¿Qué es la depresión existencial?
Hay muchas formas de depresión y la depresión existencial es sólo una de ellas.
Sin embargo, este tipo de depresión es bastante especial en más de un sentido.
En primer lugar, la depresión existencial es difícil de diagnosticar.
Además, este tipo de depresión puede darse a cualquier edad y no tiene por qué estar estrictamente relacionada con un acontecimiento concreto de la vida de una persona.
Puede ser consecuencia de algún gran cambio, parte de una crisis de mediana edad o parte de la búsqueda de identidad de una persona.
Lo interesante de la depresión existencial es que suele afectar a individuos superdotados que intentan llegar al fondo de su existencia.
Es un estado característico de las personas superdotadas que se preocupan y ocupan en exceso de cuestiones relacionadas con la vida, la muerte, la libertad, el aislamiento y el sentido.
Aunque experimentar una depresión existencial no es ni mucho menos alegre para quienes luchan contra ella, también hay algunos expertos que la consideran una forma de catarsis y una parte de desintegración positiva.
Algunos lo ven como un regalo y una oportunidad de crecimiento personal, una prueba de la fuerza y el poder espiritual y mental de cada uno. despertar espiritual.
En cualquier caso, la conclusión es que la depresión existencial es algo que debe tomarse en serio.
Sin embargo, a pesar de ser difícil de manejar, no significa que no pueda tratarse con éxito.
Sin embargo, antes de esperar aprender a manejar con éxito la depresión existencial, primero hay que saber reconocerla.
Aquí tienes 7 señales que te ayudarán a conseguirlo.
7 signos de depresión existencial
1. Te has aislado de la sociedad
Una de las primeras señales de que estás sufriendo una depresión existencial es el aislamiento voluntario del mundo.
Pasas la mayor parte del día en completa soledad y sientes que nadie te entiende.
Aunque todos necesitamos algo de tiempo para relajarnos solos, contigo es diferente; estar solo se ha convertido en un hábito para ti.
No es sólo que no soportes estar en lugares abarrotados o que te hayas vuelto un introvertido que no quiere conocer gente nueva, que literalmente no soporta la presencia de nadie a su alrededor.
De repente, sin ningún motivo concreto, has cortado lazos con tus amigos y familiares más cercanos, aunque no te hayan hecho ningún daño.
Has empezado a vivir tu vida como un solitario porque estar cerca de otra persona te provoca una inquietud y un malestar que no puedes explicar a nadie, ni siquiera a ti mismo.
2. Estás ansioso y pesimista sobre el futuro del mundo
Los síntomas más comunes de la depresión existencial son la crisis existencial y la ansiedad que suele seguirla.
Cuando sufres depresión existencial, tu visión del mundo es siempre negativa y pesimista, y nunca ves la luz al final del túnel.
Te preocupa demasiado el futuro del mundo en general y el estado psicológico de toda la raza humana.
Aunque todos estos son problemas de la vida real que todos deberíamos tener en mente, la diferencia entre tú y el resto de la gente es que estos pensamientos te han impedido llevar tu vida cotidiana porque la ves condenada al fracaso.
No sólo eso, ves a toda la raza humana como desesperanzada e indefensa.
En tu mente no existe un mañana mejor ni la posibilidad de que las cosas mejoren.
3. Te interesa el sentido de la vida y de la muerte
Otro signo de depresión existencial y crisis existencial es el hecho de que también te preocupes demasiado por el significado más profundo de las cosas, especialmente de la vida y la muerte.
¿Por qué hemos sido enviados a este planeta? ¿Cuál es nuestro propósito en este mundo?
¿Qué sentido tiene vivir si de todos modos estamos a punto de morir?
¿Qué sentido tiene intentar mejorar nuestras vidas cuando todos estamos destinados a desaparecer de un modo u otro?
¿Existe la vida después de la muerte? ¿Nuestra alma trasciende a otra dimensión o simplemente desaparecemos como si nunca hubiéramos existido?
¿Por qué se creó el universo? ¿Cuál es el propósito de la raza humana en este planeta?
Éstas son las preguntas existenciales que le quitan el sueño y le impiden funcionar correctamente.
Piensas que tu existencia carece completamente de sentido y no le ves sentido a ayudarte a ti mismo e intentar alejarte de esto depresión a la que se enfrenta.
4. Duermes demasiado
Ninguno de estos pensamientos oscuros y negativos te deja en paz ni siquiera por un minuto.
No importa lo que hagas ni lo mucho que intentes reprogramar tu cerebro para que piense en otra cosa, simplemente no puedes deshacerte de ellos.
Precisamente por eso buscas consuelo en el sueño, porque es el único periodo del día en el que no te sientes perseguido por tu mente, que parece que no puedes controlar.
Todos necesitamos tiempo suficiente para descansar tanto el cerebro como el cuerpo, y echarse una siesta de vez en cuando no es algo que deba preocupar a nadie.
Sin embargo, si dormir es lo más destacado de tu día y si pasas todo el tiempo esperando ansiosamente irte a dormir, siendo lo único que te hace estar tranquilo y en paz, entonces tienes un problema.
5. Ya nada tiene sentido
Cuando padeces una depresión existencial, todo en tu vida ha perdido sentido.
Ya no disfrutas de las pequeñas cosas y, literalmente, nada ni nadie puede hacerte feliz.
No te ilusionan los fines de semana, las vacaciones, ver tu programa de televisión favorito o pasar tiempo con tus seres queridos.
No ves salida a tu estado actual y es como si sólo vivieras porque tienes que hacerlo.
Con el tiempo, te conviertes en un emocionalmente no disponible robot: no te excitas, ni te alegras, ni te excitas, y ya nada te produce alegría.
Todo se ha convertido en una línea plana y sientes que te has vuelto completamente insensible.
No es sólo que ya no sientas emociones positivas, también has perdido la capacidad de emocionarte o conmoverte por cualquier cosa triste.
Es como si te hubieras vuelto completamente indiferente hacia todo lo que ocurre en tu vida y como si hubieras perdido toda empatía hacia otras criaturas vivas.
6. No tienes motivación
Las personas con depresión existencial no tienen motivación alguna.
Con el tiempo, tareas cotidianas tan sencillas como levantarse de la cama, ir a trabajar o participar en actividades sociales se convierten en una carga demasiado pesada para el pecho. Y tú no eres una excepción.
De repente, has dejado de perseguir tus objetivos vitales y de perseguir tus sueños.
Todo el mundo a tu alrededor asume que simplemente te has vuelto perezoso y letárgico, pero en tu caso es algo más que eso.
Por mucho que lo intentes, no consigues funcionar correctamente, y mucho menos hacer grandes cambios en tu vida.
Es como si estuvieras atascado en un sitio y no pudieras reunir la fuerza necesaria para moverte del punto muerto.
Lo peor es que eres consciente de tu estado, pero no puedes obligarte a cambiar las cosas, por mucho que te gustaría.
7. Tienes pensamientos suicidas
Aunque es algo de lo que no se suele hablar, no es nada raro que una persona con depresión existencial ser suicida.
Últimamente te pasas los días esperando la muerte y te has convencido de que nadie te echaría de menos y de que el mundo no sentiría tu ausencia.
Ante todo, pensar así no es algo de lo que debas avergonzarte.
No obstante, si estos pensamientos son algo que has experimentado durante tus luchas contra la depresión existencial, significa que por fin ha llegado el momento de empezar a trabajar en tu salud mental.
Es una clara señal de alarma que debes intentar combatir y aquí te explicamos exactamente cómo hacerlo.
No te voy a mentir: no hay ninguna medicina mágica que te ayude a salir de esto de la noche a la mañana.
Lo que tienes que entender es que la depresión existencial no es una enfermedad, por lo que no es necesario curarla.
Sin embargo, se puede tratar y afrontar con éxito. Aquí tienes 6 maneras a prueba de balas de hacerlo.
6 formas eficaces de manejar la depresión existencial
1. Recuerda que no estás solo
Ante todo, debes ser consciente de que hay muchos niños y adultos superdotados en todo el mundo que pasan por todo lo que tú estás pasando ahora.
No estás solo en este mundo, aunque ahora lo parezca.
2. Encuentra lo que te llena
Uno de los mayores problemas de la depresión existencial es el vacío que sienten quienes la padecen y el hecho de que te hayas convencido a ti mismo de que has perdido el propósito en esta vida.
Precisamente por eso es crucial encontrar lo que te llena y, si es necesario, reinventarte.
Está claro que nada de tu vida te hace feliz y la solución a esto es encontrar cosas y personas nuevas que te devuelvan la sonrisa.
Es hora de volver a buscarte a ti mismo.
No importa la edad que tengas, no tengas miedo de probar cosas nuevas, aficiones y conocer gente nueva, porque es la única forma de encontrar lo que te llena.
3. Aceptar la vida como un viaje
En lugar de pensar en la vida como un destino al que tienes que llegar, piensa en ella como un viaje hacia el autodescubrimiento tienes que disfrutar mientras dure.
Piense en ello como un camino y haga que su misión consista en asegurarse de que sea lo más memorable posible.
Acepta que no puedes controlarlo todo y que hay cosas que nuestra mente no puede comprender.
Así que, en lugar de romperte la cabeza por las circunstancias sobre las que no puedes influir en absoluto, céntrate en sacar lo mejor de cada día.
Recuerda que tu felicidad está exclusivamente en tus manos y que eres el amo y señor de tu propia vida. ¡Haz que merezca la pena vivirla!
4. Racionalice sus pensamientos
Otra forma eficaz de combatir la depresión existencial es racionalizar al máximo tus pensamientos y miedos.
Siempre que sientas que todo va cuesta abajo y que no vas a salir de una situación determinada, recuerda todos los retos que has conseguido vencer en tu pasado y todos los obstáculos que has superado hasta ahora.
Además, siempre que empieces con el negativo pensando demasiadoPiensa en todos los peores escenarios negativos que se te pasan por la cabeza y sé realista sobre la posibilidad de que todos ellos se hagan realidad.
Si es necesario, escribe estas cosas en un papel y léelas cada vez que empieces a sentirte desesperado y perdido.
5. Escribe algunas afirmaciones
Lo que también debes anotar son los pensamientos positivos, aunque probablemente sean bastante escasos.
En lugar de centrarte en tu pesimismo, esfuérzate por anotar todas las cosas bonitas que ves y los acontecimientos que ocurren a tu alrededor cada día, y luego utiliza esa lista como recordatorio de que no todo es tan sombrío.
Acostúmbrese a pensar en al menos cinco cosas buenas y positivas que le hayan ocurrido durante el día cada noche antes de irse a dormir, lo que reprogramará su cerebro para pensar de forma más optimista en poco tiempo.
No dudes en hacerte cumplidos.
Cuando te sientas deprimido, piensa en tus logros o ponte frente al espejo y nombra algunas cosas bonitas de ti mismo.
No dude en admirarse.
6. Buscar ayuda profesional
No es nada inusual que las personas sean incapaces de ahuyentar a sus enfermedades mentales solo y no hay nada vergonzoso en pedir ayuda.
Sin embargo, hay situaciones en las que tu ser querido simplemente no sabe cómo acercarse a ti y puede empeorar aún más las cosas, pensando que sabe lo que es mejor para ti.
Precisamente por eso, buscar asesoramiento y orientación profesional es siempre lo correcto.
Además, a veces es más fácil abrirse a un completo desconocido que sabes que te echará una mano como es debido que a las personas cercanas a nosotros.
Se trata de alguien que nunca te juzgará ni te menospreciará por tu problema y, lo que es más importante, un profesional que te ayudará de la forma correcta.