En un rincón de la habitación, con la cabeza entre las rodillas, ahí estás otra vez. Te duele, ¿verdad?
No puedes decir ni una palabra sin echarte a llorar y llorar hasta que estás tan agotada que te quedas dormida.
Él te rompió. Extiendes tus manos pero todos tus pedazos rotos se caen a un lado porque parece que ya no puedes mantenerlos todos juntos.
Tienes que curarte. Pero parece un proceso tan largo de fracasar siempre y volver a intentarlo.
Pero una vez que te enamores de curarte a ti mismo, todo será más fácil.
¡Enamórate de curarte a ti mismo! Esas heridas y cicatrices que sólo son visibles para ti no deberían ser las razones de tu desesperación.
Deben motivarte para seguir adelante y empezar tus días con palabras como: "Hoy me he curado un poco más".
Enamórate de la curación Una vez que lo hagas, empezarás a quererte aún más. Empezarás a ver tu proceso de curación y cómo eres una superviviente que puede conquistar cualquier cosa que se cruce en su camino.
Recordarás dónde estabas y volverás a ponerte en pie para intentar una vez más recomponer esos pedazos tuyos rotos.
No hay tiempo para pausas. Sé que a veces te sientes agotada, que sientes que no vas a ninguna parte porque cada vez que el pensamiento de él te pilla desprevenida, estallas en sollozos incontrolables pero, una vez más, mira hacia atrás para ver dónde estabas y cómo no había momentos de paz en tu vida.
Ahora sí. Aunque parezcas confuso por todas las emociones que te atraviesan, todo forma parte del proceso. Incluso cuando te sientas sin ganas de hacer nada durante días, sigues siendo tú curándote.
Enamórate de ti misma y desenamórate de él. Le has querido durante mucho tiempo, ¿verdad? Olvidarle y seguir adelante es un camino duro que no permite volver atrás.
Sólo con pensar en volver y alcanzar su abrazo, tu corazón grita de agonía porque no quiere volver a pasar por eso nunca más.
Por eso, enamorarte de ti mismo es la tarea más importante que puedes realizar.
Enamórate de la persona en la que te convertirás. Imagina la persona en la que te convertirás cuando todo esto acabe.
Cuando acabe el sufrimiento y te des cuenta de que hay una luz brillante al final de cada túnel, te convertirás en todo lo que siempre has querido ser. Así que, ¿por qué no iniciar tu viaje ahora mismo, sin dudarlo?
Un día lo entenderás. Sé que esto suena como algo que dirían tus padres, pero una vez que empieces a amar todo lo relacionado con tu proceso de curación, todo lo relacionado contigo mismo y todo lo que has pasado, dándote cuenta de que todo tenía un propósito, ¡lo entenderás!
Verás por qué todo tuvo que ocurrir exactamente como ocurrió y que no tienes nada de lo que arrepentirte porque tu pasado es lo que te convirtió en la mujer que eres hoy y te está convirtiendo en la mujer en la que te convertirás en el futuro.
Aquí estás. Llorando. Preguntándote si el dolor parará algún día. Pero déjame ser el primero en decirte que lo hará.
El dolor pasará y te liberarás de todo lo que te mantiene atada a él. Te liberarás de la pena, los recuerdos y los rencores que le guardas.
Cuando te centres en tu propia curación, nada más importará. Él ya no importará, ni tampoco tu pasado. Cuando te centres en tu curación, harás de tu propia felicidad y de tu amor propio y recuperación prioridades por encima de todo lo demás.
Se ha ido pero sigues aquí luchando cada día y te darás cuenta a cada segundo que volverás a amar y que volverás a juntar esos pedazos.
Se ha ido, junto con todos los abusos y todas las palabras duras, y ha dejado tras de sí una flor, tú, lista para florecer.