El amor tiene la mala costumbre de desgastarse si no lo cuidamos con regularidad. Se te escapa de las manos si no lo sujetas con fuerza cuando la vida lo desgarra.
La persona a la que amas es igual. Desaparecerá ante tus propios ojos si no le das algo por lo que merezca la pena quedarse, si no le das la clase de amor que de verdad se merece.
Así que persíguela aunque ya sea tuya.
Persíguela cuando la vida la aleje. Cuando empiece a alejarse, pensando que no es lo bastante buena para ti, hazle creer que sí lo es.
Cuando empiece a dudar de sí misma, demuéstrale que es más de lo que jamás pensó que podía ser. Sé el hombre que apreciará su corazón y le guardará las espaldas.
Sé el hombre que no teme sacrificarse por ella porque sabe que ella lo vale. Sabes que ella haría lo mismo por ti en un abrir y cerrar de ojos.
Aunque tenga miedo en la cara, lo hará porque te quiere.
Ahuyentar sus demonios del pasado. Cuando los recuerdos de su pasado vuelvan para destrozarla, protégela.
Cuando los recuerdos de dolor, rechazo y negligencia llamen a su puerta, esté ahí para ahuyentarlos.
Estar ahí para abrazarla fuerte y secar las lágrimas de su cara. Bésala hasta que la tristeza se convierta en sonrisa.
Bésala hasta que su rostro se ilumine más que el propio Sol. Ahuyenta el frío, para que ella pueda calentarte con el fuego que tiene. Ahuyenta lo aburrido, para que ella pueda darte la pasión.
Perseguirla cuando no le apetezca ella lo vale. Con todo tu poder, fuerza y voluntad, porque ese es el momento en el que más necesita que la persigas.
Ese es el momento en que ella perdió su confianza y su valor. Ese es el momento en que ya no se siente digna de tu amor y afecto.
Ese es el momento en que ya no se ama a sí misma. Muéstrale la mujer que ves, la mujer que amas.
Y demuéstrale que el hecho de que estuviera rota no significa que no valga la pena. Sólo significa que hay más pedazos de ella para que la ames.
Persíguela cuando ya no crea en el mañana. Demuéstrale que incluso un segundo con ella significa más que eternidades sin ella.
Porque la vida es dura. La vida te pone pruebas antes de darte lecciones, y mantener la esperanza y la fe es como luchar contra molinos de viento.
Hay momentos en los que parece inútil y momentos en los que es lo único que te mantiene con vida.
Sea su propia fe y esperanza. Demuéstrale que hay algo por lo que merece la pena luchar y que ese algo es el mañana con ella. Y cada mañana que le siga.
Persíguela incluso cuando lo tenga todo. Porque sin ti, no significa nada. Sin tu amor, ella se congelará. Sin tu abrazo, ella estará desnuda.
No porque dependa de ti, sino porque se entregó a ti. El momento en que decidió dejarte entrar fue el momento en que os convertisteis en uno.
Dos individuos que nunca supieron que les faltaban piezas hasta que conocieron al otro. Estar a su lado para crear nuevos recuerdos y nueva felicidad.
Esté ahí para multiplicar las alegrías que comparte, para que pueda superar la desesperación.
Persíguela aunque ya sea tuya. Sabes que lo es y ella también lo sabe. Es la mujer que no se guarda nada.
La mujer que ama de todo corazón o no ama en absoluto. Pero dar por sentado su corazón y su amor es lo peor que puedes hacer por tu amor.
Darla por sentada sólo empujarla lejosAsí que sigue persiguiéndola. Sigue luchando por ella porque te necesita.
No necesita tus palabras y promesas; necesita ver que te importa. Necesita sentir los latidos de tu corazón cuando se duerme sobre tu pecho.
Necesita oír tu voz soñolienta por las mañanas cuando lucha por abrir los ojos. Necesita saber que lucharás por ella como ella lucha por ti.