Cuando piensas por primera vez en un hippie te viene la imagen de un ser humano despreocupado y sin un objetivo final en la vida, y la verdad sea dicha, es malo. Pero, ¿y si te lo pensaras mejor?
Un hippie es una persona de apariencia poco convencional y si pudieras mantener tu aspecto "normal" pero poseer un alma hippie, crearías la pareja definitiva.
Janis Joplin, Bob Dylan y muchos otros eran personas con alma hippie que miraron todas las definiciones negativas y sacudieron sus cabezas pensar en lo triste que debe ser dejar de poder soñar con un mundo por el que nos enseñaron a luchar cuando éramos niños. niños.
Las personas con alma hippie abrazan la vida al máximo sin ver a nadie con prejuicios.
El secreto de tener un alma hippie te lo traen estas 5 sencillas pero asombrosas características que te harán amar lo que eres.
Eres libre como el viento.
No permites que nada te ate y eres el tipo de persona a la que no le gusta seguir reglas de ningún tipo. Tú creas tus propias reglas y vives según ellas.
Eres perfectamente consciente de lo que te hace feliz y no dejas que los demás te digan lo que tienes que hacer.
Ser capaz de desplegar tus alas y vivir como si no tuvieras nada que perder te da la sensación de ser único, y tu libertad te hace feliz. Te hace diferente del resto del mundo.
Tienes una mentalidad abierta.
¿No es ésta la mejor clase de gente? No juzgan y dejan que los demás sean como son a su alrededor.
Lo que pasa contigo es que ves a cada alma como la creación más divina y, por lo tanto, retienes tus juicios.
Lo que te hace más único y querido por la gente es el hecho de que siempre intentas ver las cosas desde la perspectiva de los demás.
Antes de dar tu opinión, haz todo lo posible por intentar ponerte en la piel de los demás para ver por qué son como son.
No te asusta la naturaleza humana. Al contrario, estás deseando descubrir cosas nuevas en las personas.
Disfruta del viaje de tu vida.
La gente suele decir de ti que eres la persona más feliz que conocen. A veces te pones triste, pero no dejas que los pensamientos negativos aniden en tu cabeza.
Es porque entiendes que la vida está hecha de Yin y Yang, y necesitas tener ambos para saber que estás viviendo.
Todo lo que se cruza en tu camino, lo aprecias. Intentas aprender de diferentes maestros de la vida y vives la vida al máximo.
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No eres ni líder ni seguidor.
Eso es lo que pasa contigo: por mucho que la gente quiera encasillarte, es imposible. Tienes tu propio camino y eres difícil de predecir.
No sigues ciegamente las ideas de los demás, siempre intentas elegir entre varias y tomar lo mejor para crear la idea perfecta que te guiará por la vida.
Crees que la gente debería amar más y odiar menos.
Es una especie de mantra. Crees que la gente debe quejarse menos y apreciar más, hablar menos y escuchar más, temer menos y esperar más.
Odias estar rodeado de personas que señalan los puntos débiles pero nunca magnifican los puntos fuertes de los demás.
La felicidad es tu elección diaria y se transmite fácilmente a la gente que te rodea. Por eso a la gente le encanta tenerte cerca.
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