"Las lágrimas son sagradas. No son signo de debilidad, sino de poder. Hablan con más elocuencia que diez mil lenguas. Son mensajeras de un dolor abrumador... y de un amor indescriptible". - Washington Irving
A lo largo de la vida, conocerás a un montón de personas que afectarán y posiblemente cambiarán tu vida en más de un sentido.
Habrá personas con las que te cruces, a las que des un lugar en tu vida, de las que pienses maravillas... y acaben decepcionándote y enseñándote una valiosa lección.
Y habrá personas que conocerás por casualidad y con las que establecerás una profunda conexión casi al instante, y que resultarán ser algunas de las mejores personas de tu vida.
Esas personas son las que hacen que merezca la pena vivir.
Ya sea una pareja romántica, un amigo íntimo o un familiar, tener a alguien con quien compartes una cercanía increíble y que forma parte integral de tu vida es lo más preciado que uno puede esperar tener en la vida.
Y lo que tiene la vida es que nunca sabes cuándo será la última vez que hables con tu mejor amigo.
Nunca sabes cuándo será la última vez que beses a tu pareja.
Y nunca sabes cuándo será la última vez que llames a tu madre.
Pero un día, será ese día final... y ni siquiera lo sabrás.
Te golpea como mil cuchillos que te atraviesan el estómago y te deja un enorme agujero que te abruma cada vez que intentas respirar.
Perder un amado es algo dolorosamente difícil de describir. La gente no puede comprender esta pérdida a menos que hayan pasado por ella ellos mismos.
El hueco que queda en tu vida tras perder a alguien que era tan importante para ti es imposible de llenar o explicar.
Simplemente está ahí y te mata lentamente por dentro, dejándote jadeando.
Se siente como perder un miembro y tener que aprender a adaptarse a la vida sin él, pero siempre pudiendo sentir la pérdida casi palpable.
Es algo a lo que nunca te acostumbras, pero te ves obligado a aprender a vivir sin ello, por duro que sea, porque, te guste o no... la vida sigue.
He aquí 5 cosas dolorosas con las que sólo pueden identificarse y comprender quienes han perdido a un ser querido.
1. Hay una abrumadora sensación de pesar que te invade por las cosas más pequeñas
Independientemente de cómo hayas dejado las cosas con esa persona, después de perderla empezarás a sentir remordimientos por las cosas más insignificantes.
Te arrepentirás de no haberles apreciado lo suficiente, aunque probablemente les hayas apreciado mucho.
Pero la pérdida te hará cuestionarlo todo.
Te arrepentirás de no haber dedicado más tiempo a esa persona en el pasado y, por muy a menudo que la hayas visto, de repente te parecerá que no ha sido suficiente.
2. Intentas mantener la compostura, pero rompes a llorar con sólo pensar en ellos
Sentirás que por fin te va bien, aunque sólo sea durante unas horas, mientras sigues con tu día a día.
Intentarás mantener la compostura, pero en el momento en que esa persona se cruza por tu mente, los ojos se te llenan de lágrimas y, de repente, sientes la pérdida más que nunca.
Se le recordará que esa persona ya no está aquí.
No puedes coger el teléfono y llamarles, no puedes quedar con ellos para tomar un café y no puedes quejarte con ellos de Janet en el trabajo.
Se acabó, se han ido... y romperás a llorar, soportando en silencio el enorme dolor que te invade.
3. Ahora revives los preciosos recuerdos que compartisteis una vez
Los mantendrás vivos en tu mente y en tu corazón reviviendo los recuerdos más preciados que compartisteis en muchas ocasiones.
Pensarás mucho en las aventuras que vivisteis, en las cosas embarazosas que pasasteis juntos y en los momentos profundos y personales que compartisteis y que ahora valoras más que nunca.
Intentarás mantener la compostura por ellos, y nunca más tomarás nada ni a nadie por sentado.
4. No importa cuánto tiempo haya pasado, llevas el dolor dondequiera que vayas
El tiempo puede ayudar a sobrellevar la pérdida, pero en ningún caso ayuda a superarla por completo y a curarse del todo.
Con el paso del tiempo, podrá empezar a funcionar como antes.
Habrá días en los que no derramarás ni una sola lágrima, y esos serán los días por los que vivirás.
Pero nunca podrás olvidarlas y no pensar en ellas.
La cosa más insignificante te recordará a esa persona, y será como si la hubieras perdido ayer mismo.
5. Eres capaz de empatizar con personas que atraviesan una pérdida similar a un nivel más profundo que antes.
Ahora que has experimentado esta enorme pérdida, sentirás las cosas a un nivel mucho más profundo.
Apreciarás mucho más las cosas y te llevarás bien con todos los que te rodean.
Quienes estén atravesando cualquier tipo de pérdida contarán con tu total comprensión y apoyo, y podrás saber exactamente cómo se siente esa persona sin que diga ni una palabra.
Tanto el amor como el dolor serán algo que ahora serás capaz de comprender mucho más íntimamente, y todo lo que hagas y digas a partir de ahora procederá de un lugar de máxima bondad y compasión.