¿Conoces a ese chico guapo que te da mariposas y que hace tu vida mucho más emocionante?
¿El chico con el que sabes que no tienes futuro, el chico que nunca ha tenido una relación seria antes que tú y el chico que, obviamente, tiene profundos problemas de compromiso?
Mirando las cosas desde esta perspectiva, la primera pregunta que cualquiera con un poco de cordura se haría es ¿por qué alguien así resultaría atractivo para las mujeres?
Bueno, el hecho es que no existe una mujer que no se haya topado con un jugador al menos una vez en su vida.
Para empeorar aún más las cosas, probablemente no exista ninguna mujer que no haya intentado convertir a este jugador en un hombre decente (pero fracasó).
Por otro lado, si eres una mujer que aún no ha pasado por este viaje inútil y sigues convencida de que puedes conseguir que un jugador se comprometa, ¡aquí tienes 10 etapas por las que seguro que pasarás!
1. Crees que también estás jugando
Al principio, cuando conoces a un chico que se niega a comprometerse y al que le van los juegos de citas modernos, te engañas a ti mismo que me sigas el juego.
Ves este acuerdo como algo divertido y excitante y crees que estás disfrutando.
Lo que no ves es que de ninguna manera estás participando en todo esto voluntariamente.
En lugar de eso, no eres más que una marioneta en sus manos tóxicas y, antes de que te des cuenta, te ves arrastrado a sus juegos.
2. Lo ves como un reto
La siguiente etapa es verlo como un reto. Tienes como objetivo ser tú quien cambie su forma de ser y abra su corazón al amor.
Después de todo, ¿quién podría hacerlo, si no usted? ¿Qué otra chica sería digna de que se convirtiera en un hombre maduro al que no le cuesta comprometerse y dedicarse a una relación seria?
Decides poner todo tu empeño en conseguir tu objetivo y no ves el fracaso como una opción.
3. Esperas que cambie
Junto con todo esto, tus esperanzas aumentan. A pesar de la evidente realidad, empiezas a vivir en un país de ensueño en el que un día este chico se convertirá en el hombre que quieres y necesitas que sea.
Ignoras por completo todo lo que ocurre a tu alrededor, todas las señales claras que ha estado enviando y todas las banderas rojas que te dicen que corras por tu vida. En cambio, basas todos tus planes de futuro en una simple esperanza, que no tiene fundamento.
4. Pones todo tu empeño en
Después de eso, empiezas a intentar hacer que este tipo se comprometa. Te esfuerzas al máximo y pruebas diferentes opciones y tácticas.
Por un lado, decides demostrarle que eres la única mujer en este mundo que merece un lugar en su corazón.
Decide hacerle ver que el amor verdadero es hermoso y algo de lo que no debería huir.
Sin embargo, por otro lado, a veces piensas que lo mejor sería darle a probar de su propia medicina.
También intentas hacerte la difícil, esperando a que él venga a ti.
5. Sufres
Antes de que te des cuenta, acabas atrapada en ese círculo sin fin en el que tú pones todo tu empeño y a él le importa un bledo, en un círculo en el que intentas que él venga a ti y te pierdes a ti misma en el proceso.
Sientes este dolor inevitable porque ves que eres el único que lucha, el único que lo intenta y el único que trata de construir algo a partir de esta relación que está condenada al fracaso.
Te guste admitirlo o no, tu corazón se está rompiendo poco a poco en mil pedazos.
La tristeza te abruma hasta el punto de convertirse en lo único que sientes.
6. Empiezas a perder la esperanza
Al cabo de un tiempo, empiezas a perder la esperanza. Admites que esto no va a ninguna parte y que todos tus esfuerzos han sido en vano.
A pesar de que es lo último que quieres hacer y por mucho que te duela, empiezas a mirar la verdad a los ojos.
7. Te rindes
Finalmente, después de todo el dolor y de todo lo que has pasado, aceptas la dura y brutal verdad: esta el hombre nunca cambiará y que nunca te quiso como tú querías.
Al final, no importa si está emocionalmente dañado o si simplemente no le gustas, lo importante es que nunca se comprometerá y que es hora de rendirse sobre él.
Eso es exactamente lo que haces: le echas de tu vida, comprendiendo por fin que es la única opción real que tienes.
8. Intenta curar
Sin embargo, el hecho de que por primera vez te enfrentes a las cosas tal y como son en realidad no significa que estés perfectamente.
Por el contrario, esto no es más que el principio de su proceso de recuperación.
Esta es la etapa en la que curar y herir al mismo tiempo.
Hay días en los que sientes que morirás sin él, en los que sientes que le echarás de menos para siempre y días en los que te arrepientes de no haber aprovechado otra oportunidad.
Por otro lado, también hay días en los que sabes que hiciste lo correcto, días en los que tu sonrisa no tiene nada que ver con él y días en los que sabes que estarás mejor.
9. Aprendes de tus errores
Simultáneamente, aprendes algunas lecciones valiosas. Ves que todo sucede por una razón e incluso le das las gracias a Dios por haberte salvado a tiempo de este hombre.
Aprendes que no puedes cambiar a nadie y decides no volver a intentar hacer nada parecido.
Aprendes que nunca debes poner todo tu empeño en reparar a un hombre roto y quedarte al margen mientras tanto.
10. Sigues adelante
Finalmente, ¡sigues adelante! Sí, lo has oído bien: te olvidas de ese tipo, le perdonas y tu vida sigue adelante, como si nunca hubiera formado parte de ella.