y segura que quieres probar todo lo que se te ocurra con él y te sientes bien.
Te excitas al instante
Es seguro decir que apenas tienen que tocarte. Basta una mirada en tu dirección para que te vuelvas loco listo para la acción.
La energía sexual está a vuestro alrededor, así que es normal que no podáis resistiros.