Estás en las nubes. Tu pareja es la mejor persona que has conocido. Es tu alma gemela y estás seguro de que vuestro amor durará para siempre.
Por alguna razón, no acabas de entender por qué tus amigas se quejan constantemente de sus parejas. No están satisfechas y, desde luego, no son felices.
Como buen amigo que eres, intentas salir con ellos y darles consuelo y consejos. No puedes decirles que les comprendes del todo porque en realidad no es así.
Tu hombre te trata bien. Te quiere y se preocupa por ti como siempre has deseado. No le sustituirías por el hombre más guapo del mundo.
¿O quizás sí?
Aparece en la televisión y en todas partes podemos ver cómo debería ser una relación perfecta. Los hombres deberían ser ricos y asegurarse de que sus mujeres viven en el lujo. Oyes a tus amigas quejarse por no haber recibido regalos caros en sus cumpleaños o por no haber sido invitadas a un país tropical durante las vacaciones de verano.
La insatisfacción por el hecho de que nuestros hombres no sean tan perfectos como los que vemos en la televisión va en aumento. Por todas partes nos damos cuenta de que nuestras relaciones no son como se supone que deberían ser.
Así es como se estropea una buena relación. Empiezas a comparar a tu hombre con otros hombres, los hombres aparentemente perfectos.
Empiezas a recordar todos esos cumpleaños en los que no recibiste regalos caros y todas esas vacaciones de verano que tuviste que pasar en casa. Y te sientes decepcionado.
Pero, ¡no olvidemos esto! Ese hombre que no te compró un regalo caro por tu cumpleaños sí se acordó de que era tu cumpleaños. Te dijo que te quería. Se dejó la piel para que tuvieras una vida decente.
Ese hombre con el que has empezado a sentirte insatisfecha es el que siempre estuvo (y sigue estando) a tu lado. Era tu alma gemela hasta que empezaste a ponerle precio.
Sé sincero contigo mismo.
Tómate un momento para apreciar todas esas cosas maravillosas que tu hombre hace por ti. Deja de compararle con los demás y verás claramente que es todo lo que siempre has querido.
No lo pierdas por estupideces y no estropees tu relación. No pierdas a un buen hombre porque si lo haces, sería la peor decisión de tu vida.