Te enamoras. Te sientes como en las nubes. Ya no piensas en tus problemas.
Llevas puestas tus gafas de color de rosa y en lo único que piensas es en él.
Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, empiezas a sentir algo que no habías sentido antes. Sientes que tu hombre ya no es el mismo de antes y no puedes deshacerte de esa fea sensación.
¿Le suena? Pues esto es lo que ocurre en muchas relaciones y las mujeres de todo el mundo se morirían por escuchar un consejo que les ayudara a resolver este problema.
Así que.., si tu hombre es uno de los que ha dejado de colmarte de atenciones y te sientes fatal por ello, esto es lo que puedes hacer:
Déjalo solo por un tiempo
Lo peor que puedes hacer es presionarle para que te cuente lo que le pasa.
De ese modo, sólo empeorarás las cosas. En lugar de eso, déjalo en paz. Sí, me has oído bien.
Déjale en paz para que pueda pensar en su vida y en las cosas que quiere. No le afecte de ninguna manera. No le llames, no le mandes mensajes y lo más importante es que no le veas si no está preparado para ello.
Una vez que haya pasado un tiempo a solas, estará seguro de si quiere estar contigo o si quiere continuar su vida sin ti.
La cuestión es que en realidad no puedes influir en su decisión, así que es mejor que le dejes en paz porque él sabe lo que es mejor para él.
Cuando vuelva, actúa como un amigo, no como un enemigo.
Es cierto que no eres culpable de las cosas que le pasan pero como su alma gemela, tienes que estar con él en sus buenos momentos y también en los malos. Sobre todo en los malos.
Por lo tanto, si le ha ocurrido algo así, no saque conclusiones precipitadas, pero sea inteligente al respecto.
No conseguirás nada si le hablas como a un enemigo. En lugar de eso, háblale como a un amigo y dile que entiendes que estaba pasando por alguna crisis, pero que tú también querías ayudarle.
Así sabrá que puede contar contigo la próxima vez que le ocurra algo malo.
Cuando vuelva a la normalidad, pregúntale por qué lo ha hecho.
Cuando tu chico decida que eres tú con quien quiere estar, tienes que preguntarle por qué lo ha hecho.
Mereces conocer las respuestas y deberías obtenerlas. Tú eres la que se quedó sin saber por qué lo hizo y cómo puedes ayudarle.
Eres tú quien ha pasado noches en vela, mirando fijamente una pantalla vacía y esperando que llamara. No digo que él no sufriera, pero tú también sufriste, sobre todo porque no sabías lo que había pasado.
Así que tienes todo el derecho a preguntarle por qué lo hizo y por qué no te permitió ayudarle.
Si te quiere, se sincerará sobre todo y si te dice que no quiere hablar de ello, deberías pensarte dos veces si quieres estar con un hombre que no puede confiar en ti.
Recuerda que tienes una vida aunque él no esté.
Si tu hombre ha decidido alejarse, eso no significa que tengas que centrarte sólo en él.
Céntrate en ti misma y en tu vida, sobre todo si no estás segura de si volverá algún día.
No puedes perder el sueño por un hombre que no quiere que sepas nada de él. No puedes ayudarle si él no te lo permite. Ten paciencia y vive tu vida con normalidad.
Si vuelve, podéis hablar de lo que pasó con él y decidir si hay futuro juntos. Todo problema puede resolverse si hay voluntad para ello.
Así que, al final, depende de él si vuelve o no y depende de ti si vas a llorar hasta quedarte dormida cada noche o si vas a vivir la vida de la que te sentirás orgullosa.
Siempre ponte a ti primero, no importa cuánto lo ames.
Es malo que tu hombre se aleje, pero eso no es motivo para que dejes de darle importancia a nada.
Siempre debes anteponerte a ti misma, por mucho que le quieras.
Está bien ayudarle si lo desea, pero estar preocupado por alguien que no está seguro de ti no es una buena idea.
Sólo conseguirás que te hagan daño de esa manera y, créeme, no quieres que eso ocurra.
Si tiene problemas, intenta estar con él si te deja. Al hacerlo, le estás demostrando que le quieres y que siempre puede contar contigo.
Pero si va a hacer esto de vez en cuando, no deberías soportarlo.
Deberías cuidar de ti misma cuando no es él quien lo hace.
Tú debes ser la razón de tu propia felicidad y no él. Sólo cuando te des cuenta de esto, serás verdaderamente feliz.