La gente puede pensar que estar enamorado de alguien y amar a alguien es exactamente lo mismo.
Pero en realidad, no lo son. Ambos términos están relacionados, pero eso no significa que sean intercambiables.
Cuando estás enamorado de alguien, te sientes en la cima del mundo.
Sientes mariposas todo el tiempo y pasas por una montaña rusa de emociones.
Esta persona te entusiasma constantemente y no puedes dejar de tocarla.
Siempre tiene miedo de perderlos y es más propenso a sentir celos sin motivo aparente.
Estas son todas las emociones que sueles sentir al principio, cuando conoces a una persona nueva y te deja boquiabierto.
En cambio, amar a alguien es completamente diferente.
Enamorarse suele ocurrir de la noche a la mañana, mientras que llegar a amar a alguien es un proceso.
Cuando amas a alguien, esa persona es la que te tranquiliza.
Es la persona con la que puedes ser tú mismo, la persona que te ha visto en tus mejores y en tus peores momentos.
Es la persona en la que confías y con la que puedes pasar un día entero sin decir una palabra.
Es tu casa y tu puerto de paz.
En la mayoría de los casos, llegas a amar a alguien, y es un sentimiento que permanece dentro de ti, incluso cuando todas las mariposas de tu estómago han volado.
Y si no queda nada cuando desaparece la excitación inicial, significa que no era amor.
Al menos, no era amor verdadero.
Dicen que uno puede enamorarse muchas veces, pero que no llega a amar a todas las personas de las que se enamora.
Y cada vez que pienso en ti, no sé cuál de estas cosas sentí.
Todo el mundo, incluida tú, sabe lo loca que estaba por ti.
Es bien sabido que estaba dispuesta a hacer lo que fuera por estar contigo y que he hecho muchos sacrificios por tu bien.
Sabes muy bien que siempre he actuado como si no pudiera vivir sin ti y que eras la única persona que podría haberme hecho feliz.
Eso tenía que ser amor, ¿verdad? ¿Pero y si no lo era?
¿Y si nunca te he amado, y si he estado enamorada de ti todo este tiempo?
La verdad es que los dos pasamos años juntos.
Y probablemente pensarás que es imposible estar enamorado de alguien con quien llevas tanto tiempo.
Pero la verdad también es que nunca te tuve del todo.
Siempre fuimos un encendido y apagadoy yo siempre te perseguía.
La verdad es que nunca pasamos un tiempo decente juntos, sin tensiones.
Nunca tuve la oportunidad de ver si me aburriría de ti.
La verdad es que nunca te quedaste conmigo para darme la oportunidad de ver si realmente te amaba o todo esto era por mi ego.
¿Todo esto era en realidad pasión que no podía controlar y que he confundido con amor?
¿Hice todo lo que hice porque tenía que demostrarme a mí mismo que siempre puedo tenerte, pase lo que pase?
¿Porque tenía que demostrarme a mí misma que era especial para ti?
¿Porque tenía que demostrarme que me querías?
Ahora que lo pienso, pasé la mayor parte de nuestra relación analizando tus sentimientos por mí.
Siempre estaba tan centrada en ti y en lo que sentías por mí que llegué a olvidarme por completo de mí misma.
Ahora que lo pienso, ni una sola vez me paré a pensar en mis sentimientos.
Ni una sola vez me he preguntado si esto era de verdad y si te quería de verdad.
A decir verdad, constantemente dejándome y volviendo a mí no me dio la oportunidad de reconsiderar mis emociones.
Los dos estábamos siempre a punto de romper o a punto de volver a estar juntos.
Y ambas situaciones siempre me consumían hasta el punto de que nunca tenía la oportunidad de pensar las cosas de verdad.
Y tal vez por eso siempre has sido tan especial para mí, porque nunca pude entenderte, y nunca pude entenderme a mí misma, cuando estaba contigo.