Estás en una estable, relaciones comprometidasp. Tu pareja te hace realmente feliz y habéis resistido el paso del tiempo. No hay mucho que cambiarías, pero hay una cosa...
Siempre que hace algo que te molesta y siempre que hay algo que tenéis que discutir, se pone a la defensiva, se cruza de brazos y no puede aceptar ninguna crítica constructiva.
No se puede hablar con él cuando hace algo mal, y no sabes cómo llegar a él.
Las personas que se ponen así de a la defensiva cuando se las confronta con sus acciones suelen sentirse como un completo fracasado si han hecho algo mal, y admitirlo les incomoda sobremanera.
Así que en lugar de poder escucharte y hablar como una persona normal, recurren a el tratamiento silencioso y/o acusándote de meterte constantemente con ellos.
Por desgracia, no puedes cambiar la forma en que una persona actúa y reacciona a tus palabras, pero SÍ puedes cambiar la forma en que enfocas la conversación con ella.
Así que aquí tienes algunos trucos ingeniosos diseñados para ayudarte a hablar con tu pareja excesivamente a la defensiva y encontrar una forma pacífica de comunicarse.
1. Evitar el "lenguaje de la culpa
Abstente de utilizar frases como "Hiciste esto..." o "No me hiciste caso, otra vez..." y no utilices palabras como "siempre" o "nunca".
Esto no deja otra opción a tu pareja que sentirse culpada y señalada. Eso es muy crítico y obliga inmediatamente a la persona a adoptar una postura defensiva.
En lugar de eso, intenta decirles cómo te sientes TÚ y cómo te han afectado sus acciones.
No señales con el dedo, sino deja claro que te sientes de una determinada manera y que desearías que no fuera así.
Eso podría hacer que tu pareja reevalúe sus acciones y baje la guardia.
2. Inicie la conversación con una nota positiva
Es importante que, antes de acusarles de algo, les hagas saber lo mucho que significan para ti y que no quieres perderles.
Puedes decir: "Sólo te digo esto porque me importas mucho y quiero que esto dure".
Visite tu pareja Siento que esto viene de un lugar positivo y que todo lo que estás tratando de hacer es encontrar una solución para que puedas sanar y seguir adelante de esto.
No necesitan seguir oyendo que la han cagado, eso sólo hará que se cierren aún más.
Sé amable y mantén la esperanza de que se resuelva, al tiempo que le haces saber cuánto aprecias su esfuerzo por mejorar.
3. Permítete ser vulnerable y asume tu parte de responsabilidad
Para conseguir que tu pareja derribe sus muros y se abra a ti, empieza por hacerlo tú.
Comparte una parte vulnerable de ti mismo y demuéstrale que no eres ajeno a meter la pata.
Y si hay algo de esto que sea culpa tuya, reconócelo.
Esto hará que su pareja vea que está en un lugar seguro y libre de culpa, y empezará a relajarse y a ser más propenso a una discusión sana.
Necesita sentirse seguro y no juzgado, lo que le ayudará en el proceso de superación de su postura defensiva.
4. No menoscabes su derecho a sentirse de una determinada manera
Nunca intentes quitarle a una persona su derecho a sentir lo que siente. Todo el mundo tiene derecho a sus emociones.
Que no sea lo ideal para ti no significa que no sean válidos. Así que hazle saber a tu hombre que respetas sus sentimientos y que de ninguna manera intentas disminuirlos.
Pero al mismo tiempo, explique cómo está afectando tu relación y hacerle ver que tú también tienes emociones.
Está claro que no se están integrando, así que su único objetivo es encontrar un término medio, siendo respetuosos el uno con el otro y dejando que afloren sus emociones.
5. Hágales preguntas significativas
Quieres llegar al fondo de esta situación, y la mejor manera de hacerlo es haciendo preguntas sinceras que ayuden a establecer cómo se ha llegado hasta aquí.
En el fondo, tu pareja puede sentirse rechazada, triste e incompetente, así que esto es muy importante para que se sienta escuchada.
Si has hecho algo para provocar esta reacción, pregúntaselo amablemente. Hazles saber que lamentas haberles hecho reaccionar así sin querer y que deseas mejorar la situación.
Pregúnteles cómo se sienten y cómo puede ayudarles a aliviar sus preocupaciones.
Pero tienes que ser auténtico y preocuparte de verdad. De lo contrario, no te creerán.
6. Pase lo que pase, no pierdas la calma
Puede que tu pareja empiece a enumerar 100 razones por las que él tiene razón y tú no, o puede que empiece a culparte de todo.
Pero de lo que se trata es de mantener la calma y no perder nunca los nervios con él.
Entiende que en realidad no quiere decir todo eso, simplemente no sabe cómo afrontar la culpa y por eso recurre a la hostilidad.
Mantén la calma y respira hondo. Cuando vea que has conseguido mantener la calma mientras él no se comportaba bien, es posible que también empiece a calmarse.
Tu intención de resolverlo será clara para él y le obligará a enfrentarse a tu silencio a menos que baje la voz.
Pero recuerda que puedes hacer todo lo correcto y decirle justo lo que necesita oír, y aun así puede que no sea suficiente.
Y eso no depende de ti. No tiene nada que ver con su enfoque y todo que ver con la persona.
Si no quiere cambiar, ya no hay mucho que puedas hacer.
Tienes que afrontar el hecho de que, a veces, no será suficiente.
Y en esos momentos, sólo tienes que alejarte, respirar hondo y pensar en lo que quieres y en la mejor manera de llegar a ese lugar.