Al intentar descifrar el cerebro masculino, a menudo hacemos ciertas generalizaciones sobre ellos, que decidimos que son ciertas, sea así o no.
Al hacerlo, en realidad nos estamos facilitando las cosas a nosotras mismas después de darnos cuenta de que simplemente no éramos suficientes para que cierto chico decidiera cambiar.
Normalmente hacemos estas suposiciones y nos aferramos a ellas después de haber pasado por una relación en la que un chico no estaba dispuesto a cambiar su (cuestionable) forma de ser para hacernos felices.
No sólo está mal, sino que es insultante, tanto para nosotras como para los hombres a los que de verdad les importa y no entran por defecto en tu categoría de "gilipollas".
Esto es lo que a menudo entendemos mal sobre los hombres:
No pueden ser románticos
Claro que nosotras, las mujeres, somos más propensas al aspecto romántico de las cosas, pero eso se debe sobre todo a las innumerables películas de chicas que vemos semanalmente (a veces incluso a diario), que nos dan expectativas increíblemente poco realistas de los hombres.
Las películas no son la vida real, es ridículo tener que decir eso.
El hecho de que en una película un tipo contrate un avión que deletrea "Te quiero" en el cielo para su amada protagonista, ¡no hace que el ramo de tu novio sea menos encantador!
No es realista esperar que la otra persona tenga esos grandes gestos, sobre todo porque nadie puede permitirse esas cosas en la vida real.
Démosles un respiro y apreciemos lo que hacen por nosotros. Seguro que son más románticos de lo que creemos.
Aprendamos a apreciar los pequeños gestos que nos demuestran que nos quieren. La vida no es una película y nosotros no somos Katherine Heigl. La idea que cada uno tiene del romance es diferente.
Para algunos, ir a una cena elegante seguida de un paseo romántico por la playa bajo la luz de la luna es la idea perfecta de una noche romántica, mientras que otros consideran que un abrazo, una buena charla y un hombro sobre el que llorar después de un largo día son el gesto romántico perfecto.
A cada cual lo suyo.
Se sienten intimidados por las mujeres de éxito
Esta es una interpretación errónea muy común que todos hemos oído en la televisión y en numerosas películas.
Una y otra vez.
Claro que hay hombres a los que no les parece bien que las mujeres tengamos más éxito que ellos, sobre todo porque les hiere el ego que seamos más independientes económicamente y, por tanto, podamos permitirnos ciertas cosas que ellos no pueden.
Pero, por suerte, también hay muchos tíos que son conscientes de que vivimos en el siglo XXI y de que las mujeres merecemos con creces la igualdad salarial, y no les intimida estar cerca de nosotras.
El hecho de que te hayas encontrado con un tipo que tenía un problema con eso, no lo convierte en una regla. Hoy en día es más bien una excepción, y con razón.
Si alguien es lo suficientemente inseguro sobre esto, Dios sabe cuántas inseguridades más tiene, que no tienen nada que ver contigo, y todo que ver con él.
Apunta más alto, hay muchos más peces en el mar. Conocerás a un chico que puede contigo, tan increíble como tú, y que te hará desfilar orgulloso cada vez que pueda. No todo el mundo es tu ex.
No son emocionales
Esto no es así. Cualquier chica que haya visto a su chico involucrarse emocionalmente en un partido de fútbol puede dar fe de ello.
Claro que puede resultar molesto que se emocione tanto por algo tan irrelevante como un partido de fútbol, pero cuando se trata de nosotras, tenemos suerte si le oímos decir te quiero una vez cada dos por tres.
Pero aquí está la cosa.
Los hombres no son como nosotras. Que no te declare su amor cada vez que puede no significa que no te quiera.
Está en su forma de actuar. Presta atención a sus acciones. Si te prepara un té cuando te encuentras mal y se sienta contigo debajo de una manta abrazándote, es que te has ganado a alguien.
¿Qué más se puede pedir? No siente la necesidad de decírtelo constantemente porque lo demuestra cuando cuenta.
Les cuesta mantenerse fieles
Otro error común es creer que los hombres no pueden controlar sus impulsos primitivos, lo que les dificulta mantenerse fieles.
De esta manera, hacemos otra falsa generalización sobre ellos que no tiene nada que ver con la realidad y todo que ver con nosotros tratando de encontrar una excusa para su engaño o hacer más fácil para nosotros aceptar que hemos sido engañados.
El hecho de que un tipo haya engañado no significa que eso se aplique a todos los hombres.
Dejemos de hacer suposiciones sobre los hombres cuando más nos convenga y empecemos a darnos cuenta de que, sí, la mierda pasa, pero no significa que vaya a seguir pasando con todas las personas con las que nos encontremos.
Engañar no tiene nada que ver con el género y todo que ver con ser un ser inseguro y egoísta que no aprecia lo que tiene.
Dale a los hombres un poco de crédito, hay buenos tipos por ahí, sólo tienes que salir de tu zona de confort y buscarlos.
No es fácil, seguro, pero no renuncies a todos los hombres sólo por una mala experiencia.
