Dices que la quieres pero herirla de todos modos. Dices que la quieres pero que te gusta más pasar tiempo con tus amigos que con ella.
Sólo dices todo lo que ella quiere oír sólo para que se quede contigo, sólo porque eres un cobarde al admitir que ya no te ves con ella.
Sólo quieres que esté ahí porque tienes miedo de quedarte solo o de acabar con alguien que no sea capaz de entenderte tan bien como ella.
Porque amor ya no es lo que sientes por ella. Te encanta la sensación de que te resulte familiar.
Te encanta que sepa qué tipo de comida te gusta más y cómo comes la ensalada con un poco más de sal.
Te encanta cómo te cuida cuando estás enfermo y te proporciona todo lo que necesitas oír cuando estás decaído.
Te encanta verla cerca de ti, darte palmaditas en el hombro cuando haces algo bueno. Te encanta ver el brillo de sus ojos cuando te admira y te dice que está muy contenta de tenerte en su vida.
Pero no te encanta cuando necesita que la cojas de la mano cuando tiene miedo de hacer algo nuevo. No te gustan sus besos y abrazos porque sientes que te asfixia.
No te gusta cuando habla de su vida, su trabajo y sus amigos delante de ti. No te gusta cuando te pide consejo porque ocuparte de sus problemas es demasiado para ti.
Entonces, ¿por qué demonios la engañas diciéndole que te encanta todo de ella? Amar todo de ella significa aceptar sus pedacitos más pequeños y amarlos.
Pero tú no haces eso, ni siquiera quieres hacer un esfuerzo para que las cosas funcionen entre los dos. No pienses que le haces un favor por seguir con ella aunque no la ames.
Eso no es un favor, es sólo una extensión del dolor que sentirá cuando la dejes.
Así que no juegues juegos mentales con ella y, en su lugar, admítele que ya no la quieres. Dígale que su amor murió debido a algunas cosas que sucedieron en algún lugar a lo largo del camino.
Dile que la dejas porque no tiene sentido aferrarse a algo que ya no es real.
Nadie dijo que el amor no puede morir y, por desgracia, eso os pasó a los dos.
Pero el truco está en cómo lo afrontas. Si hablas con ella abiertamente y le explicas tus sentimientos, estoy segura de que te entenderá.
Ella tampoco quiere estar en una relación casi, ella quiere la cosa real. Así que, si no puedes proporcionarle un amor alucinante, déjala ir. Si realmente la amas, déjala ir.
Déjala ir a su lugar más feliz, déjala ir a los brazos de un hombre que realmente le dará el amor que se merece.
Llegará un hombre al que le encantará cómo sonríe y cómo llora cuando ve una película triste.
Llegará un hombre que pensará que ella es digna, que es suficiente y no podrá dejar de sonreír cuando la vea.
Sentirá mariposas cada vez que ella camine por la calle, alargando las manos para abrazarle. Y un hombre así le dará el amor que realmente se merece.
Con un hombre así se sentirá realizada, feliz y complacida. Será su diario humano, su mejor amigo, su llamada nocturna y su alma gemela. Y su el amor se sentirá como en casa.
Así que cuando te des cuenta de cuántas maneras puedes hacerla feliz, no pierdas la oportunidad de hacerlo por ella.
Sé que ella haría lo mismo por ti. Preferiría dejarte ir en vez de seguirte la corriente.
Así que, si sientes al menos un poco de amor por ella, por favor déjala ir. Incluso tú sabes que ella se merece un hombre mejor que tú.