Ya he perdido 2 años, 25 días, 2 horas y 12 minutos descifrando tus señales contradictorias y no voy a perder ni un segundo más. No esperaré un milagro. No pasaré mi vida esperando algo que nunca será. Voy a ponerle fin aquí y ahora.
Sé que no estás de acuerdo. Sé que querrás que vuelva ahora que se te escapa de las manos. Lo sé porque ya hemos tenido situaciones como esta. Te diría que no puedo aguantar más tu mierda y que hemos terminado. Pero siempre encontrarías la manera de volver a colarte bajo mi piel.
Me decías todo lo que quería oír y yo te creía porque mi corazón quería creerte. Mis instintos me decían que estabas mintiendo, pero quería que estuvieran equivocados, así que opté por ignorarlos. Fui en contra de mi buen juicio y seguí depositando toda mi confianza en alguien tan vago.
Utilizaste esas señales contradictorias para mantenerme tan cerca como querías y ni una pulgada más cerca. Siempre estuve en algún lugar delante de tu corazón, pero nunca me dejaste entrar de verdad. Por otro lado, todo mi ser era tuyo y tú lo sabías bien.
Sabías lo fuertes que eran mis sentimientos y lo tomaste como mi debilidad. En lugar de apreciarme a mí y la forma en que te trataba, seguiste jugando. Un día, estabas encima de mí. Yo era el sol de tu día y la luz de la luna que te guiaba por la noche y al momento siguiente, me apagabas por completo.
Me enviabas los mensajes más tiernos y luego pasabas días sin responder a ninguno. Hacías planes para ver una película de la que te había hablado durante tanto tiempo y luego los cancelabas en el último minuto. Me decías que era la mujer más guapa e interesante del mundo y luego pasabas semanas sin verme, siempre con una excusa poco convincente.
Nunca quisiste etiquetar nada porque no estabas preparado, pero luego me presentabas a tus amigos. Decías que no podías comprometerte ahora, pero que no sabías lo que te depararía el futuro. Decías que no querías ser exclusivo pero no soportabas verme con nadie más.
Estabas lleno de contradicciones. Decías una cosa, hacías otra y sólo Dios sabe lo que pensabas de verdad. Utilizabas esas señales contradictorias. Confiabas en que yo viera lo mejor de ti y te has salido con la tuya durante mucho tiempo.
Hace demasiado tiempo, de hecho, y debería haber puesto fin a esto hace mucho tiempo. Debería haber recordado que soy digno de amor, ese amor verdadero, incondicional, que no puede vivir sin ti. tipo de amor-y no conformarme con esta mierda que me estabas dando. Debería haberme dado cuenta de que el mensaje que había detrás de esas señales contradictorias era obvio: no te importo lo suficiente.
Por fin he recibido ese mensaje ahora. 2 años, 25 días, 2 horas y 12 minutos después pero justo a tiempo para decir mi último adiós y gracias por la lección. Nunca más perderé mi tiempo con nadie que intente enviarme señales contradictorias. La próxima vez, reconoceré el significado detrás del mensaje. La próxima vez, lo ignoraré sin darle una segunda mirada.