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Cómo arreglar una relación rota: 10 maneras de arreglar las cosas

Cómo arreglar una relación rota: 10 maneras de arreglar las cosas

Si se pregunta cómo arreglar una relación rota y hacer que dure, sepa que acaba de aterrizar en el lugar adecuado.

Las relaciones rotas se han convertido en una epidemia de la sociedad moderna y, no hace mucho, yo me encontraba en la misma situación.

Me encontraba en una encrucijada en la que luchaba por decidir si quería luchar por mi relación rota o simplemente seguir adelante.

Y ahora me alegro de no haberme rendido porque hoy no podría ser más feliz y puedo decir que por fin tengo una relación sana y satisfactoria.

Y tú también puedes serlo.

El primer paso para arreglar una relación rota es saber qué ocurrió exactamente y cuál fue el desencadenante en primer lugar, para comprender mejor toda la situación.

Así que, ¡empecemos!

Al principio, todas las relaciones pasan por la "fase de luna de miel", en la que todo parece mágico porque no puedes esperar a ver a tu pareja y pasar tiempo juntos, no podéis dejar de pensar el uno en el otro, os reís, os abrazáis y todo es perfecto.

Pero, por desgracia, esta "fase de luna de miel" no dura mucho.

Al cabo de tres o cuatro meses, tus relaciones entran en otra fase más realista, en la que te enfrentas a diversos problemas y problemas de pareja.

En esta fase, o sigues construyendo una relación sana o te pierdes y acabas en una mala relación que es tóxica tanto para ti como para tu pareja.

Cuando eso ocurre, tienes dos opciones: Puedes arregla tu relación rota o renunciar y seguir caminos separados.

Pero, ya que estás aquí, asumo que ya has tomado una decisión y has decidido tomar las cosas en tus manos y buscar formas que te ayuden a arreglar tu relación rota.

¡Y has hecho algo bueno!

Pero hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de hacer nada.

Para ser más precisos, hay algunas preguntas que debes hacerte para estar cien por cien seguro de que arreglar tu relación es exactamente lo que quieres y de que merece la pena salvarla.

Y son las siguientes:

- ¿Ambos queréis lo mismo?

- ¿Queda suficiente energía en la relación para darte la fuerza necesaria en el proceso de arreglo?

- ¿Hay algún problema oculto que te impide volver a conectar?

- ¿Aún estáis dispuestos a intentarlo?

Tómate un tiempo para pensar en estas preguntas y respóndelas con sinceridad, porque arreglar una relación rota es cuestión de voluntad y esfuerzo mutuos.

No es algo que pueda hacer un solo miembro de la pareja (aunque siempre se puede intentar).


Reparar una relación duradera o un matrimonio roto requiere mucho tiempo, paciencia y una voluntad firme.

Como todo, una relación rota no se arregla de la noche a la mañana. Es un proceso.

Es un proceso que requiere comprender qué ocurrió exactamente en la relación, comprensión, paciencia y una voluntad firme a la hora de hacer que tu relación funcione.

CÓMO ARREGLAR UNA RELACIÓN ROTA ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE

Ahora que hemos repasado la lista de las causas más comunes de las relaciones rotas, es hora de aprender cómo arreglar una relación rota.

Aquí tienes algunas ideas útiles que te ayudarán a arreglar tu relación en poco tiempo:

1. Hacer un esfuerzo consciente por ambas partes

Cuando se trata de arreglar relaciones rotas, lo primero que hay que hacer es un esfuerzo consciente por ambas partes (eso es exactamente lo que te diría cualquier consejero matrimonial).

Tienes que asegurarte de que ambas partes están igual de implicadas y dispuestas a salvar la relación, porque para bailar un tango hacen falta dos.

Se necesitan dos individuos para cometer errores, para romper una relación y también para arreglarla.

Si uno de los socios no está dispuesto a cooperar, significa que no le interesa salvar nada.

Y que no te interese significa que no te importe.

Y no dar importancia a algo significa no estar dispuesto a progresar y hacer las cosas bien.

2. Apunta y analiza la causa de tu relación rota

El siguiente paso es identificar y analizar la causa de la ruptura de su relación.

La lista anterior puede ayudarte con eso, así que todo lo que tienes que hacer es centrarte en los problemas que reconoces en tu relación como la pérdida de atención, la incompatibilidad en el dormitorio, discutir por cosas triviales, guardar resentimiento, o cualquiera que sea el caso.

Encontrar la raíz de su disfunción es básicamente la mitad del trabajo hecho, porque para arreglar algo, primero hay que saber lo que hay que arreglar.

3. Comunicar

Si quieres aprender a arreglar una relación rota, la comunicación es la herramienta más poderosa que tienes a tu disposición, así que ¿por qué no utilizarla?

Ten siempre presente que las palabras no dichas, guardar rencor y levantar muros son los mayores enemigos de toda relación.

Y la comunicación es lo que impide que esos enemigos la penetren y la rompan en pedazos.

Por lo tanto, si hay algo en tu mente que te molesta y que te gustaría hablar con tu pareja, asegúrate de hacerlo.

4. Escucha a tu compañero

Como ya se ha dicho, con el tiempo muchas parejas se vuelven sordas a las palabras, necesidades y deseos de su pareja. Por eso, es importante que te recuerdes a ti mismo que debes escuchar a tu pareja, absorber cada una de sus palabras y actuar en consecuencia.

Arreglar tu relación consiste básicamente en dos principios: Hablar y escuchar.

Pero tengo que decir que escuchar es más importante que hablar, porque cuando los dos miembros de la pareja se centran en escuchar, se centran en el otro y no sólo en sí mismos.

5. Trabaja en cambiarte a ti mismo antes de intentar cambiar a tu pareja

Por mi experiencia personal, puedo confirmar lo fácil que es estancarse en una relación y dejar de trabajar en uno mismo.

Por tanto, préstale mucha atención.

Trabaja siempre en ti mismo antes de intentar cambiar a tu pareja.

Al fin y al cabo, la única persona a la que puedes cambiar es a ti mismo.

Recuerda lo que hemos dicho antes: El cambio viene de dentro.

Esfuérzate siempre por convertirte en la mejor versión de ti mismo y eso motivará a tu pareja a hacer lo mismo.

Es la mejor forma indirecta de introducir cambios en tu relación sin forzar ni regañar.

Véase también: 13 Poderosas Maneras De Cambiar Tu Vida Despertando Tu Divino Ser Femenino

6. Aprender a olvidar y perdonar

En lugar de guardar rencor y levantar esos muros cuando ocurre algo malo, muéstrate abierto a perdonar.

Aprende a perdonar, porque de lo contrario, tu relación se llenará de toxicidad y palabras negativas no dichas que son verdaderos destructores de toda relación.

7. Asume la responsabilidad de tus actos

Puesto que el cambio se produce en uno mismo, es importante asumir la responsabilidad de los propios actos.

En lugar de centrarte sólo en los errores y las cosas malas que hace tu pareja, deberías centrarte también en los tuyos y asumir la responsabilidad por ello.

Reconoce tus propios errores, trabaja para mejorar y hacer las cosas bien, busca el perdón y espera lo mejor.

Es la única manera de establecer un equilibrio sano y de hacer cambios en una relación.

8. Asegúrate de dar a tu pareja espacio y tiempo

Uno de los errores más comunes en una relación es pasar demasiado tiempo con la pareja.

Así que, en lugar de pasar cada segundo de tu tiempo libre con ellos, asegúrate de daros un poco de espacio y tiempo para recargar las pilas, para mantener las conexiones con tus amigos y familiares, y para seguir haciendo cosas que te gustaban hacer antes de entrar en una relación.

9. Romper la rutina

Para evitar que tu relación caiga en la rutina o para arreglar lo mismo, introduce algunos cambios y cosas excitantes en tu relación.

Por ejemplo, no vayas a los mismos restaurantes, no hagas las mismas actividades más de una o dos veces por semana y, de vez en cuando, atrévete e introduce alguna actividad nueva que no hayas probado antes.

Podría ser cualquier cosa.

10. Rebobinar momentos felices

Estar en una relación rota significa caer en el laberinto de la negatividad.

Así que, para encontrar una salida, tienes que centrarte en mantenerte positivo.

Y rememorar los momentos felices que habéis pasado juntos te ayudará a conseguirlo.

Preparad vuestras bebidas favoritas, encended unas velas y empezad a hablar de todos los momentos felices y los aspectos positivos de vuestra relación.

El nivel de positividad que aporta esta práctica es diez veces más fuerte que cualquier negatividad.

LAS CAUSAS MÁS COMUNES DE LAS RUPTURAS DE PAREJA

Para arreglar algo o curarnos de algo, lo primero que tenemos que hacer es comprender la(s) verdadera(s) razón(es) o causa(s) que hay detrás.

Al igual que nada puede arreglarse de la noche a la mañana, nada puede romperse de la noche a la mañana.

Las pequeñas cosas, el lenguaje corporal, alimentar las buenas cualidades, reforzar la autoestima del otro, reconstruir la confianza si se ha roto, animar la vida amorosa y hacer que la persona amada se sienta especial son cosas a las que debemos prestar atención en todas las relaciones.

Cuando alguna de estas cosas se convierte en una carga o simplemente no existe, los lazos de tu relación empiezan a debilitarse.

Para entenderlo mejor, he aquí una lista de las razones más comunes por las que se rompen las relaciones:

1. Paredes del edificio

Una de las cosas más problemáticas en una relación es retraerse durante las discusiones, levantar muros o cualquier tipo de comportamiento pasivo-agresivo.

Levantar muros significa no estar dispuesto a hablar con tu pareja, intentar comprender la situación y, juntos, tomar medidas para encontrar una solución.

El retraimiento (especialmente durante las discusiones) es una de las cosas más tóxicas que pueden afectar gravemente a la salud mental de ambos miembros de la pareja y dañar seriamente la relación.

Porque cuando te niegas a hablar de ciertas cosas, cuando te niegas a decirle al otro cómo te sientes realmente, te niegas a dejar ir todas las cosas negativas que, acumuladas, pueden ser realmente perjudiciales tanto para tu bienestar como para tu relación.

Construir muros también puede causar problemas de confianza con el tiempo, porque cuando no estás familiarizado con lo que realmente pasa por la cabeza de tu pareja, se hace difícil confiar en ella.

Y cuando eso ocurre, en lugar de intentar arreglarlo, romper y sobrevivir a un corazón roto se convierte en tu preocupación diaria.

Tu relación pierde valores fundamentales como la confianza, el respeto y el esfuerzo mutuo, que son requisitos indispensables a la hora de establecer una relación sana.

Empiezas a pasar por una mala racha y lo único que puede salvaros a los dos es reconocer el problema, estar dispuesto a reconstruir la confianza abriéndote a tu pareja y el esfuerzo mutuo.

2. No estar en la misma página

La segunda razón más común por la que las relaciones llegan al punto de ruptura es no estar de acuerdo. ¿Qué significa esto?

Muchas parejas inician una relación o un matrimonio sin hablar nunca con su pareja de sus expectativas y de lo que realmente quieren.

No hablan de sus sueños, deseos y cosas que consideran importantes a la hora de mantener una relación.

Y ahí es donde se producen los enfrentamientos.

Al cabo de un tiempo, la ausencia de afinidad empieza a aflorar.

Y ahí es donde empezáis a discutir sobre cosas como si queréis empezar a vivir juntos (o dónde), si queréis tener hijos en el futuro, sobre vuestras propias ideas de los gestos románticos, la importancia de las pequeñas cosas, hacer que el otro sea especial y las expectativas generales en una relación.

No estar de acuerdo con tu pareja significa no compartir los mismos valores o perspectivas sobre determinadas cosas y/o no estar dispuesto a transigir.

Y esto no tiene nada que ver con el amor.

Tu amor puede ser tan fuerte como siempre, pero los puntos de vista divergentes pueden seguir dañando tu relación (no importa cuánto tiempo lleves en ella).

3. Normas poco realistas

No existe la relación perfecta, ni la pareja perfecta, y así es como debe ser, pero a menudo lo olvidamos.

Cometer errores en una relación es algo natural y forma parte del proceso de vinculación, por lo que esperar de nuestra pareja que nunca cometa un solo error y actúe siempre de forma perfecta es una locura.

Cuando dejamos que ese sentimiento de perfección nos abrume, nos sumergimos en un mundo de normas poco realistas que nos obligan a actuar de determinadas maneras: culpando a nuestra pareja de todo, y señalando y juzgando cada uno de sus errores y movimientos.

Y al hacer todo eso, estamos creando un desequilibrio en la relación en el que un miembro de la pareja se siente superior y el otro como un subordinado.

Cuando un miembro de la pareja hace todo lo correcto y el otro es la personificación de los errores y la causa de la ruptura de la relación.

Pero, la verdad es que se necesitan dos para romper una relación.

Pensar que tu pareja debe actuar siempre de forma inmaculada, tal y como te imaginabas, ejerce una enorme presión sobre ella y empezará a asfixiarse.

Una vez que se sienten asfixiados, también te arrastran con ellos, y ahí es donde empiezan los verdaderos problemas (si no se tratan a tiempo).

Véase también: 7 señales de que debes luchar para salvar tu relación rota

4. El miedo a estar solo

Como ya hemos dicho, el mayor culpable de las relaciones rotas es construir muros, pero el miedo a estar solo se le parece bastante. ¿Cómo?

Cuando estás en una relación y tienes la miedo a estar soloEsto puede impedir que reconozcas ciertos problemas y cuestiones de la relación sólo porque no quieres joder las cosas y acabar solo.

Así que prefieres hacer la vista gorda a todo lo que ocurre o fingir que todo es perfecto y que tu relación no necesita arreglo.

El miedo a estar solo es un sentimiento poderoso que puede impedirte ver las cosas con claridad, y es una de las cosas más peligrosas que pueden ocurrirte en una relación.

Cuando no ves las cosas como son o te niegas a hacerlo, sólo estás dejando que la situación siga desarrollándose a su propio ritmo negativo.

Cuanto más tiempo lo hagas, más estarás dañando tu relación sin ni siquiera ser consciente de ello.

Si estás en una relación sólo para llenar el vacío de sentirte solo, no estás en ella por las razones correctas.

Tienes que superar esa sensación de vacío y pensar en lo que realmente quieres y en cómo puedes mejorar tu relación.

5. Falta de comunicación abierta

La comunicación abierta es el alma de toda relación.

Poder compartir los sentimientos, hablar de las cosas que ocurren en vuestras vidas, vuestra perspectiva sobre ciertas cosas, vuestros deseos, etc. son cosas que crean un vínculo más fuerte en una relación.

Estas son las cosas que os acercan y os mantienen unidos.

Y cuando falta la comunicación abierta, dejáis de estar conectados entre vosotros.

Empiezas a desprenderte y pierdes el sentido de ti mismo como compañero.

Las palabras no dichas son uno de los destructores más poderosos de toda relación y por eso siempre debemos asegurarnos de decir lo que realmente queremos decir y dejar que nuestra pareja forme parte de nuestra vida.

6. Comparar su relación con los demás

Muchas personas tienen esa tendencia a comparar su relación con la de los demás porque piensan que la suya debería parecerse a la de los demás.

Muchas personas piensan que los demás son más felices que ellas y que deberían poner en práctica sus estrategias y copiar su comportamiento.

Y cuanto más tiempo comparan, más miserables se vuelven.

Pero, la verdad es que cada relación es única, con sus propios altibajos, así que no tiene sentido pensar que la hierba es más verde al otro lado de la valla.

Tu hierba (relación) también puede ser más verde que la de los demás sólo si estás dispuesto a arremangarte y trabajar en ella en lugar de limitarte a compararla.

Como ocurre con cualquier otra cosa en la vida, cuanto más inviertas en algo, más posibilidades tendrás de que dé frutos.

7. Negarse a transigir

En todas las relaciones hay cosas en las que los miembros de la pareja no están de acuerdo: O bien aceptan estar en desacuerdo y llegan a un compromiso, o bien empiezan a levantar muros y se centran sólo en sí mismos.

Cuando la pareja se niega a comprometerse, básicamente se niega a reconocer todas las diferencias que existen entre ellos como individuos.

No aceptan las diferentes perspectivas, deseos y mentalidad del otro, lo que constituye la razón número uno de las discusiones y el retraimiento.

El compromiso es un intermediario entre dos personas en una relación y no todos sabemos hacerlo.

Aprendemos a transigir en la vida en general. Y cuando no tenemos activado ese compartimento de compromiso en el cerebro, es difícil entender realmente la necesidad de hacerlo y actuar en consecuencia.

Es difícil entender las necesidades, deseos y sueños de los demás cuando no hemos aprendido a respetarlos y valorarlos.

Por eso es tan importante llegar a un acuerdo en todas las relaciones.

Crea equilibrio, comprensión y aceptación de otro ser humano.

Le dice a tu pareja: Entiendo por qué quieres hacer esto y, aunque tengo planes diferentes, podemos encontrar un término medio en el que se satisfagan las necesidades y deseos de ambos.

8. Cuestiones de confianza

La confianza es una de las cosas más difíciles de establecer en una relación y, al mismo tiempo, una de las más importantes.

Si uno de los miembros de la pareja o ambos han sido heridos en el pasado, es realmente difícil volver a confiar.

Y con la confianza vienen los celos.

Cuando no confiamos en nuestra pareja, tendemos a pensar demasiado y a imaginar todos los peores escenarios del mundo, y normalmente sin motivo.

Cuando no confiamos en nuestra pareja, poco a poco empezamos a matar nuestra relación.

Lo peor es que muchas veces ni siquiera somos conscientes de nada de esto porque siempre pensamos que el problema está en nuestra pareja, que nos está dando motivos para malinterpretar sus acciones y que el universo está en nuestra contra.

Pensamos todo eso sólo porque tenemos miedo de levantar esas persianas que nos impiden ver las cosas como realmente son.

Tememos volver a confiar por miedo a que nos vuelvan a hacer daño. Pero, si queremos tener una relación sana, eso es exactamente lo que tenemos que hacer.

Ambos miembros de la pareja deben hacer un esfuerzo y ayudarse mutuamente con los problemas de confianza, en lugar de desatender el asunto y actuar como si no fuera nada grave.

9. Suponer cosas equivocadas

Éste está en estrecha relación con el signo anterior y es otro factor importante de una relación rota.

Asumir las cosas equivocadas antes de preguntar a nuestra pareja lo que realmente ocurre es una auténtica receta para el desastre.

Y esto se parece a lo siguiente:

Tu pareja no te llama ni te envía mensajes de texto durante un tiempo y tú asumes que le ha pasado algo terrible, que te está engañando o que ha sido abducida por extraterrestres.

Y lo primero que haces es enviar múltiples mensajes diciéndole que te llame cuanto antes y le expliques lo que está pasando, que no vas a tolerar su comportamiento ignorante, que estás a punto de romper con él, etc.

Y cuando tu pareja por fin se pone en contacto contigo, te das cuenta de que la razón por la que no te ha enviado un mensaje o no te ha devuelto la llamada es perfectamente válida y que tú reaccionaste de forma exagerada porque supusiste lo peor.

Ahora imagina el nivel de estrés en esta situación tanto para ti como para tu pareja.

Asumir lo peor puede convertirte en un lunático controlador y hacer que tu pareja se sienta presionada a mantenerte constantemente informado incluso de las cosas más estúpidas, como ir a la tienda.

Cuando eso ocurre, es difícil recuperar el equilibrio perdido en una relación si ambos miembros de la pareja no hablan del verdadero problema que hay detrás de esas suposiciones.

Véase también: Cómo arreglar una relación tóxica en 8 sencillos pasos (y 7 señales de que estás en una)

10. Falta de respeto

Otra parte fundamental de toda relación feliz es el respeto.

Respetar a tu pareja significa respetar sus deseos, aficiones, sueños, personalidad, pero también significa respetar sus manías y defectos.

Significa respetarlos como seres humanos únicos e imperfectos que también necesitan algo de espacio y tiempo para sí mismos.

Uno de los mayores errores que cometen muchas parejas en una relación es pensar que cuanto más tiempo pasen con su pareja, más fuerte será su relación.

Pero esto no es cierto en absoluto.

Ambos miembros de la pareja necesitan algo de espacio y tiempo para sí mismos en una relación, de modo que puedan adquirir perspectivas diferentes, recargarse y mantener sus pasiones, aficiones y conexiones con otras personas fuera de la relación.

Ambos miembros de la pareja deben respetar las necesidades del otro de desarrollarse constantemente fuera de la relación, porque es la única manera de establecer una relación sana.

Cuando la pareja no respeta la necesidad de espacio e intimidad del otro, la relación se convierte en una enorme carga en la que empiezas a soñar con volver a estar soltero y descartar tu relación rota.

11. Falta de gratitud

Si conoce la ley de la atracciónprobablemente haya oído hablar del poder de la gratitud.

Cuanto más agradecidos estemos por las cosas que tenemos, más cosas positivas recibiremos en el futuro.

En resumen, cuanto más gratitud mostremos al universo, más cosas buenas recibiremos a cambio.

Y donde hay falta de gratitud, no hay espacio para las emociones positivas y las cosas positivas en general.

Lo mismo puede aplicarse a las relaciones.

Una de las razones por las que nuestra relación fracasa es la falta de gratitud.

Cuando ignoramos deliberadamente todas las cosas buenas que nuestra pareja hace por nosotros y nos negamos a mostrar gratitud, le enviamos el mensaje de que, haga lo que haga por nosotros, seguirá sin ser suficientemente bueno.

Al no reconocer sus esfuerzos, los menospreciamos.

Y cuando eso ocurre, nuestra pareja ya no está dispuesta a hacer nada en la relación porque se siente poco apreciada.

La falta de gratitud hace que se sientan confusos y poco dispuestos a seguir intentándolo en una relación porque no hay retroalimentación.

Muchas personas sólo prestan atención a lo que es malo en una relación, y descuidan todos los aspectos positivos de la misma porque piensan que así debe ser.

Por el contrario, deberíamos prestar atención a ambos.

Debemos estar agradecidos por todo lo bueno, pero también debemos reconocer lo malo para crear el equilibrio necesario en la relación.

12. Discutir por cosas triviales

Discutir es una parte inevitable de toda relación y la diferencia entre las relaciones sanas y las tóxicas/rotas está en el tipo de argumentación.

Discutir sobre cosas que parecen importantes para ambos es sano y recomendable, porque levantar muros e ignorarse en esas situaciones puede ser realmente tóxico.

Y lo que es más importante, estas discusiones son ocasionales.

Pero, discutir por cosas triviales se convierte en parte de la vida cotidiana de la pareja y poco a poco desemboca en un relación tóxica

Cosas triviales como quién va a ir a la tienda, cuando uno de los miembros de la pareja se olvida de hacer algo (que en realidad no es importante), discutir sobre la compra, la elección de película o programa de televisión o el destino del viaje por carretera pueden influir significativamente en la calidad de su relación.

Cuando dos miembros de la pareja se molestan constantemente por las palabras y acciones del otro, cuando no están dispuestos a llegar a un acuerdo y ya no se respetan, las discusiones constantes se convierten en una forma de gestionar todas las frustraciones acumuladas a lo largo del tiempo.

Y poco a poco, la relación empieza a perder su elasticidad y su encanto inicial, porque cuanto más discuten las parejas por cosas triviales, más están destruyendo su relación y lo que han ido construyendo hasta ahora.

13. No hacer las cosas que solían disfrutar juntos

Al principio de toda relación, hacer cosas juntos resulta natural para toda pareja, porque todo lo que hacen, lo hacen por primera vez juntos, lo que lo hace aún más emocionante.

Ir al cine, las citas románticas, los largos paseos a medianoche e incluso ir al supermercado entran en la categoría de actividades divertidas para toda pareja, porque mientras dos personas estén juntas, no importa realmente lo que estén haciendo.

Con el tiempo, esta excitación inicial se desvanece, pero sólo si no seguís haciendo cosas que solíais disfrutar juntos.

Después de repetir las mismas actividades una y otra vez, muchas parejas se aburren y empiezan a pensar que ya no disfrutan de la compañía de su pareja.

Cuando eso ocurre, la relación empieza a decaer y lo único que puede salvarla es ponerle picante a las cosas.

No importa cuántas veces repitas ciertas actividades, pueden seguir siendo igual de atractivas si sólo piensas en formas de hacer las cosas interesantes.

Utiliza tu creatividad para incorporar algunos elementos nuevos que refresquen vuestra relación y os recuerden por qué os enamorasteis el uno del otro en primer lugar.

14. Buscar la validación constante de su pareja

La búsqueda constante de validación por parte de la pareja está estrechamente relacionada con bajos niveles de confianza en uno mismo y un cierto grado de necesidad.

Por ejemplo, imaginemos una pareja en la que la mujer tiene poca confianza en sí misma y el hombre es el que está obligado a validarla constantemente.

Así que, pruebe el conjunto que pruebe, lo primero que hace es preguntarle a su pareja: "¿Estoy guapa?" o "¿Me veo gorda con este vestido nuevo?".

Aunque la mujer probablemente sea consciente de que le queda realmente bien ese conjunto, sigue teniendo esa necesidad de buscar la validación de su pareja porque no confía realmente en sí misma.

Y cuando su pareja le dice cosas como: "Sí, tienes buen aspecto, cariño", hay muchas posibilidades de que la mujer se sienta insultada porque él no le ha dicho que tiene un aspecto impresionante o algo por el estilo.

Lo mismo se aplica a la segunda pregunta.

Si una mujer asume que se ve gorda con el vestido, en 90% de los casos es cierto, y pedirle a su pareja que le mienta diciéndole que no es así es otra forma de buscar la validación -o mejor dicho- la falsa validación de su pareja.

Es sólo un ejemplo banal, pero seguro que lo entiendes.

Buscar constantemente la validación de tu pareja puede crear una enorme presión en una relación en la que uno de los miembros se vuelve emocionalmente demasiado necesitado y el otro se ve presionado a trabajar constantemente para encontrar formas de equilibrarlo y hacer que el otro se sienta mejor consigo mismo, descuidando así sus propias necesidades emocionales.

15. Tratar de cambiar a los demás

El concepto de cambio puede ser realmente complicado y difícil de entender en las relaciones.

Pero, lo cierto es que todas las parejas llegan a un punto en el que quieren cambiar ciertas cosas de su pareja porque piensan que, al hacerlo, serán más felices.

Pero intentar cambiar al otro no mejora necesariamente las cosas en una relación.

De hecho, la necesidad de un cambio drástico es sólo un indicio de que hay algo más grave en el trasfondo.

Cuando las parejas acaban de empezar a salir, aceptan las diferencias, las peculiaridades y los defectos del otro, porque ésas son las razones por las que nos enamoramos de esa persona en concreto.

No nos enamoramos porque sean perfectos, sino porque son perfectamente imperfectos para nosotros.

Y, al cabo del tiempo, cuando nos estancamos en la rutina, pasamos demasiado tiempo juntos o nos frustramos por otras cosas, pensamos que el problema está en nuestra pareja y nuestra pareja piensa que el problema está en nosotros.

Y es entonces cuando empieza el juego del cambio.

Pero la verdad es que el cambio viene de nosotros mismos, lo que significa que nunca podremos cambiar a nuestra pareja si no está dispuesta a trabajar en sí misma.

Así que este juego de cambiaros el uno al otro sólo puede dañar vuestra relación en lugar de aportar algo bueno.

16. Guardar rencor

Guardar rencor es un asesino silencioso de la mayoría de las relaciones y muchas parejas no le prestan atención.

Ahora bien, ¿qué significa guardar rencor?

Significa no estar dispuesto a olvidar ni a perdonar, que son dos elementos esenciales de toda relación sana.

Todos sabemos que no existe una relación perfecta y que habrá momentos en los que ambos miembros de la pareja cometerán algún error.

Y cuando eso ocurre, es importante explicar la situación, pedir disculpas y convencer a tu pareja de que no volverás a repetir el mismo error.

Y el deber del otro miembro de la pareja es perdonarles (si es algo perdonable y si lo están lamentando de verdad) en lugar de guardar resentimiento.

Porque guardar resentimiento significa crear barreras entre tú y tu pareja en las que ni siquiera estás dispuesto a intentar perdonar u olvidar.

Guardar resentimiento significa enterrar toneladas de palabras tóxicas en lo más profundo de tu alma en lugar de borrarlas y dejar espacio para un nuevo comienzo.

Y cuando eso ocurre, la relación empieza a sufrir.

Cuando una persona está resentida, la relación se estanca porque no puede progresar debido a toda la negatividad y toxicidad acumuladas.

Se convierte en un lugar de discusiones constantes, en el que ya no te sientes feliz y en el que empiezas a pensar en marcharte definitivamente.

Véase también: Las expectativas incumplidas son la causa más común de las relaciones rotas

17. Caer en la rutina

Impulsada por mi experiencia personal y la de mis allegados, puedo decir que caer en la rutina es una de las cosas más peligrosas en una relación y también una de las más difíciles de combatir.

Cuando acabas de empezar a salir, no hay posibilidad de que caigas en la rutina porque todo es nuevo, emocionante y simplemente no te cansas de hacerlo.

A medida que pasa el tiempo, muchas parejas olvidan que esa chispa inicial no durará para siempre y, si quieren salvar su relación y mantenerla emocionante, tienen que buscar formas de mantener viva la chispa y conservar la pasión.

Por eso, poco a poco empiezan a caer en la rutina sin ni siquiera saberlo.

Ya no tienen citas ni dan largos paseos.

Ya no disfrutan de largas sesiones de mimos.

Dejan de mostrarse afecto, de sorprenderse y de prestar atención a las pequeñas cosas.

Su relación queda desprovista de todas las partes necesarias que mantienen el romance y la pasión, y evitan caer en una relación sin vida.

Su relación se rompe.

Y si te estás preguntando cómo arreglar una relación rota, ten en cuenta que tienes que seguir haciendo cosas que solíais disfrutar juntos en lugar de limitaros a estar en el sofá, sintiéndoos desgraciados por todo el asunto y apenas disfrutando del tiempo que pasáis juntos.

18. Incompatibilidad en el dormitorio

A menudo hablamos de todos los tipos de incompatibilidades que ocurren a diario en una relación, pero ¿qué pasa con la incompatibilidad en el dormitorio?

A veces, la incompatibilidad en el dormitorio es la verdadera causa de la ruptura de una relación, pero las parejas nunca reflexionan sobre ello o se niegan a admitirlo.

Verá, no todas las personas disfrutan de las mismas cosas cuando se trata de intimidad.

Algunas personas son más pervertidas por naturaleza, mientras que otras son más tradicionales en el dormitorio.

Todo depende de su personalidad, gusto y perspectiva.

Ahora, imagina a dos personas que quieren cosas diferentes en el dormitorio en una relación.

Se espera que sean incompatibles porque un miembro de la pareja siempre querrá más cosas o cosas diferentes que el otro.

Y ahí es donde entra en juego el compromiso.

Si no llegan a un acuerdo, una de las necesidades de la pareja o las necesidades de ambos no se verán satisfechas, lo que genera descontento y anhelo de algo más satisfactorio.

19. Falta de atención

Cuando acabas de empezar a salir con alguien, probablemente notes que aumenta el nivel de atención a la hora de escucharse y hacerse sentir especial.

De nuevo, es porque todo es nuevo y te mueres de ganas de escuchar todas las historias de la infancia de tu pareja y todas las cosas que le han moldeado hasta convertirse en quien es hoy.

Cuando se está al principio de una relación, es prácticamente imposible que ésta sufra por falta de atención, pero después de algún tiempo, los miembros de la pareja pueden perder el interés u ocuparse de otras cosas y así empezar a descuidarse el uno al otro.

Dejan de escucharse porque creen que ya lo han oído todo o porque pierden la necesidad de conexión.

Y ahí es donde entra en juego el síndrome de "falta de atención".

Ambos miembros de la pareja empiezan a sentirse desatendidos, no escuchados, incomprendidos y faltados de respeto.

La falta de atención es un serio destructor de las relaciones y por eso es importante reconocerlo a tiempo y hacer algunos cambios necesarios para mejorar la situación.

Sólo abrazar a su pareja por detrás cuando menos se lo esperan puede hacer maravillas, así que nunca hay que subestimar el poder de las pequeñas cosas y los pequeños gestos. Acéptalo y haz que forme parte de tu vida cotidiana.

20. Infidelidad

Y la última, pero no menos importante: la infidelidad.

Engañar en una relación es, con mucho, una de las cosas más tóxicas que pueden alterar una relación para siempre.

Supongamos que un miembro de la pareja engaña al otro y se disculpa por ello, jurando que fue un error y prometiendo que no volverá a repetirlo.

Y digamos que el otro miembro de la pareja lo acepta como un error y decide dar otra oportunidad a su relación.

¿Qué posibilidades hay de que su relación se mantenga intacta y sobreviva a todos los desafíos que conllevan las consecuencias de la infidelidad?

Muy baja. Una vez que destruyes la confianza en una relación, es muy difícil recuperarla y es muy difícil seguir actuando como si nada hubiera pasado.

La falta de confianza puede convertir a la pareja traicionada en un maníaco controlador lleno de miedo constante a ser traicionado de nuevo.

Y cuando eso ocurre, ya sabes lo que hay que hacer: preguntar constantemente por el paradero de su pareja, discutir por cosas triviales, acechar su actividad en las redes sociales y buscar constantemente pistas y señales de traición.

Ahora bien, existe la posibilidad de que con el tiempo todo esto desaparezca, pero las probabilidades de que eso ocurra son muy bajas y en algunos casos misión imposible.

Y si decides quedarte en una relación así, has decidido deliberadamente quedarte en una relación rota aunque tú mismo seas consciente del hecho de que quizás nada cambie.

Pero, no importa el nivel de ruptura en una relación, siempre repito lo siguiente: "Donde hay voluntad, hay camino".

Véase también: 7 formas en que la infidelidad emocional es más desgarradora que la física

¡EXCELSIOR!

Si has visto la película Silver Linings Playbook, probablemente te suene el concepto Excelsior.

Significa tomar toda la negatividad y utilizarla como combustible que te ayudará a encontrar un resquicio de esperanza: "Tienes que hacer todo lo que puedas, tienes que esforzarte al máximo y, si te mantienes positivo, tienes una oportunidad de encontrar un resquicio de esperanza".

Lo mismo puede aplicarse a una relación o matrimonio roto.

Los dos miembros de la pareja tienen que estar dispuestos a hacer todo lo que puedan, esforzarse al máximo y, si mantienen una actitud positiva, tendrán la oportunidad de encontrar un resquicio de esperanza. salvar su relación/matrimonio.