Desde que te fuiste de la vida de esta chica, ha pasado cada momento de su tiempo rezando para que vuelvas.
No importa lo que esté haciendo, ni con quién esté hablando, ni lo ocupada que esté, siempre tiene pensamientos sobre ti en algún lugar de su cabeza.
En realidad, las cosas son bastante sencillas: todavía te quiere (o al menos, eso cree) y tiene miedo de dejarte marchar así como así. Está convencida de que os merecéis una segunda oportunidad y de que merece la pena luchar por vuestra relación.
Desde que esta chica te perdió, ha estado pensando en formas de recuperarte.
Espera que te arrepientas de haberla abandonado, que la llames o hagas cualquier cosa para que los dos podáis estar juntos de nuevo.
Sin embargo, eso no está sucediendo. Así que, como ve que no puede tenerte, ha empezado a conformarse con tu recuerdo.
Con el tiempo, esta chica se ha obsesionado con los fragmentos de vuestro pasado juntos.
Cada vez que piensa en ti, le viene a la mente una imagen: la de un hombre romántico dispuesto a mover las estrellas por ella.
El hombre que hizo todas esas promesas que no cumplió y un hombre que la manipuló haciéndole creer que merecía su amor. Y ese es el hombre que ella quiere de vuelta.
Piensa en todos vuestros planes que no funcionaron, en todo lo que soñaba conseguir a tu lado y en todo el potencial que podría haber tenido vuestra relación.
Cada vez que piensa en ti, piensa en todas las oportunidades que perdisteis y en todo lo que podríais haber llegado a ser.
Ha pasado mucho tiempo analizando cada pequeño detalle de vuestra relación y entonces se ha dado cuenta: En realidad no te echa de menos, echa de menos la idea de ti.
Echa de menos al hombre que imaginaba que eras, el hombre en que ella necesitaba que te convirtierasy el hombre que pretendías ser.
Echa de menos a ese hombre que se inventó en su cabeza, al que vio su corazón, al que esperaba que tú pudieras ser. Echa de menos al hombre que la convenciste de que existía, al hombre que la engañaste para que te amara.
Esta chica no echa de menos a un ser humano de verdad, echa de menos a un fantasma de su pasado que aún la persigue. Echa de menos todas sus esperanzas y sueños que destruiste.
Y lo que es más importante, echa de menos a la persona que fue mientras te tuvo a su lado.
Siente pena por haber matado espiritualmente a la chica que sentía que podía conquistar el mundo, siempre y cuando te llevara de la mano.
No, nunca siente nostalgia por el tipo que resultaste ser. No echa de menos que le mientas a la cara, la engañes y la pongas en último lugar.
No echa de menos tener que competir por su amor y atención ni la sensación de que la comparen con otras chicas.
No echa de menos perder la confianza en ti y no creer ni una sola palabra de lo que dices.
Ella no echa de menos a un hombre imprudente que no se preocupa por sus sentimientos y necesidades... un gilipollas egoísta que sólo se ocupa de sí mismo. No echa de menos todas las discusiones y peleas.
Esta chica no está loca por echar de menos todas las veces que te ha suplicado que cambies o todas esas noches que ha pasado sola en su fría cama, esperando a que te pusieras las pilas.
Ella ciertamente no es nostálgica sobre el hombre que eras cuando te fuisteNo echa de menos a ese tipo de corazón frío en el que te convertiste, un hombre que la abandonó sin darle importancia a sus emociones.
O quizá en realidad eran tus verdaderos colores; quizá ya no podías fingir ser alguien que no eras y mostraste tu verdadera cara. Tal vez no era más que una tonta por haber creído en tus mentiras durante tanto tiempo.
¿O tal vez el hombre que ella creía que eras nunca existió? Tal vez te quería tanto que seguía mintiéndose a sí misma diciéndose que eras otra persona.
Tal vez no podía aceptar que en realidad no servías para nada y quería creer que eras mejor.
Quizá no pudo afrontar la dura realidad de que en realidad nunca fuiste un hombre digno de su amor y respeto.