Estoy harta de todas esas situaciones. Esas fases intermedias de las relaciones, la zona gris en la que dos personas no están del todo comprometidas, pero aún se quieren mucho.
Estoy cansada de hablar con desconocidos sobre mis aficiones, objetivos, gustos y aversiones una y otra vez... ¡pero eso ni siquiera es lo peor!
Si alguna vez has vivido una ruptura sentimental, sabes de lo que hablo.
Hay muchas razones por las que estas zonas grises duelen más que cualquier relación real, y toda la esencia reside en dos cosas: Su POTENCIAL y su INVERSIÓN.
1. Te volviste adicto a ellos
El dolor no tiene que ver con el tiempo que estuvisteis juntos. Nunca lo fue. El verdadero dolor es la intensidad. Estás encendido y luego estás apagado de nuevo - ALTAS locas y luego BAJAS locas.
Son tus primeros meses de romance y estás lleno de drogas del amor (oxitocina, dopamina, beta-endorfina y serotonina), y como ocurre con todas las drogas, te vuelves adicto a ellas. Así que, una vez que tu relación termina abruptamente, se te corta el rollo.
Estar en una fuerte abstinencia es lo que hace que el dolor sea tan INTENSO. Por otro lado, cuando estás en una relación, el romanticismo inicial disminuye a medida que pasa el tiempo. Creas tolerancia a esta droga del amor y ya no hay subidones locos que puedan hacerte daño.
Kimberly Rae, coach de relaciones, habla mucho de este tema en su cuenta de TikTok, así que quizá quieras echarle un vistazo.
2. Te involucraste emocionalmente
La fea verdad de toda relación es que ninguno de los dos está seguro de lo que quiere y, sin embargo, las emociones tienden a dispararse.
Estáis demasiado metidos para ser sólo amigos, pero no para tener una relación de verdad. Aunque eres consciente de que invertir emocionalmente en esta situación es la definición literal de autosabotaje, no puedes evitar continuar.
Piensa en ello. En una relación de situación, estás poniendo todo el esfuerzo y la inversión emocional sin obtener ninguna de las recompensas que vienen con una relación real. Estás haciendo el mismo nivel de compromiso, pero no estás recibiendo el mismo nivel de compromiso de vuelta.
Y a juzgar por este Tweet mucha gente está de acuerdo con esto.
La consecuencia natural es el dolor. Mucho DOLOR. Porque todo el tiempo te aferrabas a la esperanza de que acabaría convirtiéndose en una relación de verdad, pero no fue así, y ahora has agotado todas las emociones que tenías.
3. Tenías el potencial
Cuando estás en una situación amorosa, básicamente estás saliendo con un potencial y cuando termina, estás lidiando con la muerte de ese potencial. Así que, probablemente estés pensando por qué esto sería la causa de que las situaciones amorosas duelan tanto.
Bueno, míralo como la muerte de lo que podría haber sido. Cuando estás en una relación de situación, todo lo que tienes son las posibilidades de lo que podría ser (los escenarios falsos que creas cada vez que te vas a dormir).
"Hm, a este tío le encanta viajar e ir a festivales de música y a mí me encanta viajar e ir a festivales de música... Me imagino lo divertida y aventurera que será nuestra vida".
Entonces, todo lo que tienes es esta fantasía idealizada de lo que podría ser y cuando termina es doloroso que esta fantasía nunca haya despegado.
Es fácil idealizar una relación que podría haber sido perfecta en lugar de una que sabes a ciencia cierta que no lo es.
4. Necesita un cierre
En una relación de verdad, cuando se acaba, se acaba. Cada uno puede seguir su camino, llorar el final de la relación y seguir adelante.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con las relaciones situacionales. Es la esperanza la que te hiere y te decepciona. Estás constantemente pensando, "Ah vale, hoy no he sabido nada de ellos, pero a lo mejor mañana me mandan un mensaje".
Todo el final te hace sentir ridículo y como si el duelo no estuviera justificado. Además, no ayuda que parezcan completamente indiferentes, lo que invalida aún más cómo te sientes.
Pero recuerda, la falta de respeto es todo el cierre que necesitarás.
El cierre que necesitaba
El hecho de que estés en una situación de gaslighting ti mismo en la creencia de que tiene un futuro con esta persona ya significa que estás en una posición vulnerable.
Entonces llega el rechazo. Es como apostar todo lo que tienes en algo que tiene una probabilidad 50% de fracasar.
Así que, sí, resumiendo: el título y la duración no determinan el umbral de tu dolor. Las emociones se miden por la experiencia y, por desgracia, en las situaciones de pareja suele haber muchas.