Es curioso cómo las personas que más queremos pueden ser también las que más nos agotan. Principalmente porque las queremos tanto que nos negamos a ver sus inconvenientes.
Pero con las sanguijuelas emocionales, estás obligado a verlas en algún momento. Tu cuerpo y tu mente se agotarán y sabrás que una sanguijuela fue la responsable.
Si no te sientes tú mismo y tienes esa sensación de agotamiento insoportable después de pasar tiempo con tu pareja, lo más probable es que estés tratando con una sanguijuela emocional.
Puede que tu relación te esté agotando mientras hablamos, pero tus sentimientos te impiden ver con claridad.
Tal vez tuviste una relación en el pasado con alguien que te drenó emocionalmente y ni siquiera te diste cuenta, o lo hiciste pero ya era demasiado tarde. Estos son algunos signos probados de que tu pareja es o era una sanguijuela emocional:
1. Todavía juega a enviar mensajes de texto
Es muy cansado esperar a que tu pareja te responda. Claro, la gente no puede estar constantemente en su teléfono y ser capaz de responder, pero él nunca lo hace; siempre espera un tiempo considerable para responder.
O incluso se toma días, lo que es realmente infantil, estúpido y sólo él. jugar a juegos.
No quieres dejarlo por un texto insignificante, pero no lo es tanto cuando te sientes emocional y físicamente cansada de preguntarte dónde está y por qué te ignora.
Deberías tener una charla larga y directa con él o acabarás agotada, por no decir infeliz.
2. Exigen mucho de ti pero no están dispuestos a dar nada a cambio
Te siguen quitando. Necesitan que estés ahí, que les escuches y comprendas, pero cuando les necesitas, no están por ninguna parte.
Les excusas aunque su comportamiento no merezca tu perdón.
Te siguen quitando emocionalmente pero no te devuelven nada.
Estás agotada y no tienes forma de recargarte porque él no te devuelve nada. Las emociones necesitan reciprocidad para mantenerse vivas.
3. Siempre están en tu mente
Cada uno de tus pensamientos parece estar dirigido a ellos. Piensas en el paradero y la lealtad de tu pareja, lo que puede ser signo de algunas inseguridades del pasado, causadas por relaciones anteriores.
Deberías volver a examinarte a ti misma y a tus relaciones o averiguar si tu pareja está haciendo algo que te hace dudar de él. Puede que te esté poniendo celosa a propósito.
Pensarlo todo muy bien. Pensar constantemente si va a hacer trampas o no no es la manera de vivir y tu cuerpo y tu mente lo sienten.
4. Sigues evitando conversaciones largas con él
Evitas las conversaciones largas porque sabes que te cansarán.
Evitas especialmente ciertos temas porque te agotaron en el pasado.
Prefieres dejar algo como está antes que molestarte en discutirlo con él, por muy importante que sea o por mucho que te duela.
5. Todo gira en torno a ellos
Hablar con ellos es como hablar con una pared de ladrillos. Tienen sus propios monólogos internos y no prestan atención a lo que les dices.
Están preocupados por sí mismos. También tienen la habilidad de adaptar todas las historias a su medida.
Si acabas disculpándote por cosas que sabes que no has hecho, lo más probable es que estés tratando con un manipulador emocional y seguramente él también te drenará emocionalmente.
6. Sigues deseando pasar tiempo a solas
Claro, todos necesitamos algo de tiempo para nosotros mismos, algún lugar donde no tengamos que hablar y nadie nos moleste con nada.
Pero esta necesidad de tiempo a solas aumenta cuando estamos con una sanguijuela emocional. Nos morimos de ganas de alejarnos de ellos y tomarnos un descanso muy necesario.
La paradoja es que nos preocupamos tanto por ellos pero necesitamos descansar de ellos tan a menudo que es hora de preguntarnos qué hacemos ahí.
7. Experimenta agotamiento físico real
Nuestras emociones pueden dictar cómo nos sentimos. Estás cansado todo el tiempo, te duelen los músculos y tienes sueño. Nuestro cuerpo no es inmune a nuestros sentimientos.
Cuando estás constantemente preocupado por otra persona y sus necesidades, sus cambios de humor o su extraño comportamiento, eso tiene que influir en ti.
Te olvidas de ti mismo y de tus necesidades y sigues dando a la otra persona.
Si tu pareja es una sanguijuela emocional, piensa si es buena idea seguir en una relación así.
Recuerda que tú eres igual de importante y que, si no satisfaces tus necesidades, te agotarás física y emocionalmente.