¿Por qué te ha pedido Dios que esperes tanto tiempo el amor por el que has rezado?
En pocas palabras, porque Él te ama. Te ama tanto que sacrificó a Su único hijo por tu salvación.
También sabe cuánto deseas amar y ser amado a cambio.
Comprende que la espera de la pareja ideal puede parecer interminable.
Cuando ese anhelo de amor se prolonga durante años, es fácil preocuparse de que Dios se haya olvidado de ti.
Tu fe puede flaquear por ello, pero Dios nunca olvida a uno de sus hijos.
A veces, incluso utiliza nuestras dudas para prepararnos espiritualmente para la pareja perfecta que buscamos.
Dios conocía a tu pareja ideal antes de que nacieras.
El Padre Celestial tiene un plan perfecto para tu vida.
Él concibió ese plan mucho antes de que tú nacieras.
Cuando Él decidió tu destino, también sabía las lecciones que tendrías que aprender por el camino.
Dios también conocía a la pareja perfecta que tenía en mente para ti.
A menudo, los planes de Dios no pueden cumplirse en tu tiempo.
Sí, hay momentos en los que Dios te pedirá que esperes.
A veces, Él necesita ver cómo pasas tu tiempo de espera antes de responder a tus oraciones.
A veces la respuesta de Dios a nuestras oraciones es: ahora no.
Cumplir tu destino a veces implica un trabajo duro.
Piensa en las personas que aspiran a ser médicos.
No se ponen una chaqueta blanca y empiezan a curar a la gente.
Los estudiantes de medicina cursan muchos años de estudios escolares y prácticos antes de ganarse el derecho a llamarse médicos.
Sus viajes son largos, agotadores y estresantes.
Siguen superando estos obstáculos porque saben que el camino que han elegido es el único que puede llevarles a su meta final.
Hacen el trabajo duro y confían en que su ansiada recompensa les estará esperando en la línea de meta.
La confianza significa mucho para Dios, al igual que la paciencia.
Él sabe que hay ciertas metas que debes alcanzar para convertirte en la persona que Él tenía en mente cuando te creó.
Él preferiría que pasaras tu tiempo de espera practicando la confianza y la paciencia, buscando formas de servirle mejor.
Entonces cuando llegue el momento...te presentará a la increíble compañera de vida que tiene en mente para ti.
Esperar nunca es castigo de Dios.
No veas el tiempo que pasas esperando la respuesta de Dios como un castigo por tus pecados.
Dios ha prometido que nuestro juicio tendrá lugar en el cielo, no en la tierra.
Tus pecados ya fueron perdonados cuando aceptaste a Jesús como tu salvador.
En lugar de eso, considera la espera como un regalo de Dios para ti. Él quiere que seas feliz.
Él conoce cada paso que debes dar para alcanzar esa felicidad. Es cierto que Dios obra de maneras misteriosas.
A veces Él quiere saber que estás preparado para reconocer Sus bendiciones cuando llegan.
Quiere saber que los querrás y los apreciarás.
Él te pide que siempre confíes en que Él tiene cosas buenas reservadas y que practica la paciencia mientras se desarrolla Su plan perfecto para tu vida.
Piensa en Moisés. Sirvió como humilde pastor de ovejas durante 40 años antes de que Dios le llamara para pastorear a su pueblo.
Recuerda también a Josué, que vagó por el desierto durante cuatro décadas antes de que Dios lo utilizara para conducir a sus fieles a la Tierra Prometida.
Ninguno de estos grandes hombres esperó con apatía.
En cambio, aprovecharon el tiempo de espera para cultivar su relación con Dios.
¡Basta con mirar las grandes cosas que hicieron una vez que Dios los consideró preparados!
Si tu objetivo es tener una pareja fiel y cariñosa, aprovecha este tiempo para prepararte para ser una pareja igualmente devota.
Hay una estación para el amor que buscas.
Piensa en tus oraciones como si fueran semillas de manzana. Las semillas están llenas de posibilidades, pero primero hay que plantarlas.
Una vez plantados, deben cumplirse ciertas condiciones para que arraiguen y prosperen.
En primer lugar, deben echar raíces en tierra fértil. Luego necesitan agua y luz para poder crecer y madurar.
Sólo entonces esa semilla se convertirá en un árbol maduro y fructífero.
Sí, Dios ha escuchado tus plegarias de amor y compañía.
En el momento en que pronunciaste tus súplicas, Él supo qué lecciones necesitabas para llegar adonde quieres ir.
Él te ha dado el regalo del tiempo para moldearte en la persona que Él siempre quiso que llegaras a ser.
Esa persona es la que tu pareja ideal necesita y está buscando.
Sólo cuando una manzana está madura puede cosecharse y disfrutarse.
Dios te ha pedido que esperes, pero también te pide que confíes en Él lo suficiente como para esperar activamente.
Pasa este tiempo en fe, confianza y devoción, sabiendo que Dios te presentará las lecciones que necesitas para crecer y convertirte en la increíble persona y compañero de vida que Él tenía en mente cuando te hizo.