Al entrar por primera vez una relación con un psicópata emocionalNo tienes ni idea de que estás tratando con un hombre enfermo y peligroso. Incluso cuando se da cuenta de que no está viviendo la vida que se supone que debe vivir y que se merece, espera contra toda esperanza poder "arreglarlo" y convertirlo en algo que no es.
Eso a menudo te lleva a salir aún más herido de lo que ya estás. Te lleva a perder tu tiempo y tu juventud con alguien que te utiliza y te agota emocionalmente.
Al principio, no te das cuenta de que estás en una relación abusiva. Sólo cuando escapas, te das cuenta de que te han maltratado emocionalmente.
A lo largo de tu relación con un psicópata, empiezas a aceptar su comportamiento destructivo hacia ti como algo normal, como algo completamente normal. Crees que es culpa tuya que te trate así. Crees que tienes que cambiar tú.
Esto puede perjudicarte seriamente. Esto puede dañarte seriamente y tener una mala influencia en tu personalidad. Esto puede cambiarte después de todo si no escapas a tiempo.
Si ha conseguido meterse en tu cabeza, no te sientas perdida. Una vez fuiste una mujer fuerte. No hay duda de que recuperarás esa confianza e independencia.
Te eligió por una razón. Podría haber elegido fácilmente a alguien débil, alguien que fuera una presa fácil. Pero eso no era un reto. Te necesitaba a ti, una mujer fuerte, a la que herir e intentar destruir. Sólo entonces iba a sentir que había conseguido algo, que había ganado. Pero tú arruinaste sus planes.
Te liberaste de sus frías cadenas que te dejaban moratones en el cuello. Tomaste las riendas de tu vida y le dejaste. Pero eso no significa que estar con él no dejara consecuencias. Las dejó. Necesitabas pasar por el infierno y volver para poder sanar y confiar en alguien de nuevo.
1. Aprendes a quererte de nuevo
Es el primer y más importante paso de la curación. Si quieres seguir adelante con tu vida y no quedarte paralizada por el dolor que te causó, tienes que desechar todo lo que te ha hecho y empezar de nuevo. Poco a poco empezarás a darte cuenta de que tú eres la persona más importante para ti en este momento.
Poco a poco empiezas a ver que te mereces lo mejor. Te mereces todo lo que él no es. Te das cuenta de que necesitas mostrarte un poco de respeto porque primero vas a pasar el resto de tu vida contigo misma y luego con otra persona.
2. Te quedas atascado frente a un muro emocional
Llegas al punto del vacío total. No sabes cómo manejar todos estos nuevos sentimientos que se apoderan de ti. Si conoces a alguien que se interesa por ti y te trata como te mereces, te pierdes.
No estás acostumbrado a que no te manipulen. No estás acostumbrado a que se escuche tu voz. No está acostumbrado a ser el que importa.
3. Te fijas en cada pequeño detalle
No puedes relajarte. Es difícil. Esperas que ocurran cosas malas. Esperas que otro imbécil entre en tu vida con la intención de destruirla. Por eso empiezas a sobreanalizar a la gente y sus acciones.
Rompes las situaciones en pequeños fragmentos y las examinas una a una hasta que estás seguro de que es seguro seguir adelante. Debido a este miedo, mantienes las distancias con todo el mundo, porque te asusta volver a pasar por lo mismo.
4. Tiene problemas de confianza
Por supuesto, esto no hace falta decirlo. ¿Cómo puedes confiar en alguien después de haber sido utilizado y casi destruido? Has jugado con fuego, lo sabes, y te has quemado. Es cierto que podrías haberle dejado en cuanto te diste cuenta de que algo iba mal, pero esperabas poder arreglarlo.
No lo hiciste. Te quemaste. Pero a veces necesitas quemarte para aprende la lección. El caso es que has pagado por esta lección de vida mucho más de lo que nunca hubieras imaginado.
5. Ves la vida sin límites
No más amenazas, no más juegos mentales, no más disculpas por todo, no más mentiras. Todo eso ya no existe. Por fin puedes vivir tu vida como quieras.
Puedes vivir una vida sin límites, sin señales rojas ni callejones sin salida. Ahora eres tú quien manda. E incluso si metes la pata, sabrás que se debe a algo que has hecho tú y no otra persona.
Véase también: Así es como te dañan los narcisistas manipuladores, los psicópatas y otras personas tóxicas