Cuando te vi por primera vez, nunca pensé que te convertirías en algo especial para mí. Sí, eras guapo y atractivoY a medida que te iba conociendo, vi que también eras ingenioso y divertido.
Pero también lo eran muchas otras chicas con las que me había enrollado en el pasado.
Y eso es lo que pensé que serías: una chica más pasando por mi vida y por mi cama.
Pero tú resultaste ser muy diferente.
Desde el principio, sentí que estaba emocionalmente desnuda delante de ti.
Sentí que veías a través de mi coraza y que veías mi verdadero yo. Sentí que viste todas mis debilidades y vulnerabilidades.
Y en cierto modo, te odiaba por eso. Y hacía todo lo que estaba en mi mano para demostrarte que realmente era el tipo duro que aparentaba ser.
La tonta de mí pensó que la mejor manera de demostrártelo sería demostrarte que no tengo corazón y que nada podría afectarme.
Así que incluso cuando empecé a quererte, me aseguré de que no lo vieras.
Durante años, me esforcé por alejarte de mí. Y porque no sabía lo que se siente cuando una mujer te ama profundamente...inconscientemente probé tu amor por mí.
Te engañé con otras chicas que no significaban nada para mí. Te di por sentado y nunca aprecié ninguno de los sacrificios que hiciste por mí.
Pero ya entonces empecé a darme cuenta de que eras especial para mí. Vi que crecía mi amor por ti.
Aunque esto no me justifica, la verdad es que estaba demasiado asustada por estos sentimientos que eran nuevos para mí y hacía todo lo que estaba en mi mano para que desaparecieran.
Al mismo tiempo, llegué a estar tan segura de tu amor por mí que pensé que siempre permanecerías a mi lado, a pesar de todo el dolor que te estaba causando y sin importar lo que te hiciera.
Pero lo curioso era que me esforzaba tanto por ahuyentarte, pero al mismo tiempo me asustaba cada vez que veía que estabas a punto de dejarme.
Cada vez que estabas a punto de alejarte de mí, hacía todo lo que estaba en mi mano para mantenerte cerca.
Y luego, cuando te tuviera de vuelta, inmediatamente volvería a las andadas.
La verdad es que aún no tengo ni idea de por qué te hice todas esas cosas que te hice.
La verdad es que aún no sé por qué te traté como lo hice y por qué no pude ser el hombre que merecías que fuera.
Pero cuando finalmente te alejaste de mí para siempre, recordé todo lo que me habías dicho.
Recordé cómo me dijiste que esto era la ultima vez que me dejabas y que se me habían acabado las segundas oportunidades. Cómo me dijiste que te habías hartado de mí y que nunca volverías.
Y por supuesto, no te creí. Pensé que sólo me amenazabas para llamar mi atención o hacerme entrar en razón.
Pero después de un tiempo, vi que ibas muy en serio. Vi que no podía hacer nada para que volvieras.
Y fue entonces cuando me di cuenta de todo.
Recordé cómo me decías que al final me arrepentiría de haberte perdido y que ninguna otra mujer me amaría como tú me amaste.
Cómo pasaría el resto de mi vida atormentado por todo lo que te hice.
Recordé cómo me decías que yo te busco en cada mujer Me encontré.
Sólo quiero decirte que tenías razón en todo lo que me dijiste. Después de todos estos años, todavía me arrepiento de haberte dejado marchar y sigo pensando en ti.
Supongo que entonces te morirías por oír estas palabras salir de mi boca. Pero sé que ahora no significan nada para ti y sé que es demasiado tarde.
No quiero que pienses que te escribo esto para rogarte que vuelvas conmigo porque no tendría sentido, después de todos estos años.
Sólo quiero decirte que dejarme fue lo mejor y lo peor que me ha pasado nunca.
Sí, fue la experiencia más dolorosa de mi vida.
Pero al mismo tiempo, me hizo recuperar la sobriedad y me ayudó a convertirme en el hombre que querías que fuera.
Realmente eres la única mujer que me ha amado. Y ahora sé que eres la única mujer que he amado.
por Owen Scott
Esto me resuena de principio a fin. Hasta el hecho de que me habría encantado escuchar esas palabras entonces, pero hoy no significarían nada.