Un estilo de apego es un patrón de comportamiento que muestras en relación con los demás y la forma en que te apegas a tus seres queridos. Es la forma en que actúas en tus amistades y en tus relaciones románticas y familiares.
El estudio original de los estilos de apego se refería principalmente a la relación entre padres e hijos, pero más tarde los expertos se dieron cuenta de que las relaciones entre adultos también funcionan de forma similar.
Existen cuatro de estos estilos y todos tenemos uno que es predominante y que dicta nuestro comportamiento en relación con las personas importantes de nuestra vida.
Fijación segura
Si perteneces a este estilo de apego, lo más importante para ti en las relaciones románticas es la seguridad.
Nunca dejarías entrar a alguien de quien no estás seguro o a alguien que no puede darte la seguridad que anhelas en tu corazón.
No buscas mariposas ni excitación porque sabes que el verdadero amor es más que eso. No necesitas pasión que te abrume, sólo para que se desvanezca.
Eres lo suficientemente maduro para elegir siempre el amor permanente por encima de la lujuria temporal. Saber que la intimidad es mucho más que la acción tórrida en el dormitorio.
En lugar de buscar un amor a primera vista, buscas a una persona cuyo amor sientas como tu hogar.
Alguien que sea tu compañero de vida, alguien que te dé calma y alguien que sea tu puerto en las tormentas más difíciles.
Cuando se trata de ti, todo sucede gradualmente. Una vez que conoces a la persona de tu vida, no hay fuegos artificiales ni dramas innecesarios.
De hecho, te enamoras mientras conoces a tu pareja. No tienes deseos de cambiarla y sus cualidades te atraen, una a una.
Aunque algunos puedan considerar aburridas este tipo de historias de amor, lo cierto es que este tipo de relaciones suelen durar toda la vida.
Apego Inseguro Evitativo
Al contrario que en el estilo de apego anterior, sueles dejarte llevar por tus inseguridades cuando estás en una relación romántica.
Inconscientemente, en el pasado, desarrolló una tendencia a enamorarse de hombres emocionalmente inaccesibles.
Para los hombres que no pudieron darte el amor que merecías y que no tenían las capacidades emocionales que necesitabas.
Por lo tanto, aleccionado por experiencias dolorosas anteriores, tiene problemas para establecer una cercanía emocional en cualquier relación y especialmente en las románticas.
Con el tiempo, has llegado a la conclusión de que los hombres no responderán a tus sentimientos, así que has aprendido a reprimirlos.
Ahora, te cuesta dejar entrar a la gente hasta el final. Tienes volverse reservado y construiste muros alrededor de tu corazón que mantienen fuera a todos los intrusos.
Después de todas las decepciones que has sufrido, has aprendido que la única forma de protegerte es seguir siendo una persona precavida y cerrada y no permitir nunca que alguien nuevo te aplaste.
Apego ambivalente/ansioso
Las personas que pertenecen a este estilo de apego suelen depender emocionalmente de personas de su vida, especialmente de sus parejas sentimentales.
Una vez que te enamoras, tu hombre se convierte en el centro de tu mundo y en la única causa de tu existencia.
El miedo a que te deje se apodera de ti por completo y estás dispuesta a hacer lo que haga falta para evitarlo.
De repente, te conviertes en una complaciente y cambias la esencia de tu personalidad, sólo para gustarle más a este chico.
Quieres evitar a toda costa el rechazo y el abandono, y las inseguridades y miedos relacionados con ello te hacen sentir necesitado y pegajoso.
Te preocupa ser el que más quiere y el único que lucha por vuestra relación.
Apego desorganizado
El nombre lo dice todo: eres imprevisible y suele parecer que ni siquiera sabes lo que quieres.
Tus acciones suelen confundir a tu pareja y parece que tu comportamiento no tiene sentido ni orden.
No sólo eso: también se te considera una auténtica reina del drama en todas tus relaciones. Te gusta la persecución y jugar a juegos fríos y calientes.
Tienes la costumbre de fingir difícil de conseguirsólo para probar el amor de tu pareja por ti.
Naturalmente, todo esto te lleva a tener una montaña rusa de emociones. Conduce a una relación romántica turbulenta, que al principio parece una conexión apasionada pero acaba siendo una auténtica pesadilla.