Desde que tienes uso de razón, te han enseñado que necesitas hazte el duro si quieres tener cualquier chica que elijas. Supusiste que era la única forma de ganarse de verdad el corazón de una chica, de meterte en sus pantalones y, por fin, en su piel.
Al fin y al cabo, todos queremos lo que y a quien no podemos tener, ¿verdad? Y ella no es una excepción; al menos, no debería serlo.
Has hecho este truco como un millón de veces; actuaste como si no pudiera importarte menos la chica con la que salías hasta que fue toda tuya. Y cada una de ellas cayó en la trampa.
Así que, este es el ejercicio: Cuanto más huyas de ella, más te perseguirá. Si la haces dudar de tus sentimientos cada día, dará lo mejor de sí misma para entrar en tu corazón.
Cuando la trates con frialdad, se esforzará para que la quieras. Cuando le envías señales contradictorias, se pasará horas o días pensando en ti e intentando descifrarlas.
Si te haces el misterioso, su prioridad será descifrarte y descubrir todas las capas de tu personalidad. Si juegas a juegos mentales fríos y calientes, hará todo lo que esté en su mano para llegar al fondo de tus intenciones.
Si la dejas en espera, te enviará un doble mensaje para ver qué ha pasado. Si no le devuelves las llamadas, empezará a acosarte para saber dónde estás y qué has estado haciendo.
Si estás viendo a otras chicas, ella competirá con ellas hasta que te tenga todo para ella. Si le das migajas de tu atención, no se conformará hasta que reciba tu amor incondicional.
Cuando una chica no sabe a qué atenerse contigo, automáticamente te vuelves más interesante. Te conviertes en su presa y ella no se rinde hasta que te atrapa.
Y para entonces, suele ser demasiado tarde: ya está loca por ti. Después de todo el esfuerzo que ha invertido en ti, está dispuesta a hacer lo que sea para tenerte cerca.
En realidad, las cosas son bastante sencillas: Cuanto más ignorar a una mujermás se esforzará en perseguirte. Cuanta más indiferencia muestres, mayor será su lucha por conquistar tu corazón.
Bueno, déjame decirte una cosa: Todo esto no son más que tonterías. Sí, puede ser cierto cuando se trata de chicas inmaduras que no saben lo que quieren.
Este enfoque funciona para las chicas que tienen un problema de inseguridad y que necesitan tu aprobación para ver su autoestima. Para chicas a las que les va el drama sin sentido y que necesitan un subidón de ego en forma de hombre.
Sin embargo, todo es diferente cuando se trata de un mujer de verdad porque en lo que a ella respecta, sólo conseguirás el efecto contrario: acabarás ahuyentándola con este comportamiento.
A esta mujer no le gustan los juegos. No le excitan los hombres que no están seguros de ella y a los que les cuesta decidirse por ella.
Esta chica sabe qué y a quién quiere y no se conformará con un hombre que la trate como una más de sus opciones. Además, ella no tiene tiempo ni energía para la persecución que tú ansías tan desesperadamente.
En su lugar, a ella le gustan las cosas pasadas de moda; ya sabes, como el amor, el respeto, la honestidad y la atención incondicional.
Así que cuando ignoras a esta chica, sólo la estás ayudando a acostumbrarse a una vida sin ti. Le estás dando la oportunidad de aprender a arreglárselas sola y la oportunidad de echarte de su sistema.
Sólo te estás distanciando de ella y la estás ayudando a superarte mientras sigues ahí. Le estás demostrando que sólo está perdiendo el tiempo contigo y te estás dando un billete de ida fuera de su vida.
Esta mujer necesita a alguien que sea una figura constante en su vida. Un hombre en quien pueda confiar, sin tener que preocuparse constantemente de si le dará la espalda a la mañana siguiente después de haberle prometido el mundo.
Necesita a alguien que sea su compañero de vida y alguien que le haga la existencia más hermosa. Sin embargo, lo que no necesita es un tipo que le agote la energía y convierta su vida en una pesadilla.
Una mujer de verdad necesita hombre de verdad. Lo último que quiere es un chico con problemas de autoestima muy arraigados que necesita que ella vaya detrás de él para sentirse más hombre de lo que en realidad es.
Además, ella es muy consciente de su autoestima por lo que definitivamente no permitirá que la humilles y la trates como a tu cachorro. Sí, ella te ama profundamente, pero eso no significa que esté dispuesta a perder su dignidad sólo para curar tus inseguridades.
Por mucho que esta mujer se preocupe por ti, no te suplicará para darle lo que se merece aunque su vida dependa de ello. Y lo que es más importante: no se sentará a esperar pacientemente a que entres en razón y te des cuenta de que ya es hora de cambiar de actitud.
Así que, por favor, no se sorprenda cuando se aleja de ti y recuerda que fuiste tú quien provocó su marcha. Cuando te deje, recuerda que no le dejaste otra opción y que la alejaste con tu comportamiento infantil.
Y lo más importante: no espere que vuelva y entienda que es su último adiós.
Al fin y al cabo, te advirtió de que llegaría este día y de que estabas poniendo a prueba tanto sus límites como su paciencia. Te decía que te dejaras de tonterías, que empezaras a tratarla con respeto y que te decidieras.
Sin embargo, seguiste con tus patrones tóxicos. Pensabas que todo era una farsa y estabas seguro de que ella se quedaría siempre a tu lado, perdiendo el tiempo en esta situación a la que la habías arrastrado.
Bueno, ¿adivina qué? No lo hará. Le enseñaste a vivir sin ti, ¡así que atente a las consecuencias!