Sí, te quiere. Te ama como nadie te amará jamás, pero nunca te suplicará.
Ella nunca suplicará por tu atención, palabras bonitas y gestos porque si no vienen de lo más profundo de tu corazón, ni siquiera los quiere ni los necesita.
Nunca mendigará amor. Así que, si no estás loco por ella de la misma manera que ella está loca por ti, hazle un favor, ¡y déjala en paz!
Está cansada de todos esos amores mediocres y palabras egoístas.
Está cansada de esperar. Está harta de manipulaciones. Así que, si tus intenciones no son puras, ¡ni te molestes en acercarte a ella!
Ni te molestes en venderle tu venenoso tipo de amor porque si lo haces, ella lo sabrá.
Hay una cosa que tienes que entender sobre ella. Cuando ama, ama incondicionalmente.
Da todo de sí misma para que su ser querido se sienta especial, y por eso no cree en las excusas.
Y si no estás dispuesto a esforzarte por conquistarla, por favor, déjala en paz.
Está harta de palabras falsas y de palabras dulces. Si te gusta de verdad, arremángate y demuéstraselo.
No esperes que se enamore de ti con una sola palabra, porque no lo hará.
Sé un hombre y gánatela como hombres de verdad ¡Hazlo!
Gánatela como si realmente lo sintieras. Haz que se sienta especial manteniéndote firme en tus decisiones, preocupándote por ella y estando loco por ella.
Y si no estás dispuesto a hacer nada de eso, ¡no te molestes en perseguirla!
Si no estás preparado para amarla como ella te ama, entonces déjala en paz.
No dejes que espere sólo porque sabes que lo hará.
No la trates como tu opción cuando sabes que para ella, tú serás una prioridad.
Si no estás preparado para mover el culo y ser un hombre de palabra, entonces déjala en paz, ¡y no le hagas perder más el tiempo!
Si no estás listo para un compromiso, no la tortures.
Si no estás dispuesto a cumplir tus promesas, no te molestes en hacerlas.
Si no estás preparado para estar ahí cuando ella te necesite, no te molestes en quedarte.
Ya no es la misma chica de antes.
Se cansó de casi amores y casi amantes, así que si no estás dispuesto a corresponderle, vete.
Sepa que ya no es la misma chica que se sentaba junto a su teléfono y esperaba todo el día a que la llamaran.
Ya no es la misma chica que antes se creía todo lo que le decían.
Se ha prometido a sí misma que nunca más volverá a luchar por el hombre equivocado.
Nunca entregará su corazón a alguien que no esté preparado para recibirlo.
Y si no estás preparado para aceptarlo, déjala en paz!
Si de verdad te gusta, demuéstraselo con tus actos.
Si de verdad te importa, ¡no la hagas esperar!
Si realmente quieres estar con ella, ¡no hagas que se cuestione sus decisiones!
Y si no, ¡no te molestes en hacer nada!
No pienses que es la misma chica ingenua que se va a creer todo lo que le digas. No lo es.
Sabe muy bien lo que quiere, y sabe muy bien lo que da.
La única diferencia es que esta vez no sacrificará su propia felicidad por el bien de los demás.
Ya no alimentará a nadie con su amor puro y, a cambio, recibirá el tóxico.
Ya no estará ciega y locamente enamorada de alguien que no está preparado para ello.
Ya no entregará su corazón en bandeja y verá cómo lo devora la codicia.
Y si eres el adecuado para ella, lo entenderás.
Si realmente estás dispuesto a amarla como se merece, actuarás como tal.
Pero si no lo eres, ¡hazle un favor y aléjate de ella!