El primer beso, la primera relación, el primer amor... Seguro que aún lo recuerdas intensa sensación de mariposas persiguiéndote en el estómago justo antes de conocer a tu ser querido, a tu primer ser querido.
Estabas tan ansiosa por impresionarles que te pasaste toda la tarde cambiando de atuendo y de peinado y combinando desesperadamente el tono adecuado de tu esmalte de uñas o tu pintalabios y muchas otras cosas (si eres mujer, claro).
Y luego, cuando por fin estabais juntos, todo parecía un cuento de hadas porque era la primera vez que estabas tan locamente enamorado de alguien.
Vuestra historia de amor fue tan emocionante, el enamoramiento tan intenso y, de repente, la vida real dejó de existir.
El primer amor es como la primera primavera, cuando todo despierta y entras en el reino de la belleza, la dicha y la emoción. Te sientes encantado.
Y por eso, los primeros amores a menudo nos enseñan muy poco sobre el amor o sobre nosotros mismos.
Estamos tan hipnotizados por su magia que nos olvidamos de prestar atención a todas esas cosas que realmente importan.
Nos olvidamos de cuestionar nuestras elecciones, de reflexionar sobre cómo mejorar nuestra relación, de trabajar para mejorarnos a nosotros mismos y similares.
Por estas razones, a veces tu segundo amor llega como una segunda oportunidad, en la que aprendemos a luchar por el amor verdadero y a mejorar las cosas porque la segunda vez somos más sabios, más audaces y más duros.
Después de un desengaño y de dejar ir a nuestro primer amor, nos volvemos conscientes de todo lo que salió mal, de cada una de nuestras palabras y de cada uno de nuestros actos.
La segunda vez, cuando estamos en nuestra segunda relación, sabemos perfectamente lo que buscamos y lo que esperamos a cambio.
Su primer amorla primera persona que amas, te enseña valiosas lecciones y te prepara para el gran amor que estás a punto de experimentar.
Y por eso la segunda persona es la persona adecuada y a veces incluso tu alma gemela. Por eso tu segundo amor puede ser el mejor de todos.
Tanto si tu segundo amor dura para siempre como si dura poco, aquí tienes una lista de razones perfectamente legítimas por las que tu segundo amor es el mejor de todos.
1. Ya no eres ingenuo
Enamorarse por primera vez se parece más a caer por un acantilado a aguas desconocidas, donde hay que aprender a nadar contra corrientes peligrosas para sobrevivir y sacar lo mejor de uno mismo.
Es un mundo completamente nuevo para el que nadie podría prepararte.
Las redes sociales, los programas de televisión y las películas influyen mucho en el concepto del amor y ahí es donde se produce un choque.
Al observar esos romances perfectos en los que dos personas llevan un estilo de vida idílico, se besan bajo la lluvia, nunca o casi nunca se pelean, se hacen regalos lujosos en lugar de regalos de bricolaje, etc., nos hacemos una idea equivocada de lo que es realmente el amor.
Relacionamos el amor con una serie de momentos perfectos y por eso esperamos que nos ocurra lo mismo.
Pero en realidad, el amor es algo totalmente distinto y tu primer amor te lo enseña.
Cuando te enamoras por primera vez, te das cuenta de que las cosas no son tan idílicas como esperabas.
Pronto te encuentras fingiendo que disfrutas jugando a videojuegos con ellos sólo por demostrarles tu apoyo, te encuentras molesto por algunas cosas que ni siquiera esperabas que te molestaran y te das cuenta de que el amor es mucho más que una secuencia perfecta de acontecimientos románticos.
Aplicas esa comprensión a tu segundo amor porque entonces ya no eres ingenuo. Después de tu primer amor, creas tu propia definición del amor.
2. Comprendes el dolor de un corazón roto
Una de las principales razones por las que tu segundo amor es el amor más grande de todos es porque, a estas alturas, ya entiendes el dolor de un corazón roto.
Ahora, permítanme elaborar sobre esto.
Tu primer amor te rompió el corazón y te hizo vulnerable.
Probablemente te negaste a salir durante unos días o a tener cualquier tipo de interacción con seres humanos, te negaste a comer o comiste un poco más de lo habitual, lloraste, maldeciste la vida y juraste que nunca volverías a amar, pasara lo que pasara.
Y después de todo eso, una vez que conoces a tu segundo amor, eres consciente de todo el drama potencial y la depresión después de un desamor y tu decisión de seguir adelante y ser vulnerable es el epítome de la grandeza en toda la historia.
Decides a sabiendas y de todo corazón abrirte a otro ser humano, aun siendo consciente de que podría romperte el corazón, como te ocurrió con tu primer amor.
Y por eso tu segundo amor es mucho más grande que el primero.
Esa constatación es lo que hace que vuestra conexión sea diez veces más intensa y fuerte; la constatación de que podéis acabar pasando por la misma doloroso desamor pero sigues dándote el gusto porque crees que es lo correcto.
3. Ahora eres mayor
La mayoría de las personas experimentan su primer amor durante el instituto, la universidad o en algún punto intermedio.
Y ahora que eres mayor, automáticamente eres más sabio y audaz.
Tu perspectiva de las cosas, incluido el amor, ha cambiado y eres más maduro en todos los aspectos de tu vida.
Por ejemplo, en el instituto, tu mayor preocupación era el baile de graduación o si tu ser querido encajaría en tu pandilla.
La universidad tiene sus propios retos, en los que tienes que enfrentarte a cosas más serias que el baile de graduación o lo que tus compañeros pensarían de tu amada.
Básicamente, cuanto mayor seas, más seria será tu relación. Entras en el mundo de las finanzas, tu trabajo y otras cosas que requieren cierto nivel de madurez.
Junto con eso, tu perspectiva sobre tu vida amorosa y tus relaciones también cambia.
Cuando te enamoraste por primera vez, eras feliz yendo al cine con tu amada, mirando las estrellas o haciendo el ridículo en medio de la nada.
Vuestro amor era despreocupado y salvaje. Pero ahora que eres mayor, no te conformas con un amor mediocre o un romance trivial.
En lugar de buscar esa sensación de despreocupación, buscas seguridad, reciprocidad, comprensión, compasión y respeto.
Y por eso tu segundo amor es el más grande de todos.
Te enseña la diferencia entre los falsos ideales y los valores correctos que hay que poner en práctica en el amor y en tu relación si quieres que tenga éxito y sea incondicional.
4. Tu segundo amor es menos estresante y más 'cuerdo'
Cuando te enamoras por primera vez, lo vives todo diez veces más intensamente porque es nuevo y porque no tienes ni idea de lo que deberías hacer, decir o parecido.
Te pasas una eternidad junto al teléfono esperando a que te respondan y, en el proceso de espera, maldices a todo el mundo porque te sientes traicionado, herido y decepcionado.
Tu primer amor te vuelve realmente loco e impulsado por ese sentimiento de locura, tiendes a hacer algunas locuras también.
Si no te contestan durante unas horas, decides ir a verles para comprobar que todo va bien y que no te están engañando ni nada parecido.
Tus hormonas salvajes, tus emociones y el intenso sentimiento de pertenencia a otro ser humano te obligan a hacer cosas que nunca habías pensado hacer.
Pero con tu segundo amor, todo cambia (bueno, al menos hasta cierto punto) porque tu segundo amor es menos estresante y más "cuerdo".
Como ya pasaste por todas esas situaciones críticas con tu primer amor, seguro que no volverás a repetir los mismos errores y lo vivirás todo con una dosis de calma.
No reaccionarás como una bestia loca si no te contestan en el mismo segundo porque ahora tienes más comprensión y sabes que las cosas no son siempre lo que parecen. Sabes que todo está en tu cabeza.
5. No cometes los mismos errores que con tu primer amor
Como ya se ha dicho, entrar en el mundo de tu primer amor es como entrar en un mundo desconocido como ser humano inexperto.
Por lo tanto, es totalmente normal que tú y tu amada hayáis cometido algunos errores terribles y no tan terribles cuando estabais en el proceso de enamoraros el uno del otro y de crear vuestra historia: daros cuenta de lo que estaba pasando realmente y de lo que era el amor en realidad.
Esos errores te enseñaron un par de cosas y ahora definitivamente no los repetirás con tu segundo amor.
No dejarás que la otra persona te dé por sentado ni viceversa, buscarás el respeto y la reciprocidad, no tendrás celos sin motivo, no guardarás rencores eternamente, aprenderás la importancia de ser paciente en situaciones críticas y cosas similares.
Tu segundo amor también te demuestra que puedes ser la primera opción de alguien en lugar de una segunda opción.
Si la infidelidad o que te dieran por perdida de una forma u otra fue el motivo de la ruptura con tu primer amor, tu segundo amor te devolverá la esperanza perdida.
6. Eres capaz de predecir fácilmente cuando alguien está lleno de mierda
Si has salido con alguien que te engañó o te trató mal, después de ellos, eres capaz de predecir fácilmente cuando alguien está lleno de mierda.
Verás, es muy fácil perderse en el reino de tu primer amor porque todo es nuevo y no tienes ni idea de cómo reaccionar en determinados momentos.
Por ejemplo, eres consciente de que no te tratan bien pero sigues sin hacer nada al respecto porque crees que cambiarán, que deberías darles una segunda oportunidad o buscas excusas constantemente para justificar su comportamiento de mierda hacia ti.
Haces todo esto porque en realidad no sabes lo que debes hacer y desde luego no existe un manual del primer amor, aunque estaría muy bien que existiera.
Así que haces lo que crees que es correcto y a menudo te equivocas y te perjudicas en el proceso.
Tu segundo amor no tiene espacio para eso. Dado que tu primer amor fue como un periodo de prueba, tu segundo amor está destinado a ser mayor porque ahora que has aprendido mucho, predecirás fácilmente cuando alguien está lleno de mierda y ahora harás lo correcto.
7. Eres más precavido
Una de las extrañas razones por las que tu segundo amor es el más grande de todos es porque eres más reservado.
Sí, suena muy raro e incomprensible, pero es cierto y he aquí por qué.
Cuando te enamoras por primera vez, no estás preparado para lo que está a punto de ocurrir.
No estás preparado para todo lo bueno, y mucho menos para todo lo malo que está a punto de sorprenderte y formar parte de tu vida cotidiana.
Y por eso tú con tu primer amor, eres salvaje y libre.
No te preocupan los peligros potenciales de abrirte a otro ser humano, no te preocupa ser vulnerable, los juegos mentales, las manipulaciones o que te den por sentado.
Y una vez que pasas por algunos de ellos o por todos, te vuelves más precavido en el futuro.
Y esa es la verdadera belleza de tu segundo amor.
Te vuelves más protector con tu corazón y, por lo tanto, requieres más esfuerzo y seguridad por parte de otras personas a la hora de abrirte de nuevo y mostrar tu lado vulnerable.
Todo eso hace que tu segundo amor sea mucho más especial que el primero o cualquier otro.
Véase también: La belleza de enamorar a una chica reservada
8. Te sientes libre para ser quien realmente eres
Al ver todas esas series de televisión o parejas en las redes sociales o en las películas, te haces una idea equivocada de cómo debe ser una relación o cómo debes comportarte en una.
Piensas que todo debe ser perfecto y que tú debes ser perfecto si quieres que tu amor sobreviva y resista a cualquier peligro potencial.
De repente, empiezas a notar todos tus defectos y rarezas más que antes y te da miedo mostrar tu verdadero yo, ser quien realmente eres en una relación.
Te sientes inseguro con tu primer amor porque en realidad no entiendes los principios del amor y cómo deben ir las cosas.
Después de eso, ya no te importa una mierda la perfección ni nada parecido porque te sientes libre de ser quien realmente eres. Por eso tu segundo amor es más informal y acogedor.
En realidad no te preocupas de si has combinado el esmalte de uñas con los calcetines (si eres mujer) o de si estás perfectamente afeitado a cualquier hora del día o de la noche (si eres hombre).
Aceptas que eres un ser humano imperfecto y que el amor no consiste en crear la perfección, sino en ser imperfectamente perfectos juntos.
9. Sigues siendo optimista
Es muy difícil ser optimista después del primer desengaño amoroso, pero ¿sabes qué es aún más difícil? Mantenerse optimista después de varios desengaños.
Esa es una de las razones por las que tu segundo amor es perfecto.
No importa lo roto que estés después de tu primer amor, aún tienes ese resquicio de esperanza dentro de ti que te recuerda que no es el fin del mundo y que un día, cuando despiertes, te darás cuenta de que esto es sólo el principio de un viaje llamado vida.
Sigues siendo optimista sobre la posibilidad de encontrar al auténtico y experimentar el amor real, también conocido como amor verdadero.
Y no importa cuántos días hayas pasado sintiéndote miserable en tu cama, sigues sin perder la esperanza de que algún día conocerás a tu segundo amor, que será el más grande de todos.
Véase también: No permita que su Heartbreak Para dictar su futuro
10. Eres consciente de los riesgos pero aun así te lanzas
Y cuando tu segundo amor te encuentra, eres perfectamente consciente del riesgo de volver a enamorarte, pero aun así vas a por ello. Y esa es la verdadera magia y la belleza del amor.
Eres consciente de que tu segundo amor podría traerte las mismas preocupaciones o desamores y hacerte sentir como si fueras tú la loca, pero aun así vas a por ello.
Vas a por ello porque en el fondo de tu corazón te has vuelto adicto a la sensación de pertenecer totalmente a otro ser humano.
Y tienes esperanza. Esperas que el próximo ser humano, que la próxima relación, sea la indicada.
El verdadero. Y sabes que si no lo intentas, nunca sabrás el resultado.
Así que enjuga tus lágrimas, repara tu corazón roto, ponte un chaleco antibalas invisible y espera lo mejor.
11. El segundo desengaño duele un poco menos
Antes de tu primer amor, tu corazón no estaba familiarizado con la cantidad de dolor que puede soportar, con la cantidad de lágrimas que tus ojos pueden producir o con la cantidad de soledad y decepción que puedes sentir.
Después de tu primer amor, pasas por este proceso de duelo, añoranza y maldecir todo y a todos los que te rodean.
Tu cuerpo y tu mente sufren cambios tremendos y lo único que puedes pensar es: nunca volveré a amar.
Por supuesto, lo dices sólo porque te mueve el dolor de tu primer amor, aunque sabes que volverás a amar y que sólo es cuestión de tiempo.
Dado que tu cuerpo y tu mente ya han pasado por el dolor causado por tu primer amor, te vuelves más resistente, lo que significa que el segundo desamor dolerá un poco menos (si llega el caso).
De hecho, cada desamor futuro te dolerá un poco menos que el anterior porque ya estás preparado mentalmente para todo el proceso de duelo o para lo peor.
12. Tu segundo amor te da la seguridad de que volverás a amar
Después de que se acabe tu primer amor, te convences de que nunca volverás a amar o de que todo amor futuro será de menor intensidad.
Tu segundo amor tiene el efecto contrario.
Te da la seguridad de que volverás a amar (claro, eso si no te casas con tu segundo amor).
El hecho de que hayas sido capaz de sobrevivir al desamor que te causó tu primer amor y de que hayas podido curarte te da la seguridad de que podrás volver a hacerlo si es necesario.
El hecho de que hayas sido capaz de abrirte de nuevo a otro ser humano te da la seguridad de que podrás volver a hacerlo.
Una vez que sabes todo eso, ya no te preocupas por estar siempre solo o por estar siempre atascado en el proceso de dejar ir.
Tu segundo amor te trae la esperanza de días mejores y la promesa de que todo lo que sucede, sucede por una razón.
Te aporta sabiduría, comprensión y paciencia.
Tu segundo amor te demuestra que tu corazón es más fuerte de lo que pensabas, que puedes levantarte por muy fuerte que caigas y por eso es el más grande de todos.
Véase también: Amor verdadero Se supone que cura, no que hiere