1. Nunca te hará cuestionar su lealtad
Si un hombre con el que estás flirtea con otra mujer, provoca tus celos a propósito, esconde su teléfono cada vez que un mensaje ilumina su pantalla o muestra cualquier otro signo de que incluso considera hacer trampasno deberías perder el tiempo.
Una relación no puede funcionar sin confianza.
Un amante se asegurará de que sepas que, para él, eres la única mujer de la Tierra. No participará en juegos ni flirteos inmaduros. No huirá del compromiso ni te mostrará de ningún modo que no está seguro de sus sentimientos.
2. Nunca hará que le persigas
No tendrás que esforzarte más de la cuenta para hacerle feliz. No tendrás que esperar siglos a que responda a un simple mensaje.
No tendrás que rogarle que te dedique tiempo. Si es el indicado para ti, hará todas esas cosas sin pensar en ellas.
Siempre encontrará la manera de demostrarte que piensas en él. Te llamará, te enviará mensajes y se presentará cuando deba hacerlo. Se encontrará contigo a mitad de camino e igualará tus esfuerzos.
Toda la carrera que hagas será hacia él, no tras él, y eso marcará la diferencia.
3. No se congelará cada vez que empieces a hablar del futuro
Ese chico que empieza a murmurar y cambia de tema cada vez que salen a relucir vuestros planes de futuro, simplemente no está preparado para una relación más seria y comprometida.
No tiene por qué ser algo tan serio como irse a vivir juntos, tener hijos y casarse, sobre todo al principio.
Sin embargo, al menos debería planear sus vacaciones contigo o ir a algún evento dentro de unos meses o un año. Significa que, incluso a nivel subconsciente, no puede imaginar su futuro sin ti.
Esas pequeñas cosas son las que separan a un guardián de alguien que es engañándote.
4. Nunca te juzgará
Escuchará para comprender y no para responder. Respeta tu pasado y tu presente. Nunca aireará tus trapos sucios para herirte o provocar tus inseguridades.
Prefiere hacer todo lo posible por demostrarte lo increíble que eres, que todos tenemos nuestros defectos y que no hay nada malo en ellos.
Un poseedor acogerá tus puntos fuertes y se ocupará de tus defectos porque es muy consciente de que tú también tendrás que lidiar con los suyos. Sabe que no es perfecto y no te presionará de ese modo.
5. Nunca hará promesas que no pueda cumplir
La coherencia será uno de sus rasgos más valiosos. Querrá demostrarte que puedes confiar en él y que es un hombre con el que puedes construir. Nunca cancelará tus planes en el último minuto si no hay un poder superior que se lo impida.
No dirá una cosa hoy y se retractará al día siguiente. No se andará con rodeos para ir al grano: se lo dirá sin rodeos.
Nunca tendrás necesidad de dudar de él y aunque a veces fracase en sus intentos, sabrás que ha hecho todo lo que ha podido.
6. Nunca iniciará una pelea sin tener una buena razón para hacerlo
Hay hombres que utilizan las peleas como medio de comunicación. Empezarán una pelea de la nada y cada vez que algo no salga como ellos quieren.
Esa es otra gran señal de inmadurez emocional.
Un guardián sabrá que a veces las peleas son inevitables, pero nunca las hará más grandes que vosotros dos. No se tratará de ganar o perder.
Se tratará de encontrar puntos en común, si no inmediatamente, después de que ambos se hayan calmado. Una pelea de vez en cuando puede ayudar a que una relación crezca y evolucione.
Pero si sus peleas son casi una cosa de todos los días, entonces usted está en una mala relación que le agotará emocionalmente en poco tiempo.
7. Nunca te hará sentir que estás solo
Hay relaciones que te hacen sentir más sola de lo que nunca podrías sentirte estando sola. Hay hombres que no tendrán ningún problema en que hagas todo el trabajo pesado y haciendo todos los esfuerzos para que las cosas funcionen.
Se preocupan por sus necesidades y dejan de existir cada vez que una situación no les conviene.
El hombre adecuado nunca te dejará, pase lo que pase. Te sentirás segura y protegida en sus brazos. Cuando no pueda hacer nada para ayudarte, al menos te escuchará.
Será tu primera llamada siempre que ocurra algo bueno o malo y siempre estará ahí para atenderte. Compartirá tu felicidad y te consolará en tus días tristes.
Eso es lo que le convierte en un guardián.