Las mujeres que permanecen solteras durante más tiempo acaban siendo más felices consigo mismas, con su vida y sus relaciones y, por defecto, con sus matrimonios.
Tienen tiempo para ver las cosas con más claridad; cosas que la gente de su entorno hace y que ellos harían de otra manera dada la misma situación.
Aprenden de los errores de los demás y de los suyos propios, y llevan una vida más productiva. Han tenido la oportunidad de conocerse realmente a sí mismos y llevarse consigo valiosas lecciones.
Hablo por experiencia. Una vez fui uno de esos "mujeres solteras para siempre". Realmente prosperamos en la vida y en el amor. Y es sobre todo por las cosas que hemos aprendido mientras todos los demás se casaban:
1. No te conformes nunca
La soltería tiene sus ventajas, pero también puede ser muy solitaria. Es fácil caer en la trampa de conformarse con cualquiera. Nuestro deseo de cercanía y conexión puede ser muy fuerte.
Pero deberíamos esperar y ver las cosas de forma más racional. Es mejor estar solo que mal acompañado. Es mejor vivir en paz que subirse a una montaña rusa emocional.
No deberíamos conformarnos con relaciones mediocres y un compromiso a medias sólo porque estamos cansados de estar solos. Sólo conseguiremos empeorarlo todo y, esencialmente, hacer más daño a largo plazo.
2. Las citas modernas son lo peor, pero también te enseñan mucho
Conocer a un hombre bueno y decente hoy en día es como ganar el premio gordo. Esos tipos se han vuelto tan raros que es casi como si fueran una especie en peligro de extinción.
En mi colorida vida de citas, conocí a muchos chicos que no merecían mi tiempo. Me hacían perder el tiempo, me engañaban y, a veces, me daban ganas de renunciar a las citas.
Sin embargo, también me enseñaron valiosas lecciones. Me enseñaron lo que no quiero y lo que no debo tolerar. Me enseñaron que debo esperar algo mejor que ellos.
Véase también: Odio esperar... Por eso soy tan mala en las citas modernas
3. Perseguir tus sueños es más importante que casarte
Si te casas y no estás contento con lo que eres, te sentirás desgraciado. He visto esta situación más veces de las que puedo contar.
Supongo que algunas mujeres piensan que una relación estable o un matrimonio las hará completas. Así que se olvidan de sí mismas. Dejan de lado sus sueños y ambiciones.
Cumplir tus sueños y tener una relación feliz no deben excluirse mutuamente. Hay espacio para ambas cosas, y nunca, bajo ningún concepto, debes renunciar a tus sueños.
4. Valora tus amistades
Las relaciones van y vienen, los matrimonios a veces se deshacen, pero los verdaderos amigos están contigo para siempre. Tener unos buenos amigos en la vida no tiene precio.
Estarán a tu lado en las buenas y en las malas. Son la roca y el sistema de apoyo del otro, y eso no se encuentra en cualquiera. Los grandes amigos mejoran la vida de los demás.
Aunque tus amigos se casen antes que tú, no los perderás. Seguirán siendo una parte importante de tu vida, con algunos pequeños ajustes y adaptaciones. Quien diga lo contrario miente.
5. Tienes que conocerte a ti mismo antes de pensar en casarte.
Aprender a sonreír debería ser uno de los primeros objetivos de tu vida. No puedes depender de nadie más para ser feliz, ni es su trabajo. Todo está en tus manos.
Las personas cuya única fuente de alegría en la vida es su pareja se convierten en codependiente. Dependen de su pareja para todo y la relación se vuelve insana. Tarde o temprano, este tipo de relaciones terminan.
Por tanto, construye tu vida independientemente de tu pareja. Deja que sea él quien se sume a tu dicha, no quien la cree. Sólo así tendrás una relación y un matrimonio felices y sanos.
6. Escucha esa "vocecita" que llevas dentro
Creo que la mayoría de nosotros somos culpables de silenciar esa vocecita que llevamos dentro cuando nos dice algo que no queremos oír. Vamos en contra de nuestro buen juicio y solemos acabar llorando.
Todos debemos prestar más atención a esa vocecita que llevamos dentro y confiar en nuestras entrañas, que nunca suelen fallar.
7. Casarse no resolverá tus problemas
Empieza por ti mismo. Aumenta tu confianza. Encuentra algo que te apasione y empieza a construir una vida de la que te sientas orgulloso.
Casarte o iniciar una relación no cambiará el hecho de que no estás satisfecho con tu vida o contigo mismo. Sólo empeorará las cosas.
Si tu visión del matrimonio es que está hecho para resolver tus problemas, pronto descubrirás que no es cierto. Sólo conseguirás estar más amargado e insatisfecho porque no verás la salida.