"No puedo soportarlo más". ¿Cuántas veces ha pasado esta frase por su cabeza últimamente?
Si esto es algo que tu voz interior te dice a menudo, significa que estás pasando por cosas malas en tu vida.
Tal vez tengas el corazón roto, te hayan traicionado, estés decepcionado o simplemente asustado o ansioso por lo que te deparará el mañana.
En cualquier caso, has llegado a tu punto de ruptura y no ves salida.
Sientes que tu única opción es rendirte por completo porque ya no puedes más, por mucho que lo intentes.
Pues has llegado al lugar adecuado, porque estás a punto de leer algunas cosas que te ayudarán a superar este periodo.
Algunas cosas que te ayudarán a ver que eres más fuerte de lo que crees y que te asegurarán que sobrevivirás, pase lo que pase.
Está bien sentirse así
Lo primero que tienes que recordar es que no eres débil por sentir que no puedes más.
No es necesario que reprimir sus emociones o huir de ellos, fingiendo que todo va bien, cuando es evidente que no es así.
Esto no significa que debas dejar que este sentimiento te defina. No debes dejar que te consuma por completo, pero debes aceptarlo.
Nunca te culpes por sentirte abrumado, porque todo forma parte de la vida y sólo demuestra que eres un ser humano, hecho de carne y hueso. En lugar de juzgarte, tómatelo con calma y date un respiro.
Deja de compararte con los demás
Otro cosa que deberías dejar de hacer siempre que estás pasando por algo así es compararte con los demás.
Aunque parezca que todo el mundo es feliz y tiene las cosas claras en todo momento, créeme que la verdad es bien distinta porque las cosas no suelen ser como parecen.
Olvídate de las redes sociales porque no representan cómo es realmente la vida de alguien.
Después de todo, empieza por ti mismo: sólo publicarás fotos o vídeos tuyos cuando te lo estés pasando bien y probablemente no compartas tus crisis nerviosas con el resto del mundo.
Recuerda que todos libramos nuestras propias batallas y luchamos contra nuestros demonios internos, aunque no se lo mostremos a los demás. No lo tienes peor que los demás, solo lo aparentas.
Así que en lugar de fijarte en las personas que te rodean y dejar que determinen tu valor, céntrate en ti mismo.
Centrarse en convertirse en el la mejor versión de ti mismo y nunca intentes ser otra persona.
Esto no durará para siempre
Todo por lo que estás pasando en este momento es sólo temporal. Este dolor y la insatisfacción que puedas estar sintiendo no son permanentes y no durarán para siempre.
Sé que estás convencido de que nunca te curarás y que pasarás el resto de tu vida atrapado en este círculo interminable de emociones negativas.
Estás desesperado y desesperanzado y no ves ninguna luz al final del túnel.
Pero te aseguro que llegará. Piensa en todas las veces que lo has pasado peor que hoy.
¿Y qué pasó? Todo siempre se solucionaba de una forma u otra, ¿no?
Has sobrevivido a todas tus dificultades y has conseguido resolver todos tus problemas. De lo contrario, hoy no estarías aquí, ¿verdad?
Piensa también en todas las veces que lo has pasado mejor que hoy. Esos momentos volverán, te lo aseguro.
El tiempo lo cura todo
Sé que ya has oído esta frase un millón de veces, pero es la pura verdad. Aunque ahora no pienses así, el tiempo cura todas las heridas tarde o temprano. Sólo tienes que darle tiempo al tiempo.
Has roto un relación duradera ¿estabas convencido de que duraría toda la vida? ¿Se encuentra en medio de una crisis familiar o tiene problemas profesionales?
En cualquier caso, la cuestión es que te sientes como si te hubieras topado con un muro. Sientes que estás atascado y no ves una salida.
Y no sólo eso: es como si tu dolor emocional se hubiera vuelto físico.
Te sientes ansioso y deprimido todo el tiempo y estás convencido de que este estado nunca desaparecerá.
Bueno, déjame decirte una cosa: sea cual sea el motivo de tu corazón roto, tarde o temprano sanarás.
Todo en la vida pasa, incluso lo malo, y ningún dolor emocional es permanente.
Realmente mejora, sólo ten fe.
He aquí otra frase que habrás oído en numerosas ocasiones, pero es algo que necesitas que te recuerden cada vez que sientas que no puedes más. Las cosas mejorarán, te lo prometo.
No puedo decirte exactamente cómo ni cuándo, pero la solución a lo que estés afrontando llegará cuando menos te lo esperes. Ten fe y cree en ti mismo.
Recuerda que lo que reflejas es lo que atraes. Así que en lugar de permitir que todos estos pensamientos negativos te consuman por completo, haz todo lo posible por pensar en positivo, aunque en este momento parezca imposible.
Reprograma tu mentalidad y trae el optimismo a tu vida.
Incluso cuando sientas que estás en lo más bajo, ten fe en un mañana mejor porque eso te dará la fortaleza mental necesitas levantarte de todo esto.
Eres lo suficientemente fuerte para manejar esto
Repite conmigo: Soy fuerte. Soy poderoso. Puedo hacerlo. No hay nada ni nadie que pueda conquistarme. Me curaré. Sobreviviré. Seré mejor y encontraré el camino de la salvación.
No, no se trata de un mantra inútil y es cualquier cosa menos una gilipollez.
Sé que ahora no lo ves, pero realmente eres lo suficientemente fuerte como para manejar lo que sea que te esté deprimiendo.
Esto no es más que una prueba de tu fuerza. Y estás a punto de superarla.
Un día, todo esto será sólo una lección...
Siempre que te preguntes por qué tienes que pasar por todo esto cuando está claro que no has hecho nada para merecer esta angustia, recuerda que todo en la vida ocurre por una razón y por una causa mayor.
Y esta mala racha que estás atravesando ahora mismo sirve para enseñarte una valiosa lección.
Puede que aprendas a apartar de tu vida a algunas personas tóxicas. O la importancia del amor propio.
Puede que aprendas a ver por fin tu propia valía y todo lo que eres capaz de hacer.
Sea como sea, lo cierto es que un día mirarás este periodo desde la distancia y agradecerás que haya sucedido.
Estarás orgulloso de cada una de tus cicatrices emocionales porque verás que todo ese dolor que has experimentado te ha moldeado para convertirte en la persona que eres hoy.
Un día, serás más feliz de lo que nunca imaginaste ser. Y cuando llegue ese día, apreciarás esa felicidad porque sabrás que tuviste que caminar entre espinas para alcanzar las estrellas. Y verás que todo esto valió la pena.