Sentirse solo de vez en cuando nos ocurre a todos y no tiene nada de trágico.
Pero una cosa es que sepas que estás solo y otra completamente distinta que estés en una relación en la que tu pareja te hace sentir solo.
Porque no hay nada más doloroso que estar juntos pero sentirse solos.
Sientes que no tienes compañero de vida y te sientes más sola a su lado que cuando eras soltera.
Porque sentirse solo no significa necesariamente estar físicamente solo: puedes estar rodeado de gente pero sentir que nadie se preocupa de verdad por ti y que tu ausencia no cambiaría nada.
Y así es exactamente como tu relación te está haciendo sentir.
Sientes que eres el único que se preocupa, el único que lo intenta, el único que se esfuerza y el único que lucha para que las cosas funcionen.
Así que no puedes evitar preguntarte si tú también eres el único que ama en esta relación.
Bueno, déjame decirte una cosa: así no es como deberían ser las cosas y así no es como debería ser o hacerte sentir una relación real y sana.
No deberías sentir este vacío que estás experimentando.
No deberías estar anhelando el afecto, el amor y la atención de tu pareja y no deberías sentirte tan desgraciada o no deseada.
Esto no es lo que te mereces, porque una relación sentimental nunca debería complicarte la vida ni hacerte menos feliz.
Porque si es así, ¿qué sentido tiene?
No mereces ser el plan de respaldo de nadie ni red de seguridad. No mereces ser la persona a la que este chico llama sólo cuando necesita un hombro sobre el que llorar y alguien que le escuche.
La persona a la que recurre cuando atraviesa una mala racha y cuando su vida es un desastre.
No te mereces estar con alguien que no te aclara lo que siente por ti. Con alguien que no puede comprometerse y que no te da ningún tipo de certeza.
No te mereces estar en una relación en la que sientas que estás suplicando u obligando a la otra parte a estar contigo.
Donde sientes que sólo eres conveniente para él en este momento exacto y nada más.
No te mereces una relación en la que tengas que pedir toda la atención de tu pareja. En la que te sientes poco querido y como una carga para la otra persona.
Una relación en la que estás desatendida emocionalmente y en la que tienes que perseguirle para que te dé lo que necesitas.
No te mereces estar en una relación en la que tu novio te trata como si pudiera darte la espalda en cualquier momento.
En una relación en la que ni siquiera puedes hacer planes de futuro a corto plazo porque sencillamente no sabes cuánto tiempo se quedará.
No te mereces un tipo que no está dispuesto a esforzarse o alguien que te trata bien sólo cuando le apetece.
Un tipo al que no le importa una mierda que tu relación vaya cuesta abajo y que no está dispuesto a mover un dedo para mejorar las cosas.
Un tipo al que no le importa tenerte a su lado ahora, pero al que no le afectaría ni le molestaría mucho perderte.
En cambio, te mereces un hombre de verdad con el que puedas contar en los días buenos y malos. Un hombre que estará a tu lado cuando más lo necesites.
Un hombre en el que puedes confiar y que siempre te cubrirá las espaldas. Un hombre que será tu roca y tu puerto seguro.
Te mereces un hombre maduro que sabrá lo que es una relación sana y que dará lo mejor de sí para que las cosas funcionen.
Un hombre que te ame y te trate como debes ser amada y tratada.
Tienes derecho a mucho más y mejor de lo que recibes ahora.
Así que, por favor, mira la verdad a la cara y comprende que ya es hora de que dejes de conformarte con menos y peor de lo que te mereces.