Cuando pensamos en un comportamiento controlador, la mayoría nos imaginamos una relación tóxica y abusiva en la que uno de los miembros de la pareja es controlador.
Desgraciadamente, ese pensamiento es erróneo porque ese tipo de comportamiento no sólo ocurre en las relaciones románticas.
Personas que le gusta controlar a los demás pueden encontrarse a nuestro alrededor. El comportamiento controlador puede darse en todo tipo de relaciones: entre familiares, entre amigos e incluso entre compañeros de trabajo.
Estar en una relación controladora afecta mucho a la vida de una persona. De hecho, cambia la vida de alguien por completo.
Primero, te hace olvidarte de todo y de todos los que te rodean. Luego te hace olvidar tu valía y, finalmente, te hace perderte a ti mismo. Te agota por completo.
¿Qué es un comportamiento controlador?
El comportamiento controlador es cuando alguien manipula a otra persona para que haga algo que quiere.
Juegos mentales, luz de gas, manipulación emocional... Ésas son sólo algunas de las técnicas que utilizan las parejas controladoras para meterse con la mente de su pareja.
En primer lugar, hacen que sus parejas dependan emocionalmente de ellos. Después, las manipulan para que se comporten de la manera que más les conviene.
Todos hemos conocido a esas parejas en las que uno de los miembros es dominante y quiere estar "al mando" todo el tiempo, mientras que el otro siempre calla y está de acuerdo con todo lo que hace y dice su pareja.
Mucha gente se queda atrapada en una relación controladora. Tienen fuertes sentimientos hacia sus parejas y les resulta muy difícil liberarse de ese abuso emocional.
A veces, por desgracia, incluso se convierten en víctimas de la violencia doméstica.
Seguro que todos conocemos a esa familia en la que uno de los progenitores es tan sobreprotector con sus hijos que les hace volverse demasiado controladores.
Quieren saberlo todo sobre sus hijos y que respeten sus normas incluso cuando se conviertan en jóvenes adultos.
Por desgracia, esos padres no son conscientes de las consecuencias que su comportamiento puede tener en sus hijos.
Ese tipo de relación tóxica deja marcas indelebles en la salud mental y la autoestima de los niños.
Todos nos hemos encontrado alguna vez con esos molestos compañeros de trabajo que se creen mejores que nosotros. Son lo peor.
Hacen el mismo trabajo que tú, pero actúan como si fueran tu jefe. Dicen a los demás lo que tienen que hacer, hacen que los demás hagan su trabajo y, al final, se llevan todo el mérito de un trabajo bien hecho.
Este tipo de comportamiento abusivo también puede darse en las amistades. Si tu amigo cree que tiene derecho a controlar tu vida, aunque sea tu mejor amigo, tienes que poner fin a esa relación.
Todos estos son ejemplos de relaciones y comportamientos controladores. A pesar de las muchas señales de alarma, por desgracia, a veces es muy difícil detectar a una persona controladora.
Signos de comportamiento controlador
A veces puede ser extremadamente difícil detectar a una persona controladora, pero aquí tienes algunas señales sutiles que pueden ayudarte.
1. Necesitan saber cada movimiento que haces y cada paso que das
Hagas lo que hagas, vayas donde vayas, tienes que decírselo antes. Quieren saber dónde estás cada minuto del día.
Te mandan mensajes todo el día y te preguntan dónde estás o cuándo volverás a casa. No puedes hacer nada sin su permiso, o al menos sin hablarlo antes con ellos.
Si estás demasiado ocupado para contestarles inmediatamente, se enfadan y te acusan de engañarles o de no darles prioridad en tu vida.
2. Aislándote de otras personas importantes en tu vida
Su objetivo es separarte de tu familia y amigos. Quieren aislarte de tus seres queridos porque representan una amenaza para ellos.
Saben que esas personas sólo quieren lo mejor para ti y que intentarán hablar contigo sobre tu relación malsana y manipuladora.
Tienen miedo de su familia y amigos y harán cualquier cosa para evitar que tengan esa charla con usted.
Quieren hacerte creer que son los únicos en los que puedes confiar.
Por eso se inventarán historias sobre tu familia y amigos y mentirán sobre ellos, sólo para hacerte creer que no puedes confiar en ellos.
3. Se comportan de forma completamente diferente delante de su familia o amigos
Verás cómo te confunden. Primero hablarán mal de tu familia y amigos, pero delante de ellos se comportarán de forma completamente distinta.
Se comportarán con normalidad, como si no tuvieran una mala opinión de ellos. Les harán reír y les harán cumplidos a menudo.
Mostrarán caras completamente distintas cuando estén delante de tus seres queridos. No sabrás lo que realmente quieren decir y lo que sienten por ellos.
Créeme, no lo dicen en serio. No respetan ni quieren a tu familia, como tú crees, simplemente no quieren que sospechen de sus verdaderas intenciones.
4. No se te permite tener una vida fuera de la relación
Se enfadarán si alguna vez te ven hablando o tomando café con alguno de tus amigos o compañeros. Te harán pensar que tu relación es lo único que debe ser importante en tu vida.
Después de que te hagan emocionalmente dependiente de ellos, les pedirás permiso para todo lo que hagas.
Quieren para controlar cada parte de tu vida y pronto verás cómo afecta a todos los aspectos de tu vida.
Tu carrera no progresará. Nunca podrás probar nuevas oportunidades.
Perderás todos tus contactos. No alcanzarás tus sueños y metas.
5. Su autoestima se resiente
Las víctimas de las personas controladoras son precisamente las que tienen baja autoestima. Saben que son fáciles de controlar por su falta de confianza.
Aunque hayas empezado esa relación con problemas de baja autoestima, tu confianza seguirá viéndose muy afectada por tu pareja controladora.
Te harán sentir que son mejores que tú en todo. No importa lo que hagas, nunca será suficiente para ellos.
6. Te hacen dudar de tu autoestima
Esto es la consecuencia de baja autoestima. Tu pareja te hará creer que no eres lo bastante buena.
Su intención es hacerte creer que no eres digna de ser amada y que no encontrarás a alguien nuevo si decides poner fin a la relación.
Como estás tratando con un gran manipulador, después de algún tiempo, realmente empiezas a dudar de tu autoestima.
Empiezas a creer que él es el único hombre que podría amar a alguien como tú y por eso empiezas a proteger vuestra relación más que nunca.
7. Culpabilidad
El sentimiento de culpa es una de las técnicas favoritas de los manipuladores para obligarte a hacer lo que quieren. Incluso mencionarán algo que ocurrió hace mucho tiempo sólo para conseguir lo que quieren.
Saben cómo piensas y cómo te sientes. Saben que haciéndote sentir culpable, harás lo que ellos quieran con tal de conseguir su perdón y dejar de sentirte culpable.
8. Tienes que demostrar tus sentimientos
Te hacen demostrar tu amor por ellos todo el tiempo pero cuando se lo pides, se molestan porque dudas de sus sentimientos. Tus palabras nunca son suficientes pero ellos sí.
Nunca les diste motivos para dudar de tu amor y te confunde por qué tienes que demostrarlo una y otra vez.
9. Caminas sobre cáscaras de huevo a su alrededor todo el tiempo
Nunca sabes a qué atenerte con ellos. Cambian mucho de comportamiento.
En un momento te hacen creer que te quieren de verdad, pero al siguiente se comportan como si les hubieras hecho algo muy malo y no pudieran perdonarte.
Nunca puedes estar tranquilo porque nunca sabes cómo se van a comportar. Ya no te sientes cómodo cerca de ellos.
Sientes que vigilan todos tus movimientos y tienes razón. Están esperando a que cometas un error para volverlo en tu contra y continuar con su táctica de culpabilizarte.
10. No se te permite hablar
Nunca se te permite hablar porque tu opinión no es importante. Sólo tienes que escucharles y estar de acuerdo con ellos porque siempre tienen razón.
Te aíslas de los demás porque empiezas a pensar que lo que tienes que decir no es importante para nadie.
Si algo te molesta, te lo guardas para ti porque tienes miedo de decírselo a tu pareja. Eso es lo que hace que tu relación sea instantáneamente insana.
11. Se enfadan si haces algo sin preguntarles primero
Se acostumbran a que les pidas permiso. Se comportan como si fueran tus dueños, como si tuvieran todo el derecho a controlar tu vida.
Si haces algo sin consultarles antes, aunque sea algo insignificante, se enfadan tanto que ni siquiera te hablan después.
Si hiciste algo mal o cometiste algún error tonto, automáticamente te darán la callada por respuesta. Te harán trabajar duro para conseguir su perdón.
12. Tienen arrebatos repentinos de emociones
Delante de tu familia y amigos, te mostrarán su afecto y te colmarán de cumplidos.
Quieren hacerlo delante de ellos porque quieren hacer creer a los demás que son una pareja perfecta.
A veces incluso se comportan así cuando estás solo. Ocurrirá cuando noten que has cambiado de alguna manera.
Quieren confundirte demostrándote que, después de todo, se preocupan profundamente por ti.
A veces se enfadan sin motivo. Incluso pueden mostrar un comportamiento abusivo.
Las personas que tienen una fuerte necesidad de controlar a otra persona definitivamente tienen algunos problemas de salud mental, por lo que no es de extrañar que tengan estos cambios de humor.
13. Crítica constante
Te critican constantemente. Su intención es hacerte creer que no eres lo bastante bueno y que nunca lo serás, hagas lo que hagas.
Piensan que cuanto más lo repitan, antes empezarás a creértelo. También afectará a tu autoestima. Destruye tu autoestima.
La crítica constante es un hábito tóxico. No solo afectará a tu confianza y a tu salud mental, también destruirá tu intimidad.
14. Te hacen sentir que no los mereces
Saben que si te hacen pensar que no los mereces, eso hará que luches por mantenerlos en tu vida.
Te hacen creer que son mejores que tú en todos los sentidos. Entonces, comienza su control.
Cuando están seguros de que te han convencido de que no los mereces en absoluto, empiezan a pedirte que hagas cosas por ellos.
15. Te espían
Quieren controlar tu vida y por eso necesitan saberlo todo sobre ti. No confían en nadie, especialmente en ti, y empiezan a espiarte.
Registran tus cosas, te siguen allá donde vayas y cogen tu teléfono para ver con quién chateas.
16. Hacen un drama innecesario
Cuando cometes un pequeño error, le dan mucha importancia. Esto se debe a que saben que haciéndote sentir culpable será más fácil controlarte.
Además, quieren que los demás oigan que te has equivocado mientras que ellos son una pareja perfecta.
17. No existen límites
Toda relación sana se basa en el establecimiento de límites. Las parejas manipuladoras saben que establecer esos límites les impedirá controlar la vida de su pareja.
Aunque tuvieras unos límites sanos cuando empezasteis a salir, seguro que ahora esos límites han desaparecido.
Cruzaron todos tus límites al principio de vuestra relación y se lo permitiste porque estabas enamorada de ellos.
18. Son excesivamente celosos
Como ya hemos dicho, no quieren que tengas una vida fuera de tu relación. Están celosos de todos tus amigos y compañeros de trabajo.
No soportan verte con otra persona, aunque nunca les hayas dado motivos para dudar de tu lealtad.
Esta es otra causa del comportamiento controlador.
19. Te amenazan con ultimátums
La primera vez que tu pareja te dé un ultimátum, deberías poner fin a la relación porque sólo está intentando manipularte para que hagas lo que quiere.
Las parejas controladoras siempre dan ultimátums a sus parejas. La mayoría de las veces, amenazan con hacerse daño si su pareja no hace lo que ellos quieren.
Dar ultimátums es una de las técnicas de un manipulador.
Dan ultimátums a su pareja porque saben que no quieren herir sus sentimientos y por eso lo aceptarán y harán lo que se les pida.
20. Abuso físico
Por desgracia, la mayoría de los casos de pareja controladora en una relación íntima acaban con maltrato físico.
Debido a sus frecuentes arrebatos emocionales, algunas parejas controladoras se vuelven agresivas y violentas. Empiezan a castigar a sus parejas cada vez que cometen un error.
Hay varias razones por las que algunas personas soportan el maltrato físico en una relación.
Puede que tengan miedo de contárselo a alguien porque temen a su pareja o piensan que nadie les creería.
Sus sentimientos por su pareja son demasiado fuertes y les hace creer que algún día cambiarán y se arrepentirán de su comportamiento.
Pueden volverse demasiado dependientes emocionalmente de sus parejas y temen perderlas. Por eso empiezan a pensar que el maltrato es normal.
¿Cuáles son las causas del comportamiento controlador?
Hay tantas razones por las que algunas personas sienten la necesidad de controlar otros y algunos son muy difíciles de reconocer.
Si alguien hubiera una experiencia traumática en una relación anterior o ellos mismos sufrieron abusos emocionales, intentarán controlar a su pareja porque no quieren repetir sus terribles experiencias pasadas.
Algunas personas tienen problemas de confianza que hacen que no confíen fácilmente en nadie, especialmente en una pareja íntima. Esos problemas les hacen querer controlar la vida de su pareja.
Algunas personas controlan la vida de su pareja por una miedo al abandono. Quieren demasiado a sus parejas y no quieren perderlas nunca.
Ni ellos ni sus parejas son conscientes de que mantienen una relación controladora.
Hay algunas personas que simplemente tienen la necesidad de estar "al mando todo el tiempo. Sienten la necesidad de controlar la vida de todos los que les rodean.
Baja autoestima también puede hacer que una persona se vuelva controladora. La falta de confianza en uno mismo puede desencadenar muchos sentimientos desagradables, como ansiedad, depresión y celos.
La ansiedad hace que alguien se vuelva controlador porque cree que es la única manera de protegerse de experimentar cosas malas en el futuro.
¿Cómo tratar a una persona controladora?
Tratar con una persona controladora no es fácil porque en la mayoría de los casos las personas no son conscientes en absoluto de que están siendo controladas.
Sin embargo, si notas algunas de las señales anteriores y te das cuenta de que tu pareja u otra persona te está controlando, a continuación te explicamos cómo puedes afrontarlo de la forma más eficaz.
- Vuelva a conectar con su familia y amigos
Ponte en contacto con tu familia y amigos. Pide perdón por haber permitido que alguien se interpusiera entre ellos y tú.
Pídeles que salgan. Habla con ellos. Estas personas son las que mejor te conocen y seguro que pueden darte los mejores consejos sobre tu relación de control.
- No dude en hablar
Tienes todo el derecho a expresar tu opinión sobre todo. Las relaciones se basan en la igualdad, y si tu pareja no puede aceptarlo, es su problema, no el tuyo.
Si algo te molesta, no dudes en decírselo a tu pareja. Así funcionan las relaciones sanas.
Tienes que ser capaz de hablar de tus propios sentimientos.
- No tenga miedo de decir NO
Si no estás de acuerdo con algo, díselo a tu pareja. No tienes por qué estar de acuerdo en todo. No tengas miedo de su reacción.
Aunque se peleen, no debes preocuparte. Los conflictos y las peleas también forman parte de una relación, lo importante es cómo lo vais a afrontar tu pareja y tú.
- Es hora de restablecer tus límites
Los límites deben existir en toda relación sana. Créeme, la principal causa del comportamiento abusivo de tu pareja es la falta de límites en vuestra relación.
Pues bien, ha llegado el momento de restablecer esos límites. Piénsalo y decide qué cosas te molestan en tu relación.
- Preste más atención a sí mismo y a su propio bienestar
Tu pareja no es la única persona importante en vuestra relación. Tú también importas. Tus sentimientos importan. Tienes que empezar a prestarte más atención.
- Trabajar la confianza en uno mismo
Si tienes baja autoestima, serás el blanco perfecto de una persona controladora. No lo permitas. Trabaja en tu confianza en sí mismo y ser lo suficientemente valiente como para poner fin a ser controlado.
- Recuérdate a ti mismo tu autoestima
Tú lo vales. Tú eres suficientemente bueno. Tu pareja no es mejor que tú. Mereces que te quieran y te traten con respeto.
No permitas que nadie te convenza de lo contrario.
- No te cambies más
Deja de cambiar por una persona que no te respeta. No pierdas tu identidad por alguien que en realidad nunca te ha querido.
Si permites que alguien te cambie por completo, nunca volverás a ser el mismo y eso es algo que nunca podrás perdonarte.
- Busque ayuda profesional si es necesario
Si el comportamiento manipulador se ha convertido también en maltrato físico, la mejor opción para ti es buscar ayuda profesional. Ellos te atenderán mejor.
Si eres víctima de algún tipo de maltrato o conoces a alguien que lo sea, DEBES ponerte en contacto con el National Domestic
Línea directa contra la violencia de género. Está disponible las 24 horas del día.
A veces es posible resolver este problema y salve su relación mediante la comunicación. Deberías hablar con la otra persona sobre su comportamiento controlador y preguntarle si está dispuesta a cambiarlo para conservarte.
Por otro lado, a veces no queda más remedio que poner fin a tu relación y sálvate de un manipulador que nunca va a cambiar.