No dejes que nadie te defina.
Una vez tuviste una visión clara de ti mismo. Pero entonces, llegó él. Ahora, después de que él terminó contigo, estás perdido. Has perdido esa visión que una vez tuviste...perdiste la definición de ti mismo.
Pero no te estreses. Volverá. Lo único es que tienes que dejar que vuelva. Tienes que abrirte y reconocer tus errores. Necesitas aclarar tu mente y recordar en qué te equivocaste, para no volver a cometer esos errores nunca más.
Tienes que aprender de tus errores y, desde luego, no debes culparte ni odiarte por haber hecho mal algunas cosas.
Nadie es perfecto. Todos tenemos defectos. Están aquí para servirnos de recordatorio constante de que somos humanos, no máquinas. Tenemos que sufrir altibajos, desamores y amores. Eso es lo que nos hace únicos.nuestra humanidad, nuestra capacidad de sentir, de tocar.
Aunque creas que ya has tocado fondo, tu historia tiene un final feliz. Pero aún no puedes verlo porque no has leído los capítulos siguientes que te llevarán al gran final.
No te quejes, no te compadezcas de ti mismo. Si te tratas así, los demás también lo harán. Si te compadeces de ti mismo, los demás también lo harán. Tú no quieres eso...¡NO!
Quieres que la gente te trate con el respeto que mereces. Quieres que te vean como una persona fuerte e independiente.
Una persona intrépida, dispuesta a acabar con todo lo que se le ponga por delante.
Tienes que dejarte llevar.
Es importante que te des cuenta de que todo sucede por una razón. Dios o cualquier fuerza superior en la que creas te ha puesto en esta Tierra por una razón y con un propósito. Todos y cada uno de los seres humanos tienen su tarea. Sólo que algunos no se dan cuenta desde el principio.
Cada nueva bofetada te hace más fuerte. Te recuperas y olvidas.
Tienes que dejar de vivir en el pasado.
Nada de lo que hagas ahora cambiará lo que ya ha ocurrido. No tiene sentido lamentarse porque no hay forma de cambiar el pasado.
Lo único que puedes hacer es no volver a hacerlo: piensa en tu futuro y ahórrate lo que estás pasando ahora.
Tienes que hacer las paces de una vez.
Tienes que ser una persona más grande. Tienes que hacer las paces con él y con todos los que te hicieron daño. Sólo entonces encontrarás la fuerza para seguir adelante y olvidar.
Sólo entonces podrás curarte.
Tienes que abrazarte a ti mismo.
Quererte a ti mismo es lo más importante que debes hacer.
Recuerda: eso no es egoísmo ni narcisismo. Se trata de respetarte a ti mismo y no dejar que todo el mundo te pisotee.