A veces, por mucho que te entregues a una relación, al final te das cuenta de que hay cosas que no se pueden arreglar, por mucho que nos gustaría.
Pero siempre se puede aprender algo de cada situación. He pasado por malas relaciones y por rupturas aún peores, pero no me he hundido en la miseria durante demasiado tiempo.
En retrospectiva, he aprendido mucho sobre mí mismo, las relaciones y los compromisos.
Estas son algunas cosas de las que me he dado cuenta que son la cruda verdad cuando se trata de relaciones, por mucho que intentara negarlo a veces.
1. A veces, el amor no es suficiente para mantener la relación. Podéis amaros hasta la muerte, pero si hay cosas que no encajan en la relación, el amor por sí solo no puede salvaros.
Dios sabe que lo he intentado y me he tragado mi orgullo más veces de las que puedo contar, pero esta es la dolorosa lección que he aprendido en el proceso.
2. En realidad estar solo y el miedo a ella son dos cosas distintas. Temía tanto estar sola que saltaba de una relación a otra, pero me he dado cuenta de que es mucho más sano y mejor estar sola que estar con el chico equivocado sólo porque temes la soledad.
En todo caso, cuando estás solo, tu mente está despejada y puedes pensar en lo que realmente quieres y elegir no conformarte más.
3. Si constantemente encuentran excusas de por qué no pueden verte, no cambiará. Nunca. Los que quieren verle acabarán encontrando tiempo en su agenda para verle, aunque sea por poco tiempo.
Pero los que sólo te hacen perder el tiempo inventarán constantemente excusas nuevas y poco convincentes, y te sentirás siempre herido y decepcionado.
4. No eres responsable de la felicidad de nadie más que de la tuya propia.
Puedes contribuir a su calidad de vida y ayudarle en todo lo que puedas, pero no es tu responsabilidad mantenerle feliz en todo momento: eso es tarea suya. La clave de la felicidad interior está en tus manos y en las de nadie más.
Si sigue haciéndote sentir que no consigues hacerle feliz, vete, porque no está preparado para un compromiso amoroso, ni sabe lo que implica.
5. No ignores tu instinto. Si sientes que esto no está bien y que necesitas salir, probablemente eso es exactamente lo que debes hacer.
No pongas excusas y nunca comprometas tu propia cordura y felicidad para no decepcionar a alguien que no forma parte de tu relación. Tú eres el único que controla a quién tienes en tu vida.
6. La falta de peleas no significa que la relación sea sana. Las personas que se quieren mucho tendrán peleas de vez en cuando, es señal de que te importa la relación lo suficiente como para luchar por ella.
Si no tienes ganas de pelearte con él, probablemente sea porque en realidad no te importa tanto como te dices a ti misma.
7. Si fue contigo con quien te engañó, lo repetirá con otra. Una vez infiel, siempre infiel. No te engañes pensando que ha cambiado.
Está bien por ahora, pero cuando aparezca la oportunidad, se meterá en la cama con alguien nuevo, como hizo contigo. Apesta pero es la cruda verdad.
8. El maltrato de cualquier tipo no es amor. Ya sea emocional, verbal o físico, está mal y nunca deberías soportarlo. Sal y busca ayuda.
Si te obliga a rendirle cuentas en todo momento y controla todos tus movimientos con falsos pretextos de amor y cariño, tiene problemas y nunca deberías soportarlo. Tu salud y tu felicidad son siempre lo primero.
9. No importa lo maravilloso que sea un chico, cuando sientas que no es el adecuado para ti, está bien dejarlo. No hay nada malo en que dejes a un buen chico si no hay amor en él.
Quiérete lo suficiente para no conformarte nunca. Encontrarás a la persona que hará temblar el suelo bajo tus pies.
10. Nunca des por sentado que tu pareja sabe cómo te sientes. Dígaselo. Comparta sus sentimientos. No deje que cuestione lo que siente por él. Puede que creas que sabe que le quieres, pero a veces sólo necesita oír esas palabras.
Si te guardas tus sentimientos, puede que acabe marchándose, pensando que no le quieres tanto como él a ti y eso os hará daño a los dos. Aprende a expresar tus sentimientos por el bien de ambos.