Últimamente, has estado pensando mucho en ti mismo y en el lugar en el que se encuentra tu vida en este momento. Y todas las cosas que has concluido hasta ahora no son beneficiosas para ti.
Muchas personas en tu vida, y especialmente hombres, te han hecho daño. Algunos abusaron emocionalmente de ti, otros intentaron manipularte, otros mintieron y otros engañaron. Pero lo esencial es que todos se aprovecharon de ti y te utilizaron de una forma u otra.
Por otro lado, lo único que les dabas era tu amor y tu atención. En cualquier relación que entablabas, lo hacías con el corazón abierto. Siempre eras tú el que ponía todo el esfuerzo y siempre el que se entregó por completo sin recibir nada a cambio .
Y con el tiempo, te cansaste. Te cansaste de dejar que las personas equivocadas formaran parte de tu vida y de permitir que te afectaran tanto. Decidiste que era hora de renunciar a tratar de salvar a todos a tu alrededor, porque ni siquiera podías salvarte a ti mismo en primer lugar. Es muy sencillo: te han roto el corazón demasiadas veces y ya has tenido suficiente.
Pero eso es algo que puedes perdonarles. Lo que no puedes perdonar ni olvidar son las formas en que todos ellos te rompieron por completo. En pocas palabras, no eres ni de lejos la mujer que solías ser. Te cambiaron y dejaron cicatrices y heridas en tu corazón y en tu alma.
Y esas cicatrices nunca podrán ser eliminadas. Esas heridas nunca pueden ser reparadas. Te rompieron hasta el punto en que te sientes emocionalmente dañado y hasta el punto en que estás seguro de que nadie ni nada podrá arreglarte.
Has perdido la fe en la gente y, lo que es más importante, has perdido la fe en ti mismo. Has dejado de creer en lo bueno de todo el mundo y has dejado de creer en ti mismo.
Has dejado de creer en el amor y has decidido que no abrirás tu corazón a nadie más en tu vida. Y estás seguro de que no hay nada que nadie pueda hacer para cambiar nada de esto.
En consecuencia, te has convertido en todo lo que siempre juraste que no te convertirías. Y no te gusta la mujer en la que te has convertido.
Aunque la antigua tú era mucho más vulnerable y sensible, tenía un corazón blando y eso era lo que más te gustaba de ella.
Pero estás convencido de que esta chica no tiene ninguna posibilidad de volver. Estás seguro de que toda la gente mala que te rodea ha matado a esta chica. Que todo el dolor por el que has pasado ha dejado una marca en tu corazón que nunca podrá borrarse.
Así que con el tiempo, has aceptado este nuevo yo en el que te has convertido. Y has perdido la esperanza de curarte y de sentirte mejor.
Bueno, déjame decirte una cosa. Es cierto que estás roto. Y también puedes estar emocionalmente dañado. Pero eso no significa que no puedas ser salvado. Porque créeme, sí que puedes. Sé que ahora no lo crees, pero estarás mejor. Sólo tienes que desear que eso ocurra.
Y tú eres el único que puede hacerlo realidad. Tú eres el único que puede salvarte. Eres el único que puede curarte y arreglarte, el único que puede ayudarte. Y lo conseguirás si sales de este estado en el que te encuentras ahora y si realmente quieres hacerlo.
Por supuesto, el amor puede ayudarte en este proceso. Un hombre de verdad te llevará de la mano en este viaje y te ayudará a superar todo lo que has pasado en la vida.
Él te mostrará que no todas las personas son iguales y que hay algunos hombres que merecen tu energía, tu tiempo y tus esfuerzos. Él te cubrirá las espaldas y estará ahí para atraparte si caes.
Pero eres tú quien tiene que hacer casi todo el trabajo. Porque como ya he dicho, el amor te ayudará en este proceso, pero el tipo de amor más importante es el amor hacia ti mismo. Hasta que aprende a quererte a ti mismo por lo que eres, nunca te curarás del todo.