No eres estúpida ni tonta. Sabes que ese chico no merece tu atención y eres consciente de que no se merece que le dediques ni un solo pensamiento, y mucho menos algo más.
Sabes que no sirve para nada. Sabes que no te trata bien y que no deberías mirarle, aunque fuera el último hombre del mundo.
Sin embargo, a pesar de todo, no consigues dejar de perseguirle. ¿Por qué?
1. En el fondo, esperas que cambie
Aunque sigas diciéndole a todo el mundo que has perdido toda esperanza de que este chico se convierta en el hombre que mereces que sea, la verdad es bien distinta.
Aunque sigas convenciéndote de que por fin has aceptado que ese tipo nunca entrará en razón, lo cierto es que sigues esperando un milagro.
En el fondo, oculta bajo la superficie y la cara que presentas al resto del mundo, en realidad hay mucha esperanza.
Te guste admitirlo o no, lo cierto es que una parte de tu ser sigue pensando que este el hombre acabará cambiando.
Naturalmente, querrás estar allí cuando ocurra.
Sigues dándole "una última oportunidad" porque crees que ya casi la tiene, que está a punto de empezar a tratarte bien y que está a punto de ver que eres la mujer para él.
2. Asumes que serás tú quien le salve
Otra razón por la que la mayoría de las mujeres siguen persiguiendo a los hombres que saben que no deben es el hecho de que quieren salvarlos.
Te ves a ti misma como la mujer maravilla que puede ayudar a este hombre con todos sus problemas. Crees que eres la única que puede curar su inestabilidad emocional.
La que puede derribar todos los muros que rodean su corazón y abrir su alma al amor.
Al fin y al cabo, no le dejas para siempre porque no quieres renunciar a él.
Te niegas a alejarte de él porque en el fondo no lo ves como un hombre tóxico que juega contigo.
En cambio, le ves como un alma perdida que necesita tu guía. Te niegas a dejarle en paz porque crees que no podría salir adelante sin ti y que su bienestar se ha convertido en tu responsabilidad.
3. Tienes miedo de quedarte solo
Aunque pueda parecer una locura, el hecho innegable es que este hombre se ha convertido en tu zona de confort. Te has acostumbrado a correr detrás de él.
Por lo tanto, no sabes qué harías contigo misma si él no estuviera. Al fin y al cabo, las migajas de su amor y su cariño son mucho mejores que no tener a nadie.
Puede que no lo veas, pero lo cierto es que te aterra la idea de acabar sola. Así que es mejor tener la mitad de un hombre que no tener ninguno, ¿no?
Si piensas así, es hora de reconsiderar tu actitud. Si eres sincera, admitirás que estás más que sola al lado de este hombre.
Entonces, ¿qué cambios cruciales sentirías realmente en tu vida si te libraras de él? ¿Qué sería diferente?
Créeme, no lo tienes y ya estás sola y soltera.
4. Te arrepientes de todo el tiempo que has perdido con él
Llevas persiguiendo a este chico desde que tienes uso de razón. Has invertido toda tu energía y paciencia en él.
Has malgastado meses o incluso años de tu vida con él. Has puesto mucho esfuerzo en esta cuasi-relación.
Así que, ahora, no quieres rendirte cuando crees que estás tan cerca de la meta. Quieres salirte con la tuya, después de todos los sacrificios que has hecho para tenerlo por fin como novio.
Pues déjame decirte una cosa: es mucho mejor tirar por la borda todo el tiempo que has perdido hasta ahora que seguir desperdiciando más días y semanas de tu vida.
Además, toda esta experiencia te ha enseñado nuevas lecciones de vida, dolorosas pero valiosas. Considéralo un periodo de tiempo en el que tuviste la oportunidad de aprender, en lugar de un tiempo pasado en vano.
5. No hay nadie mejor
Finalmente, sigues persiguiendo a este tipo porque estás convencida de que todos los hombres son iguales.
Aunque decidas darle una oportunidad a un nuevo hombre, también acabará haciéndote daño y rompiéndote el corazón, así que ¿por qué no te quedas al lado de este capullo?
Al fin y al cabo, siempre es mejor quedarse con tus enemigos que permitir que entren en tu vida nuevos amigos, que también acabarán convirtiéndose en tus enemigos.
Conoces la esencia del ser de este hombre. Sabes lo que puedes esperar de él y no quieres molestarte con alguien de quien no tienes ni idea.
Déjame decirte que piensas así porque en realidad nunca le has dado una oportunidad a otra persona. No puedes saber lo que pasará hasta que lo intentes, ¿verdad?