¿Quién te crees que eres? ¿Quién te ha dado derecho a entrar y salir de mi vida como si fueras su dueño?
Escúchame y escucha con atención: tú eres el que me dejó. El que se alejó de nosotros.
Tú eres el que me fantasmeósin darme nunca una explicación adecuada.
El que me dejó sin cerrar y que me dejó intentando encontrar respuestas por mi cuenta.
Tú eres el que desapareció de mi vida, sin la decencia de romper conmigo en persona.
El que era demasiado cobarde para enfrentarse a mí y que optó por desaparecer, sin pensar en las consecuencias.
No te alejé de mí, no te pedí un descanso y tampoco te abandoné. Al contrario, simplemente te dejé ir.
Entonces, ¿cuál parece ser el problema ahora? Ahora, cuando estoy a un paso de la recuperación total...
Deberías avergonzarte de siquiera intentar reaparecer en mi vida.
¿Cómo puedes mirarme a los ojos y pedirme que te deje volver, después de todo lo que hiciste?
¿Sentiste que casi te había superado, así que decidiste arruinármelo todo? ¿Sentiste que me perdías para siempre y volviste para evitarlo?
¿Qué quieres de mí ahora? ¿No me has hecho suficiente daño?
¿Por qué no te ciñes a tus decisiones? Sé lo suficientemente hombre y déjame en paz. Después de todo, ¡eso es exactamente lo que hiciste la última vez!
Odio tener que decírtelo, pero a diferencia de ti, yo tengo fuerza de carácter. Hace tiempo, te dije que no tendrías segundas oportunidades conmigo.
Sé que no debo permitir que me rompas el corazón una vez más. Soy más sabio que confiar en un imbécil como tú.
Por lo tanto, seré yo quien respalde sus palabras. Lo juro.No voy a dejar que vuelvas a mi vidaaunque sea lo último que haga.
No me malinterpretes: esto no tiene nada que ver con las emociones que pueda sentir por ti. Así que no te atrevas a acusarme de no quererte lo suficiente sólo porque no permito que me trates como a una basura.
Verás, no soy tu segunda opción, tu red de seguridad o un idea tardía. No soy alguien a quien puedas acudir cuando todos los demás te abandonan.
No soy una chica que pondrá su vida en espera, esperando pacientemente a que vuelvas. No alguien que te rogará que la elijas y ciertamente no alguien que te dará interminables segundas oportunidades.
No soy el tipo de mujer que aguantará tus tonterías con tal de tenerte a su lado. No alguien que permita que la trates como quieras, solo para que no la dejes.
No soy una chica que te dará luz verde para que sigas haciéndole daño. Una chica que siempre tendrá la puerta y los brazos abiertos para ti, a pesar de cómo la trates.
No soy alguien que se conforme con migajas de tu amor y atención. No alguien con quien puedas jugar a tus jueguecitos mentales.
Y lo más importante: ya no soy la chica que te quería más de lo que se quiere a sí misma. Qué sorpresa, ¿verdad?
Pues bien, a partir de ahora, me pongo a mí primero. Me cansé de perder mi tiempo y energía en personas que no lo merecen y en relaciones que están condenadas al fracaso.
Lo siento, pero me niego a servirte como refuerzo de tu ego, como prueba de que en algún lugar todavía te quieren y te desean.
Me niego a servirte como plan de respaldo, como la persona a la que acudes cuando todo lo demás se ha venido abajo.
Déjame decirte algo: valgo mucho más que tus engaños. No permitiré que juegues conmigo ni que me arrastres a un círculo interminable de rupturas y reconciliaciones.
Me importa un bledo tu falsas promesasexcusas vacías y disculpas falsas. Es demasiado tarde.