Según la definición de atelofobia, se trata de una fobia específica en la que se sufre miedo a la imperfección, es decir, miedo a no ser lo suficientemente bueno.
En la sociedad moderna, el perfeccionismo se considera algo totalmente deseable, porque ser un perfeccionista empedernido significa tener un alto nivel de exigencia y a menudo desvivirse por cumplir los plazos y hacer cada trabajo a la perfección.
El perfeccionismo es una fuerza invisible y poderosa que nos motiva a hacerlo lo mejor posible, a sobrevivir a condiciones severas y a no dejar de luchar hasta alcanzar finalmente los resultados deseados.
Pero hay una delgada línea entre una dosis saludable de perfeccionismo y la atelofobia.
En altos estándares se sustituyen por normas imposiblesya no anhela la perfección, es la miedo a la imperfección.
Cuando nuestro cuerpo y nuestra mente empiezan a preocuparse por cada signo de posible imperfección, desarrollamos atelofobia, que es una forma de enfermedad mental que pertenece a un grupo de trastornos mentales (un trastorno de ansiedad).
Los atelofóbicos que sufren este trastorno psicológico lidian con constantes pensamientos negativos, emociones negativas y miedo a cometer errores, lo que puede perjudicar gravemente su salud mental y su bienestar en general.
Causas de la atelofobia
Al igual que otras fobias, la atelofobia puede ser innata o aprendida. La causa suele estar relacionada con acontecimientos traumáticos, padres exigentes, un plan de estudios exigente o un régimen estricto desde la infancia, donde el individuo no tenía mucho espacio para cometer errores sin sentir remordimientos.
La rigidez de estas condiciones repercute directamente en la confianza en sí mismoEn consecuencia, si no consiguen los resultados deseados, se sentirán menos dignos.
La baja autoestima se arraiga profundamente en el ser de quien la padece y la búsqueda de la perfección se convierte en una rutina diaria.
La búsqueda de la perfección se convierte en atelofobia, en la que la persona que la padece empieza a exigirse lo imposible y a sentir una insatisfacción extrema si los resultados no son los esperados.
Sin embargo, es realmente difícil (si no imposible) definir la raíz específica del problema porque requiere mucha observación, detalles sobre sus antecedentes familiares y su infancia, la personalidad del enfermo en detalle, su química cerebral, etc.
Pero una cosa es segura: Los padres desempeñan un papel importante a la hora de prevenir la atelofobia en sus hijos.
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Síntomas de la atelofobia
Cuando les asalta la idea de la imperfección, las personas atelofóbicas experimentan síntomas tanto psicológicos como físicos que pueden afectar gravemente a su funcionamiento diario y a su rendimiento en general.
El enfermo se siente fuera de control y sufre graves ataques de pánico y otros síntomas físicos que pueden dañar gravemente su salud mental.
Síntomas psicológicos:
- ansiedad
- sentimientos de impotencia
- miedo a hacer el mal
- no aceptación del reto
- perder el control
- perder la concentración
Síntomas físicos:
- hiperventilación
- ataques de pánico
- tensión muscular
- sudoración
- fuertes dolores de cabeza
- náuseas
- boca seca
- agitación
Aparte de los síntomas anteriores, también hay algunos signos importantes que indican que puedes ser víctima de la atelofobia: el miedo a la imperfección.
Así que, si alguno de los siguientes comportamientos le resulta familiar, ¡sin duda debería buscar la opinión de un profesional!
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1. Te aterrorizan los defectos
Todos tenemos miedo a cosas y acontecimientos concretos hasta cierto punto, pero cuando ese miedo se vuelve irracional, estamos hablando de atelofobia.
Si te aterroriza cometer errores en los exámenes, al hablar en público o en cualquier otra situación, significa que te aterrorizan los defectos.
Si siempre tienes una tendencia obsesiva a hacer que las cosas parezcan perfectas o a prepararte a la perfección para un acontecimiento concreto, significa que no controlas ni tu mente ni tu cuerpo.
La atelofobia está gobernando tu mundo y esa es la razón por la que empiezan a prevalecer los sentimientos de impotencia.
2. Te alejas de situaciones en las que podrías cometer errores
Uno de los mayores indicadores de atelofobia es evitar situaciones en las que pueda parecer imperfecto por cometer errores. Mucha gente confunde esto con el miedo a ser juzgado por los demás.
Pero una persona que sufre atelofobia no tiene miedo a equivocarse por la opinión de los demás, sino por la suya propia.
La razón por la que las personas atelofóbicas deciden saltarse por completo ciertos acontecimientos es que el mero hecho de pensarlo les aterroriza y no pueden evitar juzgarse a sí mismas y seguir insistiendo en el miedo a la imperfección en lugar de enfrentarse a ella.
Si esto le resulta familiar, lo más probable es que sea víctima de este trastorno psicológico.
3. Eres muy crítico con tu propio trabajo
¿Tiene tendencia a revisar todo varias veces antes de publicarlo y, cada vez que lo revisa, encuentra más y más imperfecciones que los humanos normales consideramos triviales?
Ser muy crítico con tu propio trabajo equivale a fijarte unos niveles imposibles y sentirte frustrado cuando no los alcanzas.
Las personas con atelofobia buscan constantemente sus propios defectos, errores e imperfecciones en todos los aspectos de su vida.
Este miedo a la imperfección se convierte en un limbo en el que ya no puedes pensar racionalmente y, vayas donde vayas y hagas lo que hagas, el miedo te sigue.
Véase también: Cómo expresar sus esperanzas y temores hará que su vínculo sea duradero
4. Prefieres no hacer nada a hacer algo mal
¿Siente a veces que prefiere quedarse en el sofá sin hacer nada a hacer algo terriblemente mal?
¿La incertidumbre ante nuevas tareas con las que no está familiarizado le hace sentirse extremadamente frustrado y ansioso?
Dado que las personas atelofóbicas tienen ese miedo indescriptible a cometer errores, se les da muy bien inventar excusas para evitar hacer algo.
Las personas atelofóbicas siempre optarían por no hacer nada antes de hacer algo que pudiera resultar imperfecto.
5. Su miedo a la imperfección interfiere en su vida cotidiana
La atelofobia puede causar graves dificultades en el lugar de trabajo y en las relaciones y la vida cotidiana en general.
Puede progresar hasta el punto de hacer que una persona se sienta paralizada e incapaz de realizar tareas sencillas como ir al supermercado.
Si has notado que tienes dificultades como llevar a cabo el trabajo a tiempo o mantener tu relación, significa que es la atelofobia la que controla tu vida y no tú y es hora de buscar ayuda profesional y empezar el proceso de curación.
¿Cómo superar el miedo a la imperfección?
Si no se trata, la atelofobia puede evolucionar a Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y crear complicaciones aún mayores.
Así pues, si acabas de darte cuenta de que tu comportamiento presenta signos de atelofobia, debes saber que tu cuerpo y tu mente necesitan asesoramiento profesional y psicoterapia, donde aprenderás a comprender lo que te ocurre, aceptarlo y cambiarlo con el tiempo.
Hay dos tipos diferentes de psicoterapia sugeridos por los especialistas:
Terapia de exposición
Este tipo de psicoterapia ayuda al enfermo a enfrentarse a sus miedos y las sesiones se repiten varias veces hasta que su cerebro lo adapta y empieza a responder positivamente.
La terapia de exposición requiere mucha paciencia tanto para el enfermo como para el psicólogo.
Terapia cognitivo-conductual
Este tipo de psicoterapia consiste en modificar los pensamientos, emociones y patrones negativos para alterar el estado de ánimo y el comportamiento general del paciente.
Para obtener los mejores resultados en el menor tiempo posible, los psicoterapeutas combinan tanto la Terapia de Exposición como la Terapia Cognitivo-Conductual durante las sesiones.
Otros tratamientos incluyen terapia de grupo, meditación, hipnoterapia, psicología energética, etc.
Véase también: "Ya No Puedo Soportarlo": 9 maneras de curarse emocionalmente
Reflexiones finales
Experimentar cierto grado de miedo forma parte de todo ser humano, pero cuando ese miedo se convierte en miedo constante a la imperfección, también conocido como atelofobia, se vuelve irracional y afecta enormemente a nuestro rendimiento en la vida cotidiana.
Si no se trata, la atelofobia puede dañar gravemente nuestra salud física y mental, por lo que buscar ayuda profesional es de suma importancia.
Y recuerda que tus miedos no te hacen ser quien eres. Recuerda que eres lo bastante bueno. La atelofobia es sólo un efecto secundario que puede superarse fácilmente.
Sólo requiere voluntad, paciencia y la convicción de que lo conseguirás, ¡y puedo garantizarte que lo harás!