Pensé que había encontrado el amor. Pensé que por fin había terminado de buscar el amor de mi vida. Pensé que lo tenía todo, pero me di cuenta de que no tenía nada.
Al principio, sentía esa emoción antes de verte.
Mi corazón se aceleró como loco cuando mi teléfono zumbó y tu nombre apareció en la pantalla.
Pero esa sensación fue desapareciendo poco a poco con el paso del tiempo.
Tenía la sensación de que en vez de acercarte a mí, te alejabas de mí. Tuve la sensación Tuve que perseguirte para sentirme amado.
Resulta que no era sólo una sensación. Estaba ocurriendo de verdad.
Al principio, estaba tan contenta de haber encontrado por fin a alguien que me entendía y con quien podía ser yo misma. No tenía que fingir ser otra persona para que me quisiera.
Podía hacer lo que me apetecía y no me juzgaban. No me manipulaban para que hiciera algo que odiaba, no me controlaban.
Al menos eso pensaba yo, pero estaba tan equivocada, me manipularon tanto.
Ese es el lado más feo del control y la manipulación. No puedes detectarlo y te consume y te convierte en una persona que no quieres ser.
Y cuando te das cuenta, es demasiado tarde, ya te han atrapado.
Fuiste esa persona que me convenció de que estarías ahí cuando cayera, juraste que nunca intentarías cambiarme porque me querías tal y como era.
Dijiste que serías honesto conmigo porque era la única manera nuestra relación sobreviviría...pero tú hiciste todo lo contrario.
Me hiciste creer que hacías todas esas cosas cuando en realidad me envolvías alrededor de tu dedito y me hacías todo lo que querías.
Me hiciste perseguirte y rogar por tu amor. Nunca te lo perdonaré ni lo olvidaré.
Sé que yo tampoco podré olvidarte, al menos no tan pronto.
Pero te juro que algún día lo conseguiré. Intentaré con todas mis fuerzas olvidar todos esos pequeños momentos que tuvimos y que valía la pena recordar, porque los tuvimos.
Incluso en esa relación abusiva, en toda esa toxicidad, hubo momentos en los que realmente pensé que me querías.
Incluso si no lo hiciste, me mentiré deliberadamente y pensaré que lo hiciste. Así es más fácil. Es más fácil pensar que significaba al menos un poquito para ti.
Te juro que después de algún tiempo, no serás más que una experiencia, una lección por la que pagué mucho, un error que no volverá a repetirse.
No merecías ni siquiera permanecer en mi mente, no merecías ni una lágrima que derramé por ti, pero lo hice de todos modos porque estaba herido, porque me enamoré de tu sucia juegos mentales. No por ti.
Pero ahora está bien. Ahora me he dado cuenta de que no te perseguiré más. No perseguiré a nadie. Me di cuenta de que no necesito mendigar atención, mendigar amor.
Me di cuenta de que nunca me quisiste y eso está bien. No está bien que hayas mentido en vez de decírmelo y dejarme ir.
Podrías haberme liberado. Me habría dolido menos que ahora.
Mi amor por ti debería haber sido suficiente. No tenías que pedir nada más. Pero como nunca me quisiste, no apreciaste mi amor, así que quisiste más.
Me pediste más y más hasta que me di cuenta de que sólo te aprovechabas de mí y me dejabas triste, sin amor y emocionalmente agotada.
Te di la oportunidad de probarte a ti mismo, de demostrarme que te importaba, que querías que duráramos. Lo echaste a perder porque no te importaba y ahora me alegro de que no lo hicieras.
Pronto desaparecerás de mi mente y podré seguir viviendo mi vida como si nunca te hubiera conocido, como si nunca hubiera cometido ese error.