Nunca he sido el tipo de chica que fantaseaba con una grandiosa historia de amor o suspiraba por su único amor verdadero.
No estoy segura de si es porque inconscientemente sentía que nunca podría encontrarlo o si simplemente no me interesaba.
En mi caso, siempre me gustó la cultura del ligue y las relaciones que nunca duraban más que mi trabajo temporal.
No tenía mucho tiempo para centrarme en el amor, porque mi vida ya era bastante complicada.
Pero fue entonces cuando ocurrió.
En el momento más imperfecto que jamás hubiera podido prever. Cuando menos preparado estaba para conocerle, allí estaba.
Aparecer como en una escena de una película en la que el chico entra, dice algo absolutamente adorable, te barre de los pies y te besa como si fuera en serio.
Eso es al menos lo que sentí en ese momento. Y yo estaba allí de pie, dudando un poco en admitir que lo que estaba a punto de experimentar me daría un vuelco y me cambiaría para siempre.
Como ya he dicho, nunca anhelé ese tipo de amor conmovedor que ocurre una vez en la vida, pero eso no significa que no llegara a tenerlo.
Y vaya si fue un subidón.
Por extraño que resulte admitirlo, llegué a experimentar el tipo de amor sobre el que escriben las películas.
El tipo de amor que los artistas ansían experimentar para tener material crudo y profundo sobre el que escribir. El amor que ves en la tele y piensas que no es realista.
Hasta que te pase a ti.
Este tipo terminó siendo el amor de mi vida. Me mostró que todo lo que tanto me asustaba no era tan malo después de todo.
Me demostró que es posible encontrar a una persona que adore el suelo que pisas.
Era como si estuviera fuera de este reino. ¿Cómo podía I ...de todas las personas, ¿conseguir a este tipo? El eterno pesimista.
La eterna hastiada que nunca duró más de 3 meses con el mismo tío.
¿Cómo he tenido tanta suerte?
Este amor acabó cambiando mi vida en más de un sentido.
Y a pesar de lo mal preparada que estaba para conocerle (lo que acabó siendo mi mayor bendición), fue aún peor cuando estaba al final se fue sin él.
Fue un golpe duro, no voy a mentir. No podía comer, no podía dormir y estaba a punto de perder la maldita cabeza.
La chica que ni siquiera esperaba este tipo de historia de amor la consiguió, sólo para perderla poco después. ¿Qué sentido tenía?
Y aunque ahora pueda parecer una tontería, eso tenía un sentido. Uno que yo no estaba preparado para ver en ese momento, pero al final todo tuvo sentido.
Me di cuenta de que experimentar ese amor era algo que llevaría conmigo el resto de mi vida. Me cambió.
Me hizo ver el mundo con otros ojos. Me ayudó a deshacerme de mi pesimismo y escepticismo y me devolvió la fe en el amor.
¿Por qué elegiría hacerme tan miserable por perder a este tipo? ¿No debería estar agradecida por haber experimentado algo tan profundo, raro y alucinantemente hermoso?
Al fin y al cabo, tanta gente pasa por la vida sin tener nunca el privilegio de conocer a esa persona que les hace sentir tan vivos como yo me sentí con mi chico. Tanta gente nunca aprende lo que significa experimentar la vida con tu alma gemela.
Y lo tenía. Tuve eso. Y elijo estar agradecido por esa experiencia. Elijo verla como la mayor bendición de mi vida.
Me hizo sentir viva. Me amó más de lo que nunca creí merecer.
Adoraba todos mis defectos y se aseguraba de decirme lo feliz que le hacía cada día.
Fue un verdadero cuento de hadas mientras duró.
Pero esto es lo que nadie te dice sobre el romance de cuento de hadas: en la vida real, no siempre puedes quedarte con el chico.
A veces, la vida tiene otros planes y te juega una mala pasada.
En el mundo real, el amor no es algo que vaya a durar toda la vida. En la vida real, con gente real, pasan cosas y se pierden grandes amores.
La gente se va y terminas con un corazón roto. Pero el caso es que no siempre es algo malo.
La gente sigue sus sueños, y a veces esos sueños te alejan de ellos.
Eso no hace que el amor sea menos real. No significa que lo que tuvisteis no fuera increíble y genuino.
Lo único que significa es que llegó con fecha de caducidad y ahora puedes elegir entre estar agradecido por haber tenido la oportunidad de experimentarlo o llorar hasta quedarte dormido cada noche.
Elijo ser feliz por haberle tenido en mi vida, por breve que haya sido. Elijo dejar que este amor me ayude a florecer y crecer para aprender a ser feliz con alguien nuevo.
Por mi bien, tengo que pasar al siguiente capítulo.
Llevaré a este hombre y lo que hizo por mí en mi corazón el resto de mi vida. Pero es hora de encontrar una nueva felicidad y demostrarme a mí misma que este no es mi final.
Fue exquisito y profundo. Pero ahora toca seguir adelante. Esta pérdida me ha hecho estar mucho más dispuesta a seguir buscando mi "felices para siempre".
Puede que no sea con el amor de mi vida... pero seguro que volveré a amar.