Dicen que las personas que se conocen desde hace más de 7 años se consideran familia.
Pues bien, oficialmente hemos cumplido ese plazo, y creo que el final de la década es la ocasión perfecta para darles las gracias y darles la bienvenida a la familia.
Creo que tú y yo somos la prueba viviente de que existe la química entre amigos.
Congeniamos y empezamos a hablar.
Nos resultó muy fácil abrirnos y confiar el uno en el otro.
La conversación fluyó y salir contigo cada vez más a menudo se convirtió en algo natural.
En los primeros meses de nuestra amistad, vi que eras mi alma gemela.
Aún no puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde la primera vez que nos vimos.
Por otra parte, siento como si te conociera de toda la vida.
Realmente no sé dónde estaría si no hubiera sido por vuestro apoyo.
Creíste en mí cuando yo no tenía fe en mí mismo.
No dejabas de despertarme y darme el impulso que necesitaba para seguir adelante.
Nunca lo olvidaré.
Gracias por ser una bofetada de realidad cuando la necesitaba.
Gracias por recordarme que soy digna de amor y que merezco algo mejor.
Gracias por estar ahí en mis momentos más bajos.
Me escuchaste. Me mandaste mensajes para ver cómo estaba.
Lloraste conmigo. Estabas ahí, y eso era todo lo que necesitaba.
Sé que te desviviste por hacerme más llevadero el dolor.
Sé que cualquier otra persona en tu lugar no habría aguantado mis problemas reales y mis dramas sin sentido.
Pero tú no eres cualquiera.eres mi persona.
Espero ser también tu persona. Hago todo lo posible por estar a tu lado en todo momento.
Siempre soy sincero contigo.
Sabes que te cubro las espaldas y que te apoyaré incluso cuando no esté de acuerdo contigo.
Es sólo que eres mejor con las palabras que yo. Tienes un don para decir las cosas correctas en el momento adecuado.
Por otro lado, todo lo que digo sale mal.
Pero al menos te hago reír, ¿no?
Me encantan nuestras risas.
A veces nos reímos tanto que nos cuesta respirar.
Los chistes internos y los comentarios sarcásticos son nuestras herramientas de comunicación.
Sé que parecemos raros para la gente que nos observa, pero no me importa.
Lo importante es que nos divirtamos.
Hacemos que los días difíciles sean más fáciles y que los días buenos sean mejores gracias a nuestro sentido del humor compartido.
Gracias por compartir mi felicidad como si fuera la tuya.
Gracias por no permitir que nada (ni siquiera nosotros) se interponga en nuestra amistad.
No voy a endulzar nuestra historia: también tuvimos días amargos.
Tuvimos nuestras diferencias y malentendidos.
A veces nos enfadábamos o nos poníamos de los nervios.
Lo importante es que nunca permitimos que el orgullo o nuestros remilgos se interpusieran en nuestra amistad.
Siempre encontramos la manera de solucionar las cosas.
Nuestra amistad siempre fue más grande que cualquier problema al que pudiéramos enfrentarnos.
Gracias por perdonarme.
Gracias por todas las veces que te disculpaste y admitiste que te habías equivocado.
Me encanta que seamos así-desordenado, defectuoso, difícil a veces.
Eso es lo que nos hace humanos; eso es lo que hace que nuestra amistad sea real.
Quiero que sepas que no cambiaría lo que tenemos por nada en este mundo.
Quiero que sepas cuánto te aprecio.
Quiero que sepas te mereces el mundo.
Al entrar en esta nueva década, quiero dedicarles un momento a darles las gracias por ser ustedes.
Gracias por todos estos hermosos recuerdos.
Gracias por todas las conmovedoras cartas de feliz cumpleaños.
Gracias por ser mi mejor amigo.
Gracias por ser mi familia.