Cuando te enamoras, quieres un cuento de hadas en la vida real. Quieres a alguien que te deje boquiabierto y te provoque mariposas y emoción.
No quieres un amor corriente. Quieres sentir que estás en la cima del mundo y que puedes conseguir cualquier cosa siempre que tengas a ese alguien especial a tu lado.
Quieres un hombre que te haga sentir viva, un hombre que haga que cada día merezca la pena ser vivido y recordado. Quieres pasión y aventura y no estás dispuesta a conformarte con menos.
Y esto es todo lo que este chico te está dando. Desde que lo conociste, sientes que has perdido todo el control de ti misma y como si estuvieras atravesando una montaña rusa de emociones. Y lo mejor es que te gusta.
Pero también quieres seguridad y estabilidad. Quieres tener a alguien en quien puedas confiar y alguien que siempre esté ahí para ti.
Quieres un hombre con el que puedas contar en las buenas y en las malas y un hombre que sea tu mayor apoyo en los días buenos y en los malos. Un hombre que te cuide cuando estés enferma y que se preocupe por si has llegado bien a casa.
Quieres un hombre cuyos sentimientos nunca tendrás que cuestionar. Un hombre que te quiera igual en lo mejor y en lo peor. Alguien ante quien puedas ser tú misma y alguien con quien puedas planear un futuro.
Pero esto no es lo que tienes con tu novio. Y cuando lo piensas, todo lo que estás recibiendo de él es una tonelada de tal vez.
Puede que le veas esta noche, como te prometió. Pero quizá te duermas arreglada, con el móvil en la mano, esperando desesperada su llamada o su mensaje. Puede que mañana encuentre tiempo para ti o que se vaya a ver a sus amigos porque tú estás al final de su lista de prioridades.
Quizá simplemente se olvidó de responderte porque estaba demasiado ocupado. O porque eras lo último en lo que pensaba.
Puede que se esté haciendo el duro y luchando contra sus sentimientos por ti o puede que sólo esté jugando contigo. Puede que vea vuestra relación como algo serio o puede que piense que es una aventura sin sentido. Puede que seas la única chica en su vida, pero también existe la posibilidad de que esté viendo a un montón de otras mujeres simultáneamente.
Puede que te quiera a su manera, pero también existe la posibilidad de que no le importes en absoluto. Puede que sea incapaz de amar en absoluto o que simplemente se esté aprovechando de tus sentimientos hacia él. Puede ser emocionalmente roto o tal vez es sólo un imbécil egoísta.
Y la lista continúa.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez si su casi amor es lo que necesitas en la vida? ¿Es el chico que parece no decidirse por ti lo que realmente mereces o quieres? ¿O te estás conformando con ese tal vez porque esperas que algún día entre en razón y se convierta en el hombre adecuado?
Bueno, ¿adivina qué? No lo hará. Nunca cambiará y nunca se convertirá en el hombre maduro que esperas que sea. Siempre seguirá siendo el Sr. Equivocado y es hora de que lo aceptes.
Es hora de que deja de justificarlo y que dejes de buscar excusas para su comportamiento. Es hora de que dejes de pensar demasiado y de que dejes de intentar meterte en la cabeza de este chico.
Es hora de que dejes de intentar descifrar sus señales contradictorias y de que dejes de intentar leer entre líneas. Es hora de que pongas fin a esta casi relación y dejes de conformarte con su casi amor.
Es hora de que aceptes que tienes derecho a más y mejor. Es hora de que te alejes de este hombre porque esa es la única manera de que tu Sr. Correcto entre en tu vida.
Porque llegará cuando menos te lo esperes. Y cuando lo haga, estarás segura de su amor como nunca has estado segura de nada más en tu vida. Y no tendrás ninguna duda de que él es el indicado para ti.