La verdad es que el amor requiere tiempo y esfuerzo, porque las relaciones sanas no surgen de la noche a la mañana.
En cambio, suelen requerir muchos sacrificios y trabajo duro.
Pero una cosa es que luches contra tus problemas codo con codo con tu pareja y otra completamente distinta que seas tú el único que lucha.
No me malinterpretes: no estoy diciendo que debas abandonar tu relación a la primera de cambio.
No te estoy diciendo que te rindas cada vez que aparezca un pequeño inconveniente o desacuerdo. Porque el amor consiste en luchar e intentar que las cosas salgan bien.
Pero eso no significa que estés obligado a quedarte con alguien que te está haciendo daño.
Porque el amor no consiste en quedarse al lado de alguien que te hace daño.
Sí, el amor tiene que ver con el perdón. Pero hay que recordar que existen algunos cosas que nunca debes perdonar.
Que hay cosas que permanecen enterradas en lo más profundo de tu ser, aunque intentes forzarte a olvidarlas.
Sí, el amor se basa en el compromiso. Pero eso no significa que debas ser siempre tú quien se comprometa contigo mismo.
Que seas tú quien deje de lado tus necesidades y quien haga todos los sacrificios.
Sí, el amor es cuestión de esfuerzo. Pero eso no significa que tengas que mover montañas por alguien que no está dispuesto a mover un dedo por ti.
Que seas tú quien siempre intente hacer avanzar las cosas y quien esté constantemente tratando de encontrar la mejor solución a sus problemas.
Sí, el amor consiste en mejorar.
Pero eso no significa que debas estar con alguien que intenta moldearte a su manera o con alguien que quiere que te adaptes a sus normas.
Esto no significa que debas quedarte con una pareja que quiere cambiarte.
En cambio, lo que esto significa es que necesitas estar con quien te empuje hacia adelante y te inspire a convertirte en la mejor versión posible de ti mismo.
Recuerda: el amor nunca es dolor. El amor nunca es quedarse con alguien que te da por sentado y nunca se trata de darles oportunidades ilimitadas para hacerte daño aún más.
No es estar con alguien que abusa de ti de cualquier manera o con una persona que hace todo lo posible por menospreciarte.
El amor nunca te hará sentir inseguro o como si no fueras suficiente.
No es amor si tienes que luchar por captar la atención de alguien o si tienes que suplicar a tu otra mitad que te dé prioridad.
El amor no es estar con alguien que no te merece. No es estar con un hombre que te trata como a una mierda o convierte tu vida en un infierno.
No se trata de esperar a que cambie y entre en razón.
Sí, el amor consiste en estar juntos en las buenas y en las malas. Se trata de afrontar los retos y las dificultades cogidos de la mano.
Se trata de recorrer el camino de la vida hombro con hombro. Y se trata de no dejar a nadie colgado cuando los tiempos se ponen difíciles.
Pero esto no significa que estés obligado a aguantar todo lo malo que esta persona pueda estar haciéndote, por mucho que la quieras.
Esto no significa que debas olvidarte de tus normas y de tus problemas, ni que debas permitir que te traten como quieran, sólo porque te importan.
Porque A veces, llegas a un punto de ruptura. A veces, la persona que amas cruza una línea.
A veces, empiezan a afectar a tu salud mental y ves que no son buenas para ti. A veces, ves que te traen más tristeza que alegría.
Cuando esto ocurre, la única opción que tienes es marcharte. La única opción que tienes es libérate de esta relación tóxica.
Tienes que olvidarte de toda la historia que tenéis juntos y dejarla en el pasado.
A veces, tienes que elegir salvarte a ti mismo por encima de esa persona que tanto te importa.
Y no hay nada de egoísmo en ello. No te hace débil y no deberías sentirte culpable por hacerlo.
Por el contrario, te hace más fuerte de lo que crees porque demuestra que tuviste el poder de elegir tu razón por encima de tu corazón.
Demuestra que tuviste el poder de vencerte a ti mismo y hacer lo correcto.
Demuestra que fuiste lo bastante inteligente para saber que el amor nunca debe complicarte la vida.