Nunca es fácil superar a alguien, pero lo que lo hace aún más difícil es cuando tu corazón no escucha a tu mente.
En el fondo sabes que deberías dejarlo ir por completo, pero algo dentro de ti te mantiene aferrado.
Intentas dar sentido a tu dolor. No entiendes por qué sientes dolor físico porque él ya no forma parte de tu vida.
Sientes que falta una parte de ti y no puedes creer que todo haya terminado.
Superar una ruptura es especialmente triste cuando quedan muchas cosas sin decir o cuando no ves claras las razones por las que todo se fue al traste.
Así que sigues pensando y reproduciendo diferentes escenarios de lo sucedido.
Piensas que si te dan una explicación lo suficientemente buena te sentirás mejor pero no hay razón suficiente que justifique un corazón roto.
Lo peor de todo es que, aunque la relación haya terminado, tus sentimientos siguen ahí.
Sabes que todo ha terminado y que no hay vuelta atrás, pero no sabes qué hacer con todo ese amor no correspondido que llevas dentro.
Superar a alguien es un proceso largo, y superar a alguien por quien aún sientes algo es mucho más complejo.
Por eso hay algunas cosas que puedes hacer para ponértelo más fácil:
1. Deja de idealizar el pasado.
No todo fue tan genial como te lo estás imaginando ahora en tu cabeza. Él no es una criatura perfecta, sin defectos.
Sabes todo lo que pasaste con él, sólo que es más fácil pensar en los momentos felices que en los malos.
Míralo como realmente es y al instante lo echarás menos de menos.
2. Deja de intentar llegar al fondo de las cosas.
Sé que es insoportablemente difícil cuando no se conoce el verdadero motivo de la ruptura de su relación.
Así que sigues buscando uno y a veces incluso te culpas a ti mismo.
Pero lo cierto es que a veces no hay motivo para hacer nada.
Algunas personas simplemente no están hechas para estar juntas y, sepas o no la razón, no será más fácil.
3. Deja que duela.
A veces estamos tan hartos de todo el daño y el dolor que causa una ruptura que intentamos bloquear nuestras emociones.
Nos ocupamos de todo tipo de cosas para que el dolor no nos pille desprevenidos.
Detenemos nuestras lágrimas y ponemos una sonrisa falsa aunque nos estemos desmoronando por dentro.
Al bloquear nuestro dolor sólo estamos embotellando todos estos sentimientos de resentimiento e injusticia y todo está destinado a estallar en algún momento.
Deja que te duela. Tiene que doler, significa que tus sentimientos eran auténticos.
Deja que el dolor salga a través de las lágrimas porque las lágrimas pueden limpiar tu alma.
4. Deja de seguirles en las redes sociales.
Si no es por ellos, hazlo por ti. Sé que muchas mujeres piensan que si le dejan de seguir sabrá lo mucho que les ha hecho daño.
¿Y qué? ¿A quién le importa lo que piense?
Lo más importante es facilitarte las cosas.
Y revisar sus cuentas en las redes sociales sólo te hará sentir peor.
No en vano se dice que "ojos que no ven, corazón que no siente".
5. No te fuerces a olvidar.
El consejo más estúpido que te pueden dar es: "No pienses en él".
Como si eso fuera algo que puedes hacer a la orden.
Lleva tiempo olvidar. Cuanto más intentas olvidar, más te centras en él, en tu dolor y en toda la situación. En lugar de centrarte en olvidar a una persona, céntrate en ti mismo.
Haz cosas que te hagan feliz. Relájate y mímate para variar.
Haz algo que rompa tu rutina diaria.
6. Evite todo contacto.
Si sigue intentando formar parte de tu vida pero sin tener una relación contigo, evita el contacto con él.
No le des beneficios de novio cuando no es tu novio.
Si permites el contacto o seguís viéndoos, sólo conseguirá engañarte y hacerte aún más daño.
Lo mejor que puede hacer es seguir simplemente el regla de no contacto. Y empieza de nuevo.
7. Concéntrate en ti mismo.
Enamórate de ti mismo cada día. Siéntete orgulloso. Trabaja en ti mismo para ti mismo.
No con el propósito de olvidarle, sino con el de sentirte orgulloso de la persona en la que te estás convirtiendo.
Sé amable contigo mismo y dale tiempo a las cosas para que se asienten.
Mientras estés ocupado contigo mismo, él seguirá desapareciendo de tu mente y de tu corazón.