Tengo un amigo al que conozco prácticamente de toda la vida. Nos conocíamos del colegio y vivíamos cerca el uno del otro, así que siempre salíamos juntos. No fue hasta la universidad cuando nos hicimos grandes amigos.
Es muy inteligente, sarcástica, ingeniosa y guapa. Siempre tenía una lengua afilada y era la más divertida en todas las reuniones.
Además, tenía una relación estable de larga duración. Su vida era todo lo que siempre quise para mí.
Recuerdo un día que estábamos tomando un café con leche en nuestra cafetería favorita y me dijo que su novio estaba cerca, dando vueltas en su coche y que iba a darle un beso de saludo.
Recuerdo que pensé y le dije: "Omg, eso es super lindo".
Con el tiempo, nos hicimos muy amigas. Le dije que tenía una vida estupenda: "Eres guapa, estás acabando la universidad, le gustas a todo el mundo y tienes una relación estupenda llena de comprensión y confianza". Se rió un poco cuando se lo dije.
En otra ocasión, salimos a correr y su novio, al que aún no conocía, la llamó y le preguntó adónde íbamos.
Hice una broma, cogí su teléfono y le dije: "Vamos a salir con unos chicos guapos de la universidad". Me di cuenta de lo incómoda que estaba.
No recuerdo qué pasó entre medias; ella se graduó y a mí aún me quedaban dos semestres, así que volví a la universidad y ella me llamó, diciendo que habían roto.
Me lo contó todo en una especie de código, como si tuviera miedo de hablar por teléfono.
Cuando volví a casa me lo confesó todo. Toda su relación era una mentira. Era una persona extremadamente celosa y agresiva.
Recuerdas la vez que se pasó a "besarla", pues solo la estaba controlando. Y aquella vez que hice una broma sobre los chicos de la uni, bueno, él no la creyó y la abofeteó por ello.
Ella me habló de montones de situaciones en las que él estaba celoso y paranoico y la golpeaba sólo porque creía que era lo correcto.
Le pregunté cómo se las arreglaba para estar tan bien y feliz delante de nuestros amigos y me contestó que cuando estaba entre nosotros, vivía la vida que quería.
Su relación duró mucho tiempo. Dijo que tenía miedo de romper con él porque amenazaba con suicidarse o matar a su familia y a ella.
Le lavó el cerebro y ella tenía miedo de contárselo a alguien.
En un momento dado, tuvo miedo de pedirle que fueran al cine a ver la nueva película de James Bond porque él podría pensar que ella está "enamorada del actor", y entonces enloquecer y herirla físicamente.
Al final, rompió con ella aunque ella seguía sus reglas. Era evidente que estaba loco y ya no podía consigo mismo.
Finalmente se salvó, aunque quería incluso volver con él: el clásico síndrome de Estocolmo. Por suerte, él se alejó y ella se dio cuenta de que la libertad es lo más importante en la vida para ella.
Pensó que nunca volvería a encontrar a nadie. Su autoestima estaba por los suelos y había perdido completamente la fe en los hombres, pero se volvió a enamorar del mejor chico de la historia, que yo le presenté.
Por fin es feliz y vive la vida que siempre deseó.
A veces me sorprendo a mí misma quejándome de un tipo cualquiera que me hizo daño y me bajó la autoestima, entonces pienso en ella y dejo de quejarme.
Es una persona tan buena y fuerte que consiguió salir de todo esto sólo porque creía en el amor y en que hay gente buena ahí fuera.