Después de todo lo que has pasado, no es de extrañar que hayas hecho muros a tu alrededor tan gruesos que son casi imposibles de romper.
No tenías otra opción. Tenías que encontrar una manera de protégete para que no te vuelvan a hacer daño.
Los muros en tu interior son como una fortaleza invisible e inalcanzable. Mantienen alejados a aquellos que te harían daño y te traerían dolor y angustia.
Protegen tu corazón y te hacen sentir seguro. Y aunque la seguridad es agradable, también impide que te encuentren quienes podrían traer alegría y felicidad a tu vida.
Por eso necesitas estar con alguien que haga caer esos muros. Alguien que te haga sentir de nuevo. Alguien que te haga amar de nuevo.
Le reconocerás cuando venga a buscarte. Te hará sentir segura. Tendrá bondad en su interior que te hará confiar en él.
Será con él con quien te abras por primera vez en mucho tiempo y le dejes formar parte de tu mundo.
Nunca te arrepentirás. Porque te demostrará con sus actos que está ahí, que no se va. Que comprende todo por lo que has pasado.
Que entiende tu exterior un poco duro y por qué eres tan reservado.
No te forzará. Será paciente. Porque sabrá que vales la pena y, por mucho tiempo que pase, insistirá en darte todo lo que siempre has necesitado de un hombre.
Él te dará el amor que siempre quisiste pero nunca tuviste. Ese amor hará que tus muros se derrumben por sí solos antes de que te des cuenta.
Él dará sentido a cada lágrima que rodó por tu cara. Te mostrará que todo ese dolor no fue en vano. Que todas esas dificultades te convirtieron en la mujer que más le importa.
Darás gracias a Dios de que no funcionara con nadie más porque ahora sabes por qué.
Sentirás que todo en tu vida -todos los hombres equivocados, todas esas desastrosas rupturas- valieron la pena porque en él, tienes todo lo que has estado buscando y más.
Él será quien te recuerde lo que vales. No tendrá más que respeto por ti y por todo lo que representas.
Será alguien que te recordará lo especial y única que eres. No intentará cambiarte. Nunca te menospreciará ni te hará sentir menos. Te mirará como a su igual.
Como su compañero en el crimen. Como su compañero de equipo. Como alguien a quien ha estado buscando toda su vida.
Véase también: Enamórate de alguien que te quiera tal y como eres
Algo que le distinguirá de todos los demás es que nunca dejará de intentarlo. Siempre dará todo lo que pueda. Sabrá que a veces basta con estar ahí.
No será perfecto. Cometerá errores. Pero tú también. Lo importante es que ninguno de ustedes se dé por vencido.
Levantar muros te daba seguridad, pero también te impedía encontrar a la persona con la que siempre debiste estar.
Así que, cuando un buen hombre esté frente a esa fortaleza, frente a esos altos muros que has construido, déjale entrar en tu vida. Confía en él y abre tu corazón una vez más: merecerá la pena.