Un día, todas las cosas bonitas que le dijiste volverán a ti.
Un día no recibirás a cambio una mirada sarcástica y un mar de insultos.
Un día, recuperarás lo que te mereces.
Recibirás un "te quiero", una mirada cariñosa y un abrazo apretado, esas pequeñas cosas que tanto has echado de menos.
Te sentirás seguro y protegido en lugar de confuso y preocupado.
La próxima vez que te enamores, no tendrás que elegir bien tus palabras por si acaso no provocas que te grite.
¿Sabes por qué? Porque no te malinterpretará.
No será tan egoísta de pensar sólo en sus problemas y proyectarlos en ti.
Un día, todas las citas fallidas que tuviste con él se recrearán mejor con alguien a quien realmente le importes.
La próxima vez, no habrá desamor, no habrá veces que te dejen plantado en un restaurante.
La próxima vez, te querrán y te apreciarán como si fueras la persona más importante de todo el mundo.
No te vas a quedar sola, mirando por la ventana, contemplando tu propio reflejo y preguntándote por qué no eres lo bastante buena para él.
Un hombre que se enamore de ti te hará sentir insustituible y única.
Un hombre que se enamore de ti no te hará esperar delante de un restaurante.
Él ya estará allí, mirándote con ojos brillantes y una actitud llena de hermosas expectativas.
A partir de ese momento, estará dispuesto a cambiar su vida a mejor, teniendo en cuenta todos los sacrificios que tiene que hacer para amar a una chica rota.
Un día, todas las llamadas perdidas y los mensajes sin contestar aparecerán por arte de magia, borrando esos dolorosos recuerdos.
No te quedarás sola en la oscuridad, sentada en tu cama, preguntándote dónde está o si volverá alguna vez.
Mantendrás conversaciones con alguien que no espera a que cuelgues.
Hablarás con una persona que te engatusará para que hables más y así poder oír tu dulce voz y memorizarla en su cabeza hasta la próxima vez que sepa de ti.
Te despertarás con el sonido de un mensaje de texto deseándote buenos días y un bonito día, sin ninguna razón en particular... simplemente porque sí.
Por fin vivirás el día en que te llame de la nada sólo para decirte te echa de menos y quiere verte.
Un día, todas las veces que no te respetaron ni te quisieron, todas las veces que te maltrataron, quedarán en el pasado en una terrible pesadilla que olvidarás.
El hombre que has estado esperando llegará y arreglará todo.
Un día llegará un hombre y te convencerá de que eres lo bastante buena.
Ahuyentará todas tus inseguridades que te hacían agachar la cabeza.
Te devolverá la vida, te hará sentir que nadie puede tocarte, que eres capaz de hacer cualquier cosa.
Este hombre no se reirá de ti ni te insultará.
Reconocerá dónde reside tu belleza y se asegurará de que tú también seas consciente de ella, cada día.
Nunca intentará cambiarte porque se enamoró de ti siendo él mismo, sin máscaras, sin fingir, sólo él mismo.
Un día, todas tus lágrimas se secarán.
Todas las personas por las que lloraste ya no importarán porque encontrarás el amor que nunca supiste que tendrías.
No habrá más lágrimas, te lo prometo.
No habrá más dolores de cabeza después de sollozar de desesperación por tu vida y a dónde te ha llevado.
Este hombre con el que te cruzarás te secará esas lágrimas y te pondrá una sonrisa en la cara.
No una sonrisa falsa para alejar a los entrometidos, sino una de verdad, de todo corazón.
Un día, todos esos momentos en los que estabas solo se llenarán de compañía que querrás tener cerca.
Cada vez que alguien te decía que estaría allí y no aparecía, te quedabas destrozado, pero todo eso se acaba ese día que estás esperando.
Ha llegado el momento de que el destino cambie su curso y te devuelva todo lo que has pasado.
Llegará un hombre que te dará el amor que nunca viste venir.
Un hombre que enmendará todo lo que se te ha negado hasta ahora.
¿Y sabes cuál es la mejor parte? Que no lo encontrarás porque no lo estarás buscando.
Él te encontrará. El verdadero amor te encontrará. Te encontrará y te elegirá.