Cuando tú y yo nos conocimos y empezamos nuestra relación, teníamos muchos planes para el futuro. Esperábamos conseguir muchas cosas y queríamos hacerlo todo juntos.
Estábamos seguros de que envejeceríamos juntos y de que nuestro amor no tenía fecha de caducidad.
Estábamos seguros de que nada ni nadie podría separarnos y de que éramos más fuertes que cualquier obstáculo que la vida pudiera ponernos por delante.
Creíamos que estábamos hechos el uno para el otro y que nuestro amor era algo que no podía desaparecer.
Y entonces, después de años juntos se marchó sin decir una palabra .
Me dejaste como si nunca hubiéramos existido y como si nunca me hubieras amado.
Te alejaste de mí como si nuestra relación nunca hubiera significado nada para ti y como si nunca hubiera sido importante para ti.
Cuando te fuiste, sentí un dolor que nunca antes había sentido. Y literalmente pensé que no sobreviviría sin ti.
Estaba convencida de que mi vida no tenía sentido ni propósito y estaba dispuesta a hacer lo que fuera para tenerte de vuelta.
No dejaba de cuestionarme cada día de nuestra relación, intentando encontrar respuestas. Me preguntaba si había hecho algo que te ahuyentara, algo que hiciera que me dejaras.
Me pregunté por qué no era suficiente y si podía haber hecho algo para mantenerte a mi lado.
Pero tras meses de lágrimas y el peor tipo de sufrimiento emocional que jamás he experimentado, un día sonreí y tú no eras la razón.
Y ese fue el día en que supe que acabaría superándote. Ese fue el día en que supe que mi recuperación había comenzado y el día en que empecé a olvidarte.
Y al final, lo hice seguir adelante en cierto modo. Con el tiempo, superé el amor que sentía por ti y el hecho de que te hubieras alejado de mí como si nunca te hubiera importado.
Superé el hecho de que todos nuestros sueños y esperanzas fueran en vano y seguí adelante con todos nuestros planes y objetivos.
Pero lo que no puedo superar es el hecho de que pasé años contigo y que esos años sólo fueron significativos para mí.
Lo que no puedo superar es el hecho de que todo lo que pasamos significó mucho sólo para mí.
Lo que no puedo superar es el hecho de que todos los años que pasé contigo fueron en vano y que se los ha llevado el viento.
Lo que no puedo superar es el hecho de haber malgastado años de mi vida en alguien que nunca me quiso y con alguien que podía alejarse de mí y no mirar atrás, como si yo sólo fuera un alto en el camino.
Lo que no puedo superar es el hecho de que amarte fue obviamente una pérdida de tiempo.
Porque no me llevó a ninguna parte y no me aportó nada bueno ni positivo.
Sólo me trajo lágrimas y sufrimiento.
Me ha llevado a un punto en el que he perdido la confianza en todos los que me rodean, en el que cuestiono las intenciones de todos y en el que no dejo entrar a nadie.
Me ha llevado al punto de odiar a la persona en la que me has convertido.
Amarte fue un desperdicio de energía, un desperdicio de mi paciencia, un desperdicio de mis sacrificios y esfuerzos.
Estar contigo fue un desperdicio de amor porque me desperdicié completamente contigo.
¿Y para qué? ¿Qué tengo ahora de ello aparte de la decepción y la humillación? ¿Además de esta amargura en el fondo de mi garganta cada vez que alguien menciona tu nombre?
¿Además de esta negatividad y pesimismo que me consume por completo? ¿Además de esta duda de mi propia valía y además de este miedo al futuro?
Te di mis mejores años y todo lo mejor de mí y nunca recibí el agradecimiento que merecía. Nunca recibí el aprecio y el respeto que merecía.
Nunca tuve la confirmación de que yo existía en tu vida y de que había marcado una diferencia dentro de ti.
Y eso era lo menos que deberías haberme dado.