Para que una relación crezca y se mantenga durante mucho tiempo, es importante saber qué se espera de ti y qué esperas tú de tu pareja. Si decides establecer un vínculo sin saber en absoluto cuál es tu papel en la relación o qué puedes esperar de la persona con la que te comprometes, sólo estarás abriéndote a futuras luchas y decepciones.
Por supuesto, las relaciones de pareja no pueden planificarse de antemano. No hay ninguna guía que indique lo que debes decir o hacer, o lo que debes esperar de tu pareja. Lo más probable, sin embargo, es que ambos hayáis entrado en esta unión con objetivos similares, queriendo las mismas cosas básicas. Los dos queréis ser felices y hacer feliz a la otra persona, ¿verdad?
¿Cómo se consigue esto?
Que estés perdidamente enamorado de otra persona y envuelto en un torbellino romántico no significa que debas perderte a ti mismo en el proceso. Ten en cuenta tus propios objetivos y respeta los de tu pareja. Las relaciones más sólidas -las que suelen durar toda la vida- son aquellas en las que se mantienen unos límites sanos y el respeto mutuo. Tiene que haber un equilibrio entre pasar tiempo juntos y mantenerte conectado contigo mismo y tus objetivos individuales.
La relación también debe basarse en la confianza. Querrás poder confiar en tu pareja a pesar de los inevitables conflictos con compromisos, horarios, valores o cualquier otra cosa que pueda entorpecer la confianza si se lo permites. Tendrás que ser abierto y sincero, y tu pareja tendrá que hacer lo mismo.
La comunicación es clave. Muchos problemas en las relaciones surgen de una mala comunicación.
Estar dispuesto a comunicarse significa ser capaz de compartir abiertamente sus expectativas con su pareja y permitirle expresar sus necesidades. No debes tener miedo a ser sincero sobre lo que quieres de la relación y estar abierto a los deseos de tu pareja, aunque difieran de los tuyos.
Intenta cumplir las expectativas del otro. Hacer un esfuerzo genuino en este sentido será apreciado y fortalecerá vuestro vínculo. Pero no satisfagas las necesidades de otra persona a expensas de mantenerte fiel a ti mismo. Es una receta para el fracaso.
Cuando nos convertimos en alguien que no somos, simplemente por el hecho de intentar ser todo lo que creemos que nuestra pareja necesita que seamos, una parte de nosotros muere por dentro. Y, con el tiempo, esta insatisfacción acabará consumiéndonos por completo. Tenemos que conservar parte de nuestra energía para nuestros propios intereses a fin de ser verdaderamente felices.
Si sientes que tu pareja se esfuerza demasiado por complacerte y estas acciones no son genuinas, o viceversa, algo no está funcionando. Hay una gran diferencia entre satisfacer las necesidades de la pareja manteniendo unos límites sanos y convertirse en alguien completamente distinto en el proceso, a costa de uno mismo. La satisfacción duradera no puede construirse sobre una base inestable. Al final, todo se vendrá abajo.
Es muy fácil convertirse inseguro en una relación con alguien a quien amas de verdad. Por dentro, sientes que harías cualquier cosa por esa persona, que darías cualquier cosa por estar con ella. Por eso, puede parecer demasiado bueno para ser verdad cuando encuentras a alguien que siente lo mismo. Sin embargo, no puedes permitir que los celos se apoderen de tus buenas intenciones.
Es sano sentir celos de vez en cuando, hasta cierto punto. Si nunca te sientes así, puede ser señal de que esa persona no te importa tanto como quisieras. Independientemente de lo seguro que estés de ti mismo y del vínculo que tengáis, es natural sentir envidia de algo que se interpone entre vosotros dos.
Sin embargo, hay una forma de manejar estos sentimientos. En lugar de arremeter contra la otra persona y lanzar acusaciones precipitadas o decir algo de lo que sabes que acabarás arrepintiéndote, si algo te hace sentir inseguro, habla con tu pareja sobre ello. No te andes con rodeos, no lo hagas de forma pasivo-agresiva. Comunica abiertamente cómo te sientes. Mientras no se sientan atacados, la respuesta de su pareja le dirá todo lo que necesita saber.
En resumidas cuentas: si tú y tu pareja tenéis puntos de vista similares sobre la vida y objetivos y expectativas parecidos, lo conseguiréis. Dedica tiempo y esfuerzo a hacer que tu relación sea duradera y seguro que tendréis un hermoso futuro juntos.